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Nace una estrella (NUE) concluyó su programa entre calificaciones perfectas y emociones intensas: lágrimas, sonrisas y sorpresas marcaron la última gala, que dejó como ganador del primer lugar en la categoría de adultos a Yeris Lobo. En la categoría infantil triunfó Juan David Montero, joven talento de San Carlos.
Con su premio de $15.000, Yeris buscará ayudar a sus padres e impulsar su carrera. Mientras que Juan David, quien obtuvo $7.500, pretende continuar con su carrera musical, según relataron ambos artistas a La Nación.
El segundo lugar en la categoría de adultos se lo llevó Rosmery Navarro, el tercero lo obtuvo Franciny Castillo y el cuarto Karen Box.
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La noche de este domingo 6 de julio estuvo colmada de momentos inolvidables. Los nervios dominaron el ambiente, ya que los seis participantes se presentaron en el escenario de Teletica por última vez.
Evocando la ilusión de aquella noche del 6 de abril, cuando arrancó la temporada, los adultos Rosmery Navarro, Yeris Lobo, Franciny Castillo y Karen Box ofrecieron su máximo esfuerzo en la final.
Los niños Vivianne Juárez y Juan David Montero no se quedaron atrás, ya que disputaron la competencia con carisma, respeto y madurez artística, cualidades que mostraron a lo largo de las semanas.
Noche cargada de emociones
La primera en abrir el telón fue la alajuelense Karen Box, con la canción salsera Ese hombre. Aunque olvidó la letra por un momento, su interpretación le valió aplausos y el apoyo de la jueza Myriam Hernández, alcanzando una calificación de 36. Canciones después, se reinvindicó y alcanzó la puntuación perfecta.
Vivianne Juárez, la niña de tan solo 11 años, tuvo el primer 10 de la noche con la difícil canción Por tí volaré, cuyas notas entonadas por lo alto dejaron a más de uno con la boca abierta en el estudio Marco Picado.
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Con su segundo tema, I Have Nothing, provocó una ovación de pie. La primera en levantarse fue su madre, seguido por el resto de concursantes que pasaron por NUE.
Quien obtuvo un 10 por primera vez en la temporada fue la guarqueña Rosmery Navarro, luego de botar una silla en su enérgica presentación de la canción La loca.
Las sorpresas no se detuvieron y el acomodo de la producción tampoco: al menos 12 personas, en cuestión de 15 segundos, se encargaron una y otra vez de colocar sillas, micrófonos, telas y estructuras en el escenario.
La tónica detrás de escenas se compone de comedia y cariño. Las risas no faltan, ya que el presentador Edgar Silva protagoniza momentos cargados de gritos y bailes. Al mismo tiempo, en un corte comercial, la pequeña Vivianne Juárez dejó regalos a todos los jueces a tan solo 20 segundos de salir en vivo.
Con naturalidad, las madres se convirtieron en las siguientes protagonistas. Yeris Lobo cumplió su gran sueño: que su madre lo viera en la final. Ese momento aumentó la carga emotiva de la velada, pues el hijo cantó Pequeño gran amor.
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Por su parte, la paraiseña Franciny Castillo cantó Volveré sin dejar de señalar a su madre, quien se encontraba en el público. Así como audicionó y abrió el programa en la primera gala, repitió la fórmula: bailó una salsa que le ganó otro 10 en su lista de calificaciones perfectas.
Posteriormente, en una presentación inolvidable, Castillo subió al escenario acompañada de un grupo de siete mariachis durante su interpretación de Granada.
El niño Juan David, oriundo de San Carlos, también demostró sus mejores pasos de baile en medio de cinco estructuras que simularon cajas de muñecos. La canción Tú con él le regresó el 40 perfecto calificado por Myriam Hernández, Marvin Araya, Debi Nova y Joaquín Yglesias, luego de que en su primera presentación le dieran un 39.
Cierre inolvidable en la final de Nace una estrella
Una tarima con seis gradas e iluminada con fuego se convirtió en el foco de atención durante la última presentación de Rosmery Navarro, con el tema Ya te olvidé, que no solo dejó al público encendido: el olor a fuego también se extendió por todo el estudio.
El cierre llegaba de forma inevitable. Los concursantes sabían que era la última vez que pisaban el escenario y así era como sus emociones salían a flote. Karen Box respiró profundo una y otra vez, lanzó un beso y un “te amo” a su madre e hijos, para terminar su interpretación con lágrimas en los ojos.
Rosmery recordó su crecimiento. El pequeño Juan David no pudo ocultar su sonrisa de felicidad y palabras de agradecimiento. Franciny terminó desde una estructura elevada, con un juego de luces y fuerza. Vivianne tocó el piano y provocó el llanto de Myriam Hernández y el ganador Yeris finalizó, como de costumbre, cantando por cumplir su sueño con la máxima emotividad.
