El lobby o cabildeo está estrechamente relacionado con las campañas políticas y el financiamiento de candidaturas. Según un lobista profesional entrevistado por Revista Dominical, al que llamaremos Javier, el “pecado original” de las prácticas perversas de lobby, tanto en el Poder Legislativo como en el Ejecutivo, tienen su génesis en el financiamiento de campañas electorales.
Según la politóloga Eugenia Aguirre, el financiamiento de campañas electorales no entra en la definición clásica de lobby, pero sí es una forma de influenciar la toma de decisiones de las personas que en el futuro ocuparán puestos de poder.
El jefe de despacho de la presidencia del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Andrei Cambronero, admitió que el sistema de financiamiento electoral de Costa Rica puede tener incentivos perversos, ya que los partidos políticos carecen del dinero en los momentos que más lo necesitan.
Cambronero explicó que el dinero de la “deuda política”, como se le conoce al financiamiento de campañas, no se reparte entre todas las agrupaciones, sino que se maneja con un modelo de reembolso.
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Eso significa que los partidos y candidatos tienen que conseguir dinero prestado para gastarlo en su campaña, y quizás, años después, el TSE les reembolse los fondos. ¿Por qué quizás? Porque tienen que ser gastos debidamente justificados, en productos o servicios autorizados por el Código Electoral, y la agrupación deben recibir una cantidad mínima de votos.
“Para tener acceso al financiamiento tenés que sacar un 4% de los votos, o conseguir al menos un diputado. Eso hace que haya una gran dependencia de las agrupaciones políticas de capitales privados durante el momento del calendario en que más lo necesitan, que es campaña.
“Eso ha llevado evidentemente a abrir la puerta a la tentación de dineros de origen espurio, malhabido. Pero también el sistema bancario se ha replegado, porque como hoy la gente no tiene lealtades partidarias, se volatiliza el voto, aumenta el riesgo de no tener ese 4%, y puede ser que nunca llegue el reembolso”, explicó el jurista.
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¿Qué tiene que ver todo esto con el lobby? Cambronero reconoció que la dificultad para obtener recursos provoca que partidos y candidatos estén más dispuestos a recibir dinero de personas que condicionen su contribución al apoyo de ciertas iniciativas. Algunas veces estos intereses son lícitos, pero no siempre es así.
“Esos factores abren espacio no solo para el lobby, sino también para este dinero proveniente del crimen organizado o del narcotráfico”, admitió el entrevistado.
El lobista entrevistado por Revista Dominical, Javier, puso como ejemplo que los candidatos presidenciales para las elecciones de febrero del 2026 tendrán que posicionarse a favor del proyecto de jornadas 4x3, de lo contrario, no gozarán del financiamiento de ciertos sectores y líderes empresariales.
Sin embargo, esto también aplica para intereses más conflictivos e incluso ilegales.
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Para Javier, este es un aspecto clave en el cabildeo que se realiza tanto en la Asamblea Legislativa como en Casa Presidencial durante los cuatro años de gobierno: si un empresario cualquiera financia una campaña electoral, espera un trato privilegiado y una especial consideración de los diputados y ministros a la hora de agendar reuniones y tomar decisiones importantes.
Según detalló Andrei Cambronero, es por estos motivos el Código Electoral prohíbe las estructuras paralelas, ya que permiten financiar campañas políticas desde el anonimato, sin que los electores conozcan los intereses de los donantes.
“Es una dificultad para saber quién está realmente aportando, dota de opacidad al mecanismo de financiamiento, y sabemos que la donación puede generar algún tipo de compromiso. Cualquier estructura paralela impide al elector tomar una decisión razonada sobre su voto”, declaró el jefe de despacho.
Incluso, Cambronero reconoció que el TSE también realiza cabildeo, ya que existe un evidente interés en que se aprueben sus propuestas de ley. “No está mal que se muestren las virtudes de aprobar una ley, pero tiene que ser con transparencia”, precisó.
Estas deficiencias en el sistema de financiamiento electoral motivó al TSE a presentar una serie de proyectos de ley desde marzo del 2023.
Las iniciativas buscan regular el uso de troles en campañas, combatir la desinformación, endurecer las reglas para la creación de nuevos partidos políticos, cambiar el mecanismo de financiamiento de los partidos y prohibir la contratación de familiares.
Sin embargo, los diputados de la Asamblea Legislativa mantienen esos proyectos en el abandono, con un escaso o nulo avance. Mientras tanto, los legisladores impulsan iniciativas de su propia agenda pese a que el TSE advirtió de las graves consecuencias que habría.
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