
“Lo describo como lo más bello y a la vez lo más cansado que me ha pasado. Las dos cosas en su máxima expresión”, así define la maternidad Lussania Víquez, presentadora del programa Informe 11: Las historias.
Víquez conversó con total sinceridad, como ha sido característico en ella, sobre cómo vive el ser madre. En este camino, ha aprovechado su influencia como figura pública para mostrar los diferentes matices que tiene este proceso, lo cual considera importante como un acto de solidaridad con otras mujeres.
“Se tiende siempre a ‘romantizar’ la maternidad, al igual que el matrimonio y ese tipo de temas. El problema es que muchas mujeres cuando experimentan la maternidad y se encuentran con matices que no son los que ellas visualizaron, dicen: ‘Hay algo mal conmigo’. Aunado a eso, están 1500 hormonas haciendo locura en nuestro cuerpo y entonces vienen las depresiones y ese montón de cuestionamientos que nos alejan de disfrutar el ser madres”, detalló la conductora televisiva, de 38 años.
No obstante, esta apertura también ha significado ser blanco de múltiples comentarios de personas, especialmente en redes sociales, que se atreven a emitir juicios sobre su vida “sin tener el conocimiento para hacerlo”. Ante esto, trata de ignorar esos mensajes y concentrarse en estar bien.
“Hay que hablar las cosas como son. Igual vamos a ser juzgadas y van a haber un montón de comentarios de ‘pero di, ¿usted no quería ser mamá?’. Y sí, pero ¿quién dice que por querer ser mamá voy a ver todo color de rosa?”, comentó Lussania.
Víquez es mamá de los gemelos Antonella y Alessandro, de un año de edad. Actualmente está en ese momento de dormir pocas horas y levantarse repetidamente en las madrugadas cuando uno de sus bebés (o los dos a la vez) llora. Afirma que con su esposo ha formado un excelente equipo; sin embargo, esto no quita lo agotador que resulta esta rutina.
“Desde mi etapa de gestación yo llevé un proceso espiritual para trabajar en mí y no impactar en mis hijos en áreas de mi vida donde yo tenía que mejorar. Creo que en eso se tiene que enfocar uno, no en cómo comprarle lo mejor y darle lo más caro, sino en qué tengo que trabajar yo para ser una mamá segura, empoderada y criar a hijos que se sientan seguros de sí mismos y amados”, expresó la comunicadora.

Toda esta situación, también la ha hecho caer en cuenta de lo indispensable de los cuidados personales y de cómo la romantización de la maternidad, lleva a las mujeres a sentir la presión de no quejarse y a poner su salud mental y física en segundo plano.
“A veces estar tan pendientes de nuestros hijos nos hace olvidarnos de nuestro autocuidado. Con esto no me refiero a verse 90-60-90, estoy hablando de buscar ayuda si me siento mal, hacer ejercicio si tengo estrés... de buscar esos espacios para estar bien. Aunque suene cajonero, si mamá está bien, ellos van a estar bien”, aseveró.
LEA MÁS: Lussania Víquez revela sus sentimientos al regresar a la tele y tomar una ‘decisión drástica’
Además, Víquez asegura que siempre ha tenido un profundo amor y admiración por su madre. Sin embargo, el tener a sus hijos, la hizo resignificar los sacrificios de mamá, los mismos que ella experimenta hoy en carne propia.
“Ella quedó viuda con nosotros muy pequeñitos, yo era la más pequeña y tenía 2 años y medio. Yo veía a mi mamá muy carga, pero decía: ‘Bueno, eso hacen las mamás’. Pero ahora pienso: señor Jesucristo, ¿cómo hizo? con cuatro chiquititos, sin ser una profesional y sin devengar un salario millonario. Si antes la admiraba ahora digo: ‘Dios mío, esta mujer tenía por dentro algo que yo conocía’”, narró con entusiasmo la conductora.