Álvaro Ramos, candidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), se reunió la noche del miércoles con el exalcalde de San Ramón, Nixon Ureña, luego de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) reiterara que la asamblea cantonal ramonense es la encargada de elegir a sus propios delegados para que el partido pueda acceder a la deuda política.
El encuentro se realizó de manera privada y sin convocatoria a la prensa. Ante esta situación, La Nación consultó sobre los detalles de la reunión tanto al comando de campaña de Ramos como a Ureña.

El equipo del candidato liberacionista respondió: “Lo que está en la mesa, por ahora, es la convocatoria de la asamblea cantonal, y efectivamente ellos (el grupo liderado por Ureña) solicitan su derecho a tener representación legislativa”.
Esta respuesta se dio luego que este medio reiterara las consultas, en vista que el comando de campaña no respondió ocho requerimientos enviados al candidato y a sus asesores de prensa.
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Por su parte, Ureña no contestó los mensajes de texto ni las llamadas a su celular. Se le consultó sobre las exigencias del movimiento que lidera y si durante la reunión con Ramos se abordó la posibilidad de una diputación para él o sus allegados, entre otros temas.
Ramos promete transparencia
En su respuesta inicial a La Nación, el equipo de Ramos señaló que “ante la falta de avances, nuestro candidato abrió un nuevo espacio de conversación y acudió personalmente a dialogar con algunos de los liderazgos locales del cantón”.
Aunque el encuentro no se anunció públicamente, el comando afirmó que los “costarricenses pueden esperar la mayor transparencia en todos nuestros actos” y aseguró que la intención no era “ocultar ni negociar nada por bajo la mesa”.
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El acercamiento se produjo un día después de que el TSE comunicara al PLN que la Asamblea Nacional de la agrupación no puede asumir el nombramiento de los delegados del cantón de San Ramón, como se intentó hacer en la sesión del pasado domingo 24 de agosto.
Los magistrados indicaron que si bien el inciso d) del artículo 74 del estatuto del PLN autoriza a la Asamblea Nacional para designar las delegaciones y órganos ejecutivos territoriales, “esa norma no se ajusta al mandato constitucional”.
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El PLN intentó que su órgano superior designara a los representantes de San Ramón luego de que la agrupación fracasara en al menos diez ocasiones en convocar a la asamblea del cantón alajuelense para elegir a sus delegados.
Una semana antes, el TSE también informó al PLN que el partido solo podrá acceder a la deuda política una vez que complete la asamblea pendiente en San Ramón.
Según han reconocido las autoridades liberacionistas y el mismo Nixon Ureña, el exalcalde lidera un grupo de entre 40 y 50 personas que forman parte de la asamblea cantonal de San Ramón.
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El cuórum necesario para sesionar es de 54 integrantes. En total, la cantonal ramonense se compone de 108 personas. El pasado 16 de agosto, cuando se convocó el noveno intento, solamente acudieron 29 delegados, esto a pesar de que participó una parte del grupo cercano a Ureña.
El 20 de agosto, Ureña declaró a La Nación que evaluaba renunciar al PLN luego de que Ramos lo acusara de sabotear el proceso en San Ramón y calificara de “miserable” a la asamblea cantonal, durante una entrevista con el programa Por Tres Razones de Radio Columbia.
Según indicó, el grupo que lidera también evaluaba abandonar el partido, por el conflicto con el candidato y su equipo.
El movimiento liderado por el exalcalde ha justificado el evitar la celebración de la cantonal como medida de presión para frenar una supuesta candidatura a diputado del secretario general del PLN, Miguel Guillén.
Tanto Guillén como Ramos niegan que se esté imponiendo una candidatura del secretario general o que esto esté en discusión en esta etapa del proceso.
