En febrero del 2022, el Partido Liberal Progresista (PLP) tocó el cielo: 259.788 costarricenses votaron por su candidato, Eliécer Feinzaig, pese a ser apenas la primera elección presidencial tanto de la agrupación como del aspirante. Feinzaig superó por 21 votos a la candidata del histórico PUSC, Lineth Saborío; obtuvo el cuarto lugar con el 12,4% de los sufragios válidos, y conquistó seis curules, una de las cuales sería ocupada por él mismo. Un inicio prometedor.
Sin embargo, más allá de la capa superficial de este triunfo electoral, en las tiendas del PLP crecía un germen de división, enfrentamiento y alejamiento entre el candidato y los principales líderes del partido. Así lo podemos narrar en Revista Dominical tras hablar con dos exasambleístas de la agrupación liberal, quienes prefirieron mantenerse en anonimato; con el ex secretario general y fundador del partido, Eduardo Brenes; con la extesorera, Laura Álvarez, y con la exvocal, Diana Chinchilla.
En apenas siete meses, desde el 7 de noviembre del 2024, han renunciado decenas de personas al PLP. Primero dimitió la diputada Kattia Cambronero, a quien siguieron 13 asambleítas; en enero del 2025 se sumaron la tesorera, Laura Álvarez, y el fundador Eduardo Brenes, con 11 asambleístas más; en marzo renunciaron las diputadas Cynthia Córdoba y Johana Obando, la última seguida por el alcalde de Bagaces. Finalmente, este mes de mayo dejaron la agrupación el diputado Luis Diego Vargas, y todos los regidores electos en San Carlos.
Eliécer Feinzaig, fundador, excandidato, diputado y presidente del PLP, niega que las múltiples salidas y la reducción de su bancada de seis a dos curules sean signos de debilidad. Pero en la política las apariencias importan, y es innegable que el PLP parece estar cayéndose en pedazos. En opinión de Brenes, el partido agoniza.
Por ese motivo, en esta edición de la Revista Dominical nos preguntamos: ¿es esta la historia del auge y caída el PLP? Para realizar este reportaje se intentó contactar en varias ocasiones con Feinzaig, sin embargo, no atendió las múltiples llamadas y mensajes que se le realizaron desde abril.

Logros electorales escondían trasfondo de división
Eduardo Brenes formó parte del grupo de siete personas que fundaron el PLP entre 2015 y 2016. Estas personas consideraban que no existía una oferta verdaderamente liberal, sino una conjunción entre libertarismo y conservadurismo.
Según explicó, en ese primer grupo también participó Feinzaig, así como el hoy precandidato del PUSC, Juan Carlos Hidalgo; la abogada Paola Gutiérrez, que fungió como secretaria general; el economista Melvin Garita; la abogada Silvia Helena Chavarría, que se desempeñó como secretaria general adjunta; y Daniel Weisleder, quien ocupó la fiscalía.
“El PLP lo fundamos personas liberales que no nos sentíamos identificados con el libertarismo, que es liberalismo pero solo en lo económico. Ya hemos visto que le pasan por encima a las libertades siempre que sea conveniente. Nosotros éramos liberales huérfanos, y vimos la necesidad de un partido que le diera voz a esa alma liberal y progresista”, recordó Brenes.
El fundador afirmó que Hidalgo era la persona que se perfilaba para candidato presidencial del PLP en las elecciones de 2018, especialmente por su reconocimiento como analista internacional para CNN. Sin embargo, se rompió la relación y poco tiempo después Hidalgo dejó el partido.
En ese momento, Feinzaig, que era columnista en La Nación, tomó el liderazgo, pero una afección de salud lo alejó de la candidatura en 2018. Durante los años siguientes, la mayoría de los fundadores salieron de la agrupación: Gutiérrez, Garita, Weisleder y Chavarría. Permanecieron solo Feinzaig y Brenes.
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Ya en 2021, en las vísperas de una nueva elección nacional, el PLP retomó su intención de presentar una papeleta. Más de 100 personas participaron en un congreso ideológico que sirvió como base para el plan de gobierno.
El empresario Javier Quirós, presidente de Purdy Motor, se acercó a la agrupación y ofreció financiar la campaña si se conformaba una coalición liberal. Aunque dicha coalición nunca se materializó, a mediados del 2021, Quirós aceptó dar recursos a la propuesta del PLP.
Sin embargo, con Quirós y su financiamiento llegó una nueva persona al partido, una persona que, según Brenes, fue la chispa de un proceso de división.
