Mauricio Hoffmann y su exesposa, Ericka Morera se reencontraron durante el programa de De boca en boca, el 13 de agosto, luego de que se diera a conocer que ella será parte de la segunda temporada de Mira quién baila, programa de baile de Teletica.
Ambos compartieron pantalla, conversaron con naturalidad, bailaron y rieron, pero la atención del público se centró en su encuentro. Esa interacción generó preguntas, una de ellas lanzada durante esta semana en las redes sociales de la empresaria.
Morera contestó a la pregunta de ¿cómo fue estar en el programa? y aclaró que no sintió incomodidad en el reencuentro y que mantiene una comunicación constante con Hoffmann por el bienestar de su hija Zoé.
“No era la primera vez que me veía cara a cara con Mauricio después del divorcio. Tenemos una interacción diaria, todo alrededor de Zoé, porque ella es nuestra prioridad”, afirmó.

La ahora bailarina destacó que la relación se fundamenta en la responsabilidad compartida. “Lo que se vio en televisión es genuino. Existe una relación sana y respetuosa por el bien de nuestra hija. No somos los únicos padres divorciados que mantienen esa dinámica. Lo importante es alinear la educación y el bienestar de Zoé para que crezca feliz y amada”, comentó.
Morera señaló que su vínculo con Hoffmann trasciende la pantalla. Ambos asisten juntos a actividades escolares de la niña y procuran mantener un trato cordial frente a cualquier circunstancia.
“Talvez creían que somos enemigos y que no podemos decirnos ni hola, pero la realidad es distinta. Hay comunicación y una relación sana”, aseguró.
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Sobre su vida personal, indicó que cada uno tiene un camino propio. “Él tiene una pareja, yo también tengo una relación. La vida continúa y eso no interfiere en la comunicación que debemos mantener como papás. Se trata de alcanzar un nivel de madurez y conciencia que siempre busque el bienestar de los hijos”, agregó.

Morera también recordó que el divorcio ocurrió hace cuatro años y que, para ella, el tema ya no representa novedad. “Papás felices hacen hijos felices, estén juntos o no. Lo importante es mantener la paz y la armonía, porque los hijos no se divorcian de los padres”, concluyó.
