La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) racionó la provisión de 13 medicinas para prevenir un eventual desabastecimiento en sus centros de salud.
Entre los 13 productos que actualmente están en esa lista, hay fármacos para el cáncer o el glaucoma, como la Citarabina y el Timolol; también antiinflamatorios, como la Indometacina, y anestésicos como la Lidocaína.
Ese racionamiento implica analizar las existencias de cada farmacia antes de proceder con el envío de productos, para distribuir solo la cantidad requerida, mientras se logra normalizar el abastecimiento con nuevos ingresos de medicinas.
En casos necesarios, se solicita la intervención de otros hospitales que tengan mayor cantidad de producto para proveer a la unidad que tenga menos.
De esto, no debería darse cuenta el asegurado porque es un trámite que se realiza “tras ventanilla”, en cada farmacia. El paciente debería, en principio, tener un servicio normal, sin ver afectada la continuidad de su tratamiento, cualquiera que este sea.
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La elaboración de una lista de medicamentos restringidos es una medida preventiva, explicó el gerente de Logística de la Caja, Luis Fernando Porras Meléndez, quien aclaró que esto se hace a pesar de que se cuenta con inventarios disponibles en las bodegas institucionales y a nivel local.
Esos 13 fármacos han enfrentado algún problema en su proceso de adquisición, ya sea porque los proveedores se atrasaron en la entrega, o porque fueron rechazados en los controles habituales de calidad que realiza el laboratorio de la Caja.
La medida la tomó la Gerencia de Logística debido a problemas calificados como “normales” o “habituales” en la cadena de abastecimiento, y que no tienen ninguna relación con el desorden que se detectó en el 2018 en la Dirección de Aprovisionamiento de Bienes y Servicios, responsable de estas compras, afirmó Porras Meléndez.
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El gerente aseguró que la CCSS tiene garantizado un abastecimiento del 99% de sus productos, tanto en medicinas como en insumos para la operación de todos sus centros médicos.
“Se trata de racionalizar la distribución para que las unidades mantengan un inventario más discreto, pero siempre suficiente”, afirmó el funcionario.
La CCSS logró estabilizar la provisión de seis productos más que, hasta hace poco, formaban parte de esa lista de medicinas restringidas. Entre ellos, el Midazolam (ansiolítico) y la Ciclofosfamida (para el cáncer).
Sin embargo, hay tres medicamentos en “cero”: multivitaminas I.V. fórmula pediátrica; Gabapentina en cápsulas de 300 mg (para la epilepsia y el control del dolor), y la bencilpenicilina sódica o potásica para inyectar (antibiótico).
La lista oficial de medicamentos (LOM) incluye 450 principios activos en 677 formas farmacéuticas.
La Gerencia de Logística busca en el mercado, nacional e internacional, la disponibilidad de estos productos; también, revisa la posibilidad de ampliar contratos anteriores, y eventuales préstamos con instituciones para suplir los faltantes.
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Finaliza intervención
La CCSS ha reducido sustancialmente el desabastecimiento desde el 2018, cuando problemas en la planificación de las compras dejaron a los hospitales sin un 40% de los medicamentos necesarios para los enfermos.
Esa situación y otras que luego se detectaron, tenían como causa un desorden en el manejo de todo el sistema de compras, a cargo de la Dirección de Aprovisionamiento de Bienes y Servicios, considerado el “cerebro” del abastecimiento para todos los servicios de salud de la Caja.
Hasta 400 expedientes se encontraron “engavetados” como parte de reclamos contra proveedores que nunca tuvieron su respectivo seguimiento. La CCSS logró recuperar $2,3 millones.
Esa dirección fue intervenida por la Gerencia de Logística en mayo del 2018; incluso, se removieron de puesto varias jefaturas. La intervención finalizó el 16 de noviembre del 2019, confirmó el gerente de Logística.
El equipo interventor está en proceso de presentar su informe de resultados, que debe ser conocido primero por la Junta Directiva de la Caja.
Por este caso, las autoridades de la CCSS presentaron una denuncia ante la Fiscalía en julio del 2018, para que ahí determinen si hubo algún delito y señale posibles responsables.
Ahí se le abrió el expediente 18-000073-1218-PE por el presunto delito de peculado. El caso está a cargo de la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción.
También, la Asamblea Legislativa abrió una investigación sobre este asunto, en el 2018.
Tras lo sucedido, adelantó el gerente de Logística, la CCSS ya cuenta con un área que se encarga de la ejecución contractual, y un procedimiento interno para evaluar esa ejecución.
También. hay definido un proceso sancionatorio a proveedores que incumplan, mencionó Porras Meléndez, quien asumió la Gerencia de Logística, el 14 de octubre del 2019.