“Para mí ahí empezó la deriva de Eliécer: cuando él se vio con plata, se perdió. El financiamiento es importante, sin Javier no hubiésemos podido llegar a donde llegamos, estoy muy agradecido de que un empresario como él quiera invertir en política. Si no fuera así, los partidos estaríamos a merced del dinero ilícito. Pero con la plata de Javier vino un grupo de exsocialcristianos dirigidos por Walter Niehaus. Llegaron al partido de la noche a la mañana”, recordó Brenes.
Walter Niehaus es un abogado y diplomático de origen socialcristiano. Fue asesor de Miguel Ángel Rodríguez mientras este era diputado. Luego fue viceministro de Relaciones Exteriores y ministro de Turismo en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez; también fue embajador de Costa Rica ante la OEA en la administración de Abel Pacheco. En 2006 fue electo presidente de la Fedefútbol.
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Según declaró Brenes a Revista Dominical, Niehaus fue designado por Quirós para velar por el buen uso de los recursos que él financió. “Walter es de la confianza de Javier, y él quería tener unos ojos en el día a día del partido”, rememoró. A la postre, Niehaus fue designado jefe de campaña.
“Se trata de grupos organizados que medran alrededor de los partidos políticos, un día son socialcristianos, otro día son liberales, otro día son chavistas. No les importa la ideología, tienen experiencia en el manejo electoral y se presentan como un grupo que sabe ganar elecciones”, definió Brenes al equipo dirigido por Niehaus.
Este medio contactó telefónicamente con Niehaus el miércoles 4 de junio para conocer su versión de los acontecimientos. En principio, el exdiplomático dijo que no podía atender la llamada. Luego, pidió hacerle las preguntas fuera de grabación para solo entonces decidir si aceptaba la entrevista. RD rehusó adelantarle los cuestionamientos y le aclaró que la llamada sería grabada.
Cuando se le consultó si llegó a la campaña del PLP recomendado por Javier Quirós, Niehaus lo negó, y afirmó que se sumó a la agrupación por medio de contactos con Mario Redondo, Rodrigo Chaves, Natalia Díaz y Eliécer Feinzaig. “No me quiero meter en esto, no te quiero dar este reportaje, ya veo por dónde va, puedo reunirme con ustedes otro día”, declaró el exjefe de campaña, y rehusó responder más preguntas.
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Revista Dominical habló por aparte con dos exasambleístas del PLP, quienes confirmaron la versión del ex secretario general. Ambos confirmaron que la llegada de Niehaus provocó un distanciamiento entre Feinzaig, como candidato presidencial, y las bases del partido.
El aspirante privilegió el asesoramiento de los “especialistas en ganar elecciones” que integraban el comando de campaña, antes que la opinión de los líderes que integraban el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PLP.
La entonces tesorera del partido, Laura Álvarez, confirmó que el CEN fue desplazado por el comando de campaña.
“Yo exigí que me metieran al comando porque no iba a permitir que se moviera un colón sin supervisión. Yo era un mal necesario, no les quedó otra, porque les dije que yo no era una ‘pagadora de cheques’. Pero sabíamos perfectamente que se hacían chats por aparte y no nos invitaban a reuniones”, recordó.
Brenes reafirmó esa versión: “Veníamos trabajando desde hacía seis años en el crecimiento del partido de una manera orgánica y ordenada, pero nos metió a un grupo de gente y nos la presentó como ‘ustedes son unos ignorantes que no saben cómo ganar elecciones, ellos sí saben cómo ganar’. Obviamente no eran voluntarios, no estaban de gratis”.

¿Abrir un fideicomiso de financiamiento paralelo?
Tanto Brenes como los dos exasambleístas consultados por RD confirmaron que se dio un enfrentamiento entre el sector de base del partido, incluyendo las juventudes, y el comando de campaña, liderado por Niehaus.
“Eliécer apoyó al comando de campaña porque creía que si no los apoyaba, iba a perder la plata. Pero yo empecé a ver que se estaba gastando mucha plata y se estaban haciendo productos muy malos. Como secretario general, empecé a presionar, a pedir cuentas, tuve que rogar que me metieran en el comando de campaña. En octubre, estando Javier, enfrenté a Walter, le pregunté cuál era la estrategia de la campaña, y me respondió ‘la estrategia es ganar con 600 mil votos’. Eso no es una estrategia. Como yo le dije eso, ese día se armó un pleito, me gritaron, me dijeron de todo”, rememoró Brenes.
Los exasambleístas entrevistados indicaron a RD que Niehaus se convirtió en una especie de “filtro” entre el candidato y los partidarios. Nadie podía llegar a Feinzaig sin pasar por Niehaus, quien con el tiempo se convirtió en una persona de confianza del aspirante.
