
Cada vez que una persona se acerca a una urna electoral, no solo emite su voto basado en lo que piensa de cada candidato y en las emociones que le genera. Su historia de vida, los momentos históricos que ha recorrido, y por ende, su edad, también le acompañan a emitir el sufragio.
La edad también tiene mucho que ver con la forma como se razona el voto. Dicho factor no solo incide en el apoyo a determinada candidatura o partido, sino también en actitudes hacia la indecisión, el abstencionismo, cambios de opinión y su velocidad.
Para explorar este tema, La Nación habló con el sociólogo Eugenio Fuentes Rodríguez; el demógrafo Gilbert Brenes Camacho, del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (CCP-UCR); y con José Andrés Díaz González, coordinador de la más reciente encuesta del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA), que exploró las intenciones y actitudes hacia el voto en tres grupos de edad.
“”Las experiencias históricas que hemos vivido se ven en nuestras decisiones, y el voto es una de las decisiones más importantes.
“Lo vivido importa, por eso no es lo mismo un adulto mayor, a alguien de edad media o un joven. Todos hemos vivido épocas diferentes, y lo que hemos vivido en común (por ejemplo, la pandemia de la covid-19) ha sido desde diferentes etapas de la vida”, expresó Brenes.
Fuentes coincidió: “Todo lo que tiene que ver con temas electorales está ligado a las emociones, y esto calza mucho en la edad de las personas”.
Los tres especialistas advierten de que estos son patrones generales y no necesariamente aplican a todos los casos, porque cada historia de vida y formas de pensar son propias de cada persona y las excepciones existen.
Los que nunca vivieron el bipartidismo: los menores de 30 años
Es el grupo de votantes que ha perdido mayor peso en el padrón electoral entre el 2002 y el 2026, producto de la baja en la natalidad del país.
Son personas que nacieron entre inicios de 1996 e inicios del 2008. La mayoría, desde la niñez, vio elecciones que iban a segunda ronda y solo los mayores vivieron sus primeros cinco años de vida en un modelo de bipartidismo.
Lo más común para ellos es una pluralidad de candidaturas, con partidos políticos que aparecen y desaparecen, con campañas electorales que no se viven en plazas públicas, sino en redes sociales.
“Los menores de 30 (años) tienen otras preocupaciones. Las nuevas generaciones han internalizado los derechos humanos de nueva generación: derechos sexuales y reproductivos, por poner un ejemplo. Eso es importante para ellos. Son diferentes a quienes tienen de referentes a (José) Figueres Ferrer o a (Rafael Ángel) Calderón Guardia”, destacó Fuentes.
En esta edad es donde el candidato del Frente Amplio, Ariel Robles Barrantes, tiene un mayor apoyo. Según el Idespo, el 13% de su caudal político son votantes nuevos (quienes no tenían la mayoría de edad en las pasadas elecciones).
“Es posible que en este grupo los discursos de derechos humanos favorezcan a Robles y a Claudia Dobles (Coalición Agenda Ciudadana)”, expresó Fuentes.
Por otra parte, