
El expediente judicial del asesinato del general nicaragüense en retiro, Roberto Samcam, detalla minuto a minuto las acciones que ejecutó un grupo criminal desde la ciudadela León XIII, en Tibás, hasta las cercanías de Plaza Lincoln, donde acribillaron al disidente en junio de este año.
Investigadores de la sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), analizaron videos de seguridad, conversaciones de WhatsApp y rastreos de ubicaciones GPS de los imputados, que permitieron identificar tres vehículos involucrados.
Un vehículo Renault Duster blanco, una motocicleta Fórmula, de color rojo y un Hyundai celeste con la puerta derecha delantera de color blanco.
Según consta en el expediente, dos sospechosos identificados como Chaves Medina y Carvajal Fernández, salen de León XIII con rumbo a Vicente de Moravia, a las cercanías del condominio Naples, donde residía Samcam, en el vehículo Renault.
En esa misma ruta hacia Moravia, las cámaras también registran que la moto roja es conducida por otro sospechoso identificado como Robles Salas, quien, en determinado momento intercepta el Renault blanco y se intercambian misiones: Robles toma el volante de ese carro, mientras que Chaves conduce la moto.
Precisamente, a las 07:43 a. m. del 19 de junio, las cámaras documentaron la motocicleta que era “conducida por un sujeto con camisa color mostaza” frente a Pollo Granjero, “en ruta hacia Plaza Lincoln”, quien posteriormente fue identificado como Chaves Medina.
Carvajal Fernández, quien ese día vestía short color vino, suéter color gris, casco de motocicleta color negro con diseños blancos”, llegó hasta la escena del crimen en el Renault Blanco.
Se presume que es él quien baja del vehículo, entra al condominio y le dispara en ocho ocasiones a Samcam.
Perpetrado el asesinato, ambos huyen en la moto y el Renault hacia la ruta 32 y luego Moravia, hasta llegar a El Rodeo, en Dulce Nombre de Coronado.
A ese último punto llega el cuarto sospechoso, identificado como Orozco González, conductor del Hyundai celeste, quien moviliza a los ejecutores de vuelta hasta León XIII.
De todos los encartados, solo Carvajal permanece en fuga.

Comunicación vía WhatsApp
El documento judicial establece que, tras ejecutar el homicidio, los imputados mantuvieron comunicación constante a través de WhatsApp. A las 08:11 a.m. apenas 28 minutos después del crimen, Orozco envió un audio a Robles indicándole que una persona de nombre Dani, le indicaba que debía recogerlo.
“¡Dígame playo, Dígame!” ¡Que dice Dani que lo recoja, Digame!, puntualiza el mensaje de texto.
Robles respondió: “Véngase para 32”, haciendo referencia a la ruta 32 como punto de encuentro. En mensajes posteriores, Robles manifestó la urgencia de que lo sacaran de ahí.
En esas comunicaciones Robles le indicaba a Orozco que se apresurara (corra), pidiendo que lo sacará de ahí y agregó que en el sitio la señal celular es poca, cita el texto.
A las 08:21 a.m., Robles envió su ubicación GPS a Orozco, “sitio que quedó documentado en las ubicaciones del dispositivo móvil”, coincidente con el lugar donde posteriormente se encontró abandonado en el Rodeo de Dulce Nombre de Coronado, un Renault Duster usado en labores de vigilancia y seguimiento a la víctima.
Mientras abandonaban el Renault, las cámaras captaron la llegada del automóvil Hyundai color celeste, mismo que fue observado transitando por León XIII, “vehículo que recogió a los ocupantes del Duster abandonado”, cita el legajo.
Orozco consultó a Bryan Robles “¿Cómo le fue?”, con lo cual reveló “el interés de saber el resultado del trabajo realizado”. Robles respondió que le fue bien: “Viste las noticias”, haciendo referencia a la cobertura mediática del asesinato.

