El Estado de la Educación no es un instrumento dócil, doblegado a algún interés, ni tiene dueño
Narro en esta oportunidad lo que algún jerarca podría llegar a soñar o ya habrá soñado, si por alguna razón abandona la presencia del tabernáculo de la furia
El asunto ahora es con qué medios construir confianza y elaborar soluciones balanceadas en tiempos apremiantes y tan exigentes
¿Cuánto ha cambiado el país desde la publicación del ‘Primer Informe sobre el Estado de la Nación’?