
Si usted o una persona cercana practica algún deporte, esta información puede interesarle. La competitividad es un motor esencial en la vida del deportista, pero mal gestionada puede generar ansiedad, frustración y pérdida de motivación. Aprender a manejarla de forma saludable le permite enfocarse en su progreso, disfrutar de la práctica y alcanzar mejores resultados sin desgastarse emocionalmente.
Lo que debe saber:
- La competitividad sana se centra en el proceso y no únicamente en el resultado final.
- Su manejo psicológico y emocional es clave para reducir ansiedad, nervios y frustración antes y durante la competencia.
- Existen herramientas prácticas, como la planificación de metas, técnicas de respiración y el auto discurso positivo, que fortalecen su confianza y rendimiento.
El papel de la competitividad en el deporte
Eduardo Rubinstein, psicólogo deportivo de Zenit, explica que la competitividad en el deporte es inevitable y necesaria, pero es fundamental aprender a llevarla de manera saludable.
- Cuando no se gestiona adecuadamente, muchos deportistas experimentan dificultades para manejar emocionalmente la presión, especialmente cuando los resultados no son los que esperaba.
- Esto puede generar construcciones mentales negativas, donde ganar se asocia con éxito absoluto y perder con fracaso total. Este pensamiento “blanco o negro” desvía la atención del progreso real.
“Entonces la competencia se vuelve un demonio de mil cabezas al cual le tengo mucho miedo, cuando en realidad si nos enfocamos en el proceso y en el día a día, en el entrenamiento diario, y en lo que yo estoy construyendo para competir, nos damos cuenta que sí tengo las herramientas necesarias para afrontar esa tarea que se llama competencia”, explica Rubinstein.
Entender que cada entrenamiento, cada partido y cada repetición suman experiencia es fundamental para construir una mentalidad sólida y sostenible.
Trabajo psicológico: clave para la competitividad sana
El entrenamiento mental es tan importante como el físico.
“El trabajo a nivel psicológico que hacemos es romper esas estructuras mentales, esas asociaciones negativas que existen y empezar a darle herramientas al deportista para que pueda entender y abrazar realmente los progresos que está obteniendo en su proceso, y se enfoque en ellos y no en futuros inciertos que se puede inventar en su cabeza”, agregó el psicólogo.
Algunos aspectos fundamentales y consejos prácticos incluyen:
- Control y enfoque en lo que depende de usted: nutrición, descanso, hidratación y rutina de entrenamiento son factores que puede manejar directamente para optimizar su rendimiento.
- Gestión de variables psicológicas: motivación, atención, concentración, nivel de activación, así como el manejo de emociones, frustración, presión, estrés y ansiedad son determinantes para competir con seguridad.
- Herramientas prácticas: planificación de metas centrada en el día a día, técnicas de respiración, relajación y auto discurso positivo que refuerzan la confianza y la motivación.
Antes de una competencia: manejo de nervios y ansiedad
El nerviosismo previo a una competencia o partido es normal. La clave está en cambiar su percepción de la competencia.
“Yo siempre trato de enseñarles que la competencia no es lo que los tiene nervioso, sino lo que están pensando de ella. La valoración que usted está haciendo de la competencia no es la competencia, porque usted puede estar nervioso pero hay otro chico o chica a la par suya que no está tan nervioso, ¿por qué es? porque cada uno tiene una valoración diferente de la competencia”, agregó Rubinstein.

Para calmar los nervios y la ansiedad antes de una competencia, el especialista recomienda estos pasos:
- Respire de forma controlada: la respiración profunda regula el cuerpo, disminuye palpitaciones, relaja los músculos y permite oxigenar el cerebro, lo que a la vez, le ayudará a pensar con más calma.
- Use auto discursos positivos: recuerde su esfuerzo, preparación y logros previos. Frases como “He entrenado mucho y puedo lograrlo”, “me lo merezco”, “vamos a darlo todo”, “estamos aquí por algo”, refuerzan la confianza y reducen pensamientos negativos.
- Enfoque en el proceso, no en el resultado: piense en lo que puede controlar y disfrute de la experiencia deportiva. Cada competencia es una oportunidad de aprendizaje y de consolidación de habilidades.
Al aplicar estas técnicas, usted aprende a manejar la presión y los nervios de forma efectiva, evitando que interfieran con su rendimiento y disfrutando de cada momento de la práctica deportiva.
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Otras recomendaciones del psicólogo deportivo
Rubinstein agrega dos consejos prácticos para los deportistas:
- Si su objetivo es alcanzar metas altas, considere asesoría profesional para construir una mentalidad sólida y progresiva. Aprender estrategias de planificación, manejo emocional y preparación física optimiza su rendimiento y reduce la frustración.
- Si prefiere trabajar por su cuenta, celebre los pequeños logros. Reconocer cada avance, por mínimo que sea, genera confianza y le permite afrontar desafíos mayores con una actitud positiva.
En resumen, la competitividad sana se basa en equilibrar esfuerzo, autoconocimiento y disfrute. Al centrarse en el proceso, manejar las emociones y aplicar herramientas prácticas, usted no solo mejora su rendimiento, sino que también construye una relación saludable y duradera con el deporte que practica.
