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Este sábado 20 de setiembre fracasó el intento de realizar la asamblea nacional del partido chavista Movimiento Tiempo de Valientes (Motiva), debido a que llegaron solo 12 de los 39 delegados necesarios para alcanzar el cuórum. El objetivo de la agrupación era elegir a sus candidatos a la presidencia y vicepresidencias de la República, así como las candidaturas a diputaciones.
La Nación habló con dos de los delegados presentes en el Salón Comunal de Barrio Luján: Donald Cerdas, de Cartago, y Lilliam Barrantes, de Guanacaste. Ellos acusaron que la falta de cuórum se debió a la coacción aplicada desde la cúpula del partido, específicamente, el tesorero Roilan Mora, y el presidente Juan Carlos Araya. Mora es hermano del exministro de Deportes y candidato a diputado por el Partido Pueblo Soberano (PPSO), Royner Mora.
Tanto el tesorero como el presidente del partido llegaron a la asamblea de este sábado; sin embargo, se quedaron en la parte de atrás del salón, de pie y no tomaron la palabra. Según Cerdas y Barrantes, los miembros de la cúpula llegaron pero no firmaron el registro del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para contabilizar el cuórum.
Motiva tendrá que evaluar si convoca a una nueva asamblea este domingo 21 de setiembre, o si lo hace el próximo fin de semana. Las papeletas tienen que quedar definidas obligatoriamente antes de que termine el mes.
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Delegados denuncian coacción
Lilliam Barrantes es una de las delegadas de Motiva que denunció amedrentamiento y coacción por parte de la cúpula del partido. La abogada guanacasteca declaró que se considera “chavista y jaguar de corazón”, pero no está dispuesta a aceptar “el mando corrupto del comité ejecutivo del partido”.
“Roilan (Mora) llegó, no firmó el acta, llegaron vestidos de negro, a intimidar, parecía que venían a cobrar un préstamo. Han hecho intimidación: don José Miguel Villalobos (abogado del presidente Rodrigo Chaves y candidato a diputado por el PPSO) ha visitado y llamado a nuestros delegados. A un montón han intimidado, les dicen que no vengan, que si vienen los demandan, que esto es un delito, que están en lista negra”, explicó Barrantes, quien incluso entró en un enfrentamiento verbal con Mora.
Pese a su enfrentamiento con la cúpula del partido chavista, Barrantes sostiene que el presidente Rodrigo Chaves no está implicado, sino que “las corruptas son algunas personas que dicen ser chavistas”, pero no el mandatario. Por eso, reafirmó su apoyo a la candidata Laura Fernández.
“Se creía que este iba a ser el partido elegido por doña Pilar y el gobierno, y por alguna razón, que no entendemos, no fue así. Pero nosotros somos los verdaderos rodriguistas”, acotó la delegada.
La postura de Barrantes fue respaldada por el delegado de Motiva por Cartago, Donald Cerdas, quien afirmó que le han llegado reportes de intimidación.
“Dicen, no me consta, pero dicen que el tesorero, Roilan Mora, desde Pérez Zeledón, se vino a visitar delegados, personalmente. No sé qué les dirían, porque los intimidaron con el fin de que no vinieran. Eso es un delito electoral. De esto no hay duda, responde a coacción, delegados nos llamaron y nos dijeron que no de un momento a otro”, aseguró Cerdas.
El cartaginés, que es abogado de profesión, aseguró que José Miguel Villalobos llamó a otro delegado de su provincia, llamado Otto Quirós Silesky, y lo habría intimidado y calificado de revoltoso. La Nación intentó verificar esta versión con Quirós; no obstante, el hombre indicó que no se referiría al respecto.
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“Para nosotros fue muy lamentable saber que fuimos utilizados en la conformación del partido. Nos hicieron creer que había una cúpula que tenía que ver con el gobierno central o al menos con el rodriguismo. Cuando doña Pilar Cisneros hizo el banderazo, ese día, fue como que nos echaran un balde de agua fría, al ver que la elección no fue la nuestra”, declaró Cerdas.
Otro delegado de Motiva que se pronunció ante la prensa fue Bernal Rodríguez, oriundo de Atenas, Alajuela, quien aseguró que la cúpula del partido, liderada por Roilan Mora, ha marginado y desplazado a los partidarios disidentes. En su caso, asegura que fue expulsado de grupos de WhatsApp y vetado de las unidades de coordinación. Esta misma medida se aplicó a Lilliam Barrantes.
Mora confirmó a La Nación que Rodríguez y Barrantes fueron expulsados de grupos del partido por solicitud de una mayoría de delegados, acusándolos de tener actitudes irrespetuosas. Empero, Rodríguez sostiene que no se siguió el debido proceso.
“Anoche a las 11 p. m. me llamó un compañero y me dijo ‘don Bernal, que pena, no voy a poder asistir’. Le pregunté por qué, y me dijo ‘es que me están llamando, me están presionando, no quieren que yo vaya”, concluyó Rodríguez.
Versión del Comité Ejecutivo
En primera instancia, al ser consultado por La Nación, el tesorero del Comité Ejecutivo, Roilan Mora, indicó que no hablaría ya que no es el vocero designado por la cúpula partidaria. Sin embargo, al terminar la asamblea, Mora atendió a la prensa.
“Esta actividad se respeta, es democrática. Pero es importante notar que de una asamblea con 115 delegados, no hay más de 100. A ningún delegado se le puede obligar a venir, o a no venir, pero hay un mensaje importante, una negativa de más de 100 delegados. Yo vine porque es mi obligación, pero no participé porque no estoy de acuerdo con el fondo ni las formas”, aseveró Mora.
Sobre las acusaciones de intimidación o coacción, Roilan Mora dijo que no hay pruebas de tal cosa. Sí confirmó que ha sacado a partidarios de grupos de WhatsApp, pero defendió que esos grupos no son la vía oficial de comunicación en el partido.
“Debería preocupar que la gente no está llegando, pueden decir que yo estoy coartando, pero no pensaba que Roilan fuera tan influyente para influir en más del 90% de los delegados. Esto es democrático. Tengo derecho a hablar con los compañeros delegados del partido”, argumentó Mora, quien indicó que algunas personas han intentado pagar a miembros de la asamblea para comprar sus votos.
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