Además, los expartidarios aseguraron que Brenes fue una de las personas más atacadas dentro de la agrupación, incluyendo ofensas personales, debido a que asumió un rol de “oposición” al comando de campaña.
Álvarez se sumó a la labor de Brenes y fiscalizó los gastos de campaña. En esas revisiones, ella encontró facturas que excedían los límites establecidos para la campaña. Según Brenes, aparecieron facturas por más de ¢80.000 que incluían bebidas alcohólicas.

Sin embargo, el acontecimiento más sobresaliente se dio el 31 de diciembre del 2021. Ese día Feinzaig solicitó una reunión del Comité Ejecutivo Nacional.
“Nos convocan y nos dicen que hay unas personas que quieren donar a la campaña, pero no quieren aparecer, porque son empresarios que no quieren ‘darse el color’. Entonces, nos dicen que quieren hacer un fideicomiso, y que así no se sabe quiénes donan en el fideicomiso. Yo me quedé viendo a Eliécer y a Walter y les dije ‘¿ustedes están hablando en serio? ¿No están viendo lo que está pasando con Rodrigo Chaves y el fideicomiso?’“, recordó Brenes.
Revista Dominical confirmó con la extesorera Laura Álvarez que esta propuesta existió, pero ella se posicionó en contra, ya que la ley electoral obliga a transparentar todos los recursos que entran a un partido. No puede haber un esquema de financistas anónimos.
Por su parte, el secretario general afirmó que se opondría a la propuesta, ya que no aprobaría una medida que no contara con la autorización del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). También se posicionó en contra la vocal Diana Chinchilla, quien confirmó a RD que esa reunión sucedió.
“Desafortunadamente así fue. Don Eliécer manifestó que algunas personas estaban dispuestas a apoyar al partido, pero no querían que su nombre figurara. No necesariamente por malas intenciones, sin embargo, la ley es la ley. Feinzaig intentó recurrir a su autoridad y a su liderazgo, y nos dijo que por favor confiáramos en él y en el grupo de personas que estaba trayendo como donantes. Nosotros dijimos que no", puntualizó Chinchilla.
Sin embargo, según Brenes. esta negativa provocó la molestia de Feinzaig, quien los acusó de boicotear su candidatura presidencial. “De la noche a la mañana nos sacaron a la tesorera y a mí del comando de campaña”, precisó el exsecretario.
“Eliécer no está hoy frente a la Fiscalía gracias a mí y a Laura Álvarez, que nos pusimos como mancuerna a proteger el partido. Querían separar al Comité Ejecutivo de la campaña, él creía que cuando hay campaña el candidato es el amo y señor. Pero yo le decía que no, porque quienes firmamos los papeles somos nosotros, quienes damos la cara somos nosotros, así que yo no soy un ‘pone firmas’“, sentenció Brenes.
El fideicomiso no se creó.

Feinzaig incumplió promesa de renunciar a presidencia del PLP
Tras las elecciones, el PLP obtuvo casi 260.000 votos y seis diputados, sin embargo, las divisiones continuaron. En criterio de Brenes, Feinzaig tomó una deriva autoritaria y desplazó a las personas que se le opusieran.
“Eliécer creyó que el partido era de él. Los candidatos no dejan de ser candidatos, se los olvida que son partido. Ya él era uno más de seis diputados. Fue jefe de fracción y le quitó el campo a Kattia (Cambronero) en el segundo año. Pero los proyectos personalistas mueren fácil, porque se dejaron a otros liderazgos de lado”, recalcó el exsecretario.
Brenes y los dos exasambleístas consultados por RD confirmaron que Feinzaig prometió que, en caso de ser electo diputado, renunciaría a la presidencia del PLP. Como es obvio, eso nunca ocurrió. Al contrario, mantuvo la presidencia y asumió la jefatura de fracción.
Además, dos actuales miembros del Comité Ejecutivo Nacional, Catalina Phillips (vocal) y José Alberto Gatgens (presidente suplente), son asesores de la fracción del PLP y, por lo tanto, subalternos de Feinzaig.
Brenes no es el único que ha renunciado al PLP acusando una concentración de poder en Feinzaig.
En noviembre del 2024 la diputada Kattia Cambronero dejó la agrupación al considerar que el PLP perdió su rumbo ideológico, y estaba solo centrado en “posicionar una figura presidenciable”.
Cambronero afirmó que bajo el liderazgo de Feinzaig se generó “mucho cálculo político”, se abandonó la autocrítica y se dejaron de impulsar iniciativas que podían tener un costo en términos de capital político.
Trece asambleístas se sumaron a la renuncia de Cambronero denunciando un “debilitamiento del pensamiento crítico”.
