Ladrones sustraen obras de arte valoradas en ¢26 millones

Este robo fue dado a conocer la mañana de este viernes por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuando por medio de un boletín de prensa informó sobre el hecho delictivo, al tiempo que solicitó a la ciudadanía colaboración por si alguien ofrece vender las piezas, que se encontraban en el segundo piso del inmueble y que fueron sacadas del lugar sin que nadie se percatara de la situación.

Las creaciones artísticas sustraídas son de artistas como Cristina Ballesteros, Fernando Carballo, Isaac Martínez, Rolando Faba, Xinia Matamoros, Marianela Salgado y Roberto Lizano, comunicó la Policía Judicial.

Aunque no se suministró una descripción detallada de las obras , se dijo que se trata de piezas en las cuales se utilizaron diferentes técnicas, entre ellas, el óleo sobre tela, papel, fotografía impresa sobre canvas. Otras de acrílico sobre tela, acuarela sobre bastidor, acuarela sobre papel, acuarela mixta sobre madera, grabado y tienen dimensiones de 20 x 20 hasta 120 x 150. Trascendió que el valor total de estas es de aproximadamente $40.325 dólares (¢26 millones al tipo de cambio actual), según los denunciantes.

Agentes de la Sección de Robos del OIJ, a cargo de la pesquisa, solicitaron a la población que si alguien conoce el paradero de estas obras se comunique a la línea 800-8000-645 o al WhatsApp 8800-0645 del Centro de Información Confidencial del OIJ. Toda la información que se reciba será de carácter confidencial.

El robo de arte es muy frecuente en nuestro país. En octubre del año pasado fueron sustraídas tres obras de la casa del escultor, Edgar Zúñiga, en Guachipelín de Escazú, las cuales fueron valoradas en $44.000 (unos ¢28,3 millones aproximadamente). El hecho delictivo ocurrió durante la noche en un momento en el que la vivienda estaba sola.

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En agosto del 2017, la Policía Judicial había atrapado a una banda que se dedicaba robar obras de arte en casas de lujo y luego las vendía en el extranjero. El grupo buscaba viviendas en comunidades de alto poder adquisitivo, lo que les permitió sustraer finos jarrones orientales, monedas y billetes de colección y decenas de pinturas de Rafa Fernández, entre otros.