
Casi una semana después del doble asesinato del cineasta estadounidense Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner, salieron a la luz nuevas informaciones sobre la salud mental de su hijo, el principal sospechoso del crimen.
El viernes 19 de diciembre trascendió que Nick Reiner, hijo de la pareja, fue diagnosticado con esquizofrenia y que, en apariencia, tomaba un medicamento que lo hacía comportarse de manera peligrosa.
Fuentes cercanas a la familia le dijeron a TMZ que el guionista, de 32 años, había estado bajo el cuidado de un psiquiatra por una enfermedad mental, y aseguraron que su comportamiento se había vuelto “alarmante” en las semanas previas a que sus padres fueran asesinados a puñaladas.
El mismo medio indicó que, aproximadamente un mes antes de que se produjeran los asesinatos, los médicos habrían cambiado la medicación de Nick.
Según se informó, el abuso de sustancias estaba empeorando su cuadro de esquizofrenia. Recientemente, el guionista había recibido atención en un costoso centro de rehabilitación especializado en salud mental y problemas de adicción, ubicado en Los Ángeles, Estados Unidos.
Nick, quien vivía en la casa de huéspedes de sus padres en Brentwood, cuenta con antecedentes de violencia y abuso de sustancias. Según Page Six, fue ingresado a rehabilitación casi 20 veces y llegó a vivir en condición de calle.
La tragedia sacudió a Hollywood luego de que Romy, otra hija de la pareja, encontrara los cuerpos sin vida de sus padres el domingo 14 de diciembre. El director y su esposa fueron apuñalados hasta la muerte en su casa y, según trascendió luego, les cortaron la garganta.
El médico forense del condado de Los Ángeles confirmó más tarde que la pareja murió a causa de “múltiples heridas por fuerza cortante” y concluyó que se trató de un homicidio.
Esa misma noche, Nick Reiner fue arrestado cerca de Exposition Park, en el centro de Los Ángeles, después de dejar evidencia con sangre en un hotel en Santa Mónica. El martes 16 de diciembre, fue acusado formalmente de dos cargos de asesinato en primer grado.

La noche anterior a los asesinatos, Nick y sus padres asistieron a una fiesta en casa de Conan O’Brien. Según testimonios de testigos, la pareja no había querido dejarlo solo en su casa porque estaban preocupados por el comportamiento extremo y estresante que venía mostrando en las últimas semanas.
Una fuente le informó al New York Post que, en aquella fiesta, Nick se comportó de manera extraña e incomodó a los invitados con preguntas raras, lo que provocó una discusión con sus padres. Esos mismos testigos aseguraron que durante el festejo el cineasta les dijo a algunos amigos que estaba “aterrorizado” de que Nick pudiera hacerle daño.
El hijo del director, que se enfrenta a una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o pena de muerte, hizo su primera comparecencia ante el tribunal el miércoles 17 de diciembre.
Según informó Page Six, Nick se presentó con el cabello despeinado y se mantuvo serio durante toda la audiencia, con la mirada fija al frente. Estaba esposado de pies y manos y vestía una bata antisuicidio (una prenda acolchada, sin cuello ni mangas, con aberturas ajustables en los hombros y en la parte delantera, que se cierra con velcro).
Durante su comparecencia ante el tribunal, pronunció solo tres palabras: “Sí, su señoría”, confirmando que estaba seguro de que quería renunciar a su derecho a una lectura de cargos rápida. Tras la breve audiencia, su abogado Alan Jackson, letrado de Harvey Weinstein y Kevin Spacey, anunció a la prensa que su cliente comparecería ante el tribunal el 7 de enero.
También pidió al público que no se apresure a emitir un juicio ni a sacar conclusiones precipitadas, ya que describió el caso como “muy complejo y grave”.
Según especialistas en casos judiciales y letrados consultados por distintos medios, es posible que Nick se declare “inocente por insanía”; es decir, admitiría haber asesinado a sus padres, pero alegaría que sus problemas de salud mental le impidieron comprender la naturaleza de su acto o que era ilegal en el momento en que cometió el delito.
De esta manera, podría eximirse de responsabilidad penal y ser internado en un centro psiquiátrico, en lugar de ser enviado a prisión.