Lo que parecían salidas excepcionales se volvieron frecuentes a partir de enero del 2025, cuando abandonaron las tiendas liberales Eduardo Brenes, que para entonces ya no era secretario general, y Laura Álvarez, que se mantenía como tesorera. A ellos se sumaron 11 asambleístas más, entre ellos el extesorero Ignacio Alfaro y la exvocal Diana Chinchilla.
Todos ellos adujeron que el PLP adoptó una estructura centralizada y de manejo vertical, donde la figura de Feinzaig concentraba el poder de decisión y restringía el espacio para nuevos liderazgos.
“Todas las decisiones deben pasar por él, volviendo el partido burocrático, ineficiente y restringiendo el espacio a liderazgos alternativos. Se ha normalizado la concentración de poder durante los últimos tres años”, cita la carta de renuncia.
Cuando todo parecía haberse calmado, el pasado 6 de marzo, una nueva estampida estremeció al partido liberal. Las diputadas Cynthia Córdoba y Johana Obando renunciaron al PLP aquejando “poco o nulo respaldo por parte de la fracción”. Esto se dio luego de que el gobierno de Estados Unidos canceló la visa de las dos congresistas, y el PLP emitió un comunicado en el que aceptaron la decisión.
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La renuncia de Obando fue respaldada por el alcalde de Bagaces, Alonso González Madrigal, quien renunció a la agrupación liberal. A él se sumaron otro 38 funcionarios electos a nivel local.
Lejos de aceptar la críticas, Feinzaig afirmó que el PLP seguía “más vivo que nunca”. En un pronunciamiento conjunto, los diputados restantes en la fracción, Feinzaig, Luis Diego Vargas y Gilberto Campos, exigieron a Obando y a Córdoba renunciar a su curul, pues ya no representaban al partido liberal.
Finalmente, casi tres meses después de la dimisión de Obando y Córdoba, el diputado Luis Diego Vargas se les sumó. En un comunicado emitido el 27 de mayo, el congresista palmareño dijo que el PLP perdió su visión y su rumbo. Además, aseguró que hay una ruptura entre la cúpula y las bases partidarias, con las que él se identifica.
Tras la salida de Vargas, se sumaron todos los regidores electos por el PLP en el Concejo Municipal de San Carlos. Los funcionarios aseguraron que el único vínculo de comunicación que mantenían con el partido liberal era por medio del diputado electo por la provincia de Alajuela.

Así las cosas, Feinzaig quedó casi solo, acompañado solo por Gilberto Campos en una bancada que se redujo de seis a dos diputados.
“Eliécer tiene grandes carencias de liderazgo”, sentenció Eduardo Brenes. Esas mismas palabras fueron repetidas por los otros dos exasambleístas consultados por Revista Dominical. “Nunca pudo coordinar a nadie; a veces dos diputados estaban trabajando el mismo proyecto de ley”, recordó el exsecretario.
“Eliécer se creyó que era absolutamente presidenciable, y traicionó a las bases que lo apoyaron. Nunca entendió que había un voto progresista muy fuerte, y se abandonó. La gente se sintió traicionada. Nosotros no creamos un partido para una sola persona, no era un partido caudillista”, recalcó Brenes.
Por su parte, la extesorera Laura Álvarez consideró que “la debacle del PLP se debió a egos, argollas y liderazgos, el pensar que ‘se hace lo que yo digo y punto’, y el rodearse de puros ‘yes man’, la gente que te dice lo que quieres oír".
El exsecretario subrayó que la propuesta inicial del PLP no era un “partido taxi”, sino una iniciativa que buscaba consolidarse. Sin embargo, desde el punto de vista de Brenes, el PLP está agonizando, lo cual lamenta, ya que pronostica que la agrupación no obtendrá ninguna curul en el próximo Congreso, y el plenario carecerá de representación liberal.
Revista Dominical solicitó una entrevista con Feinzaig desde el 30 de abril, sin embargo, su despacho declinó la solicitud. Nuevamente, el 12 de mayo se contactó directamente al diputado y se le propuso una entrevista, pero el legislador no respondió. Tampoco respondió el 22 de mayo, cuando se insistió en la propuesta.
Adicionalmente, se contactó al diputado la mañana del lunes 2 de junio y se le solicitó una llamada telefónica para obtener su versión de los acontecimientos planteados en este reportaje. Al igual que en las ocasiones anteriores, el congresista no respondió la solicitud. Por último, se intentó obtener su declaración el miércoles 4 de junio, pero Feinzaig no respondió llamadas ni mensajes.
El viernes 6 de junio a las 4:13 p. m. se llamó de nuevo al teléfono del diputado. No respondió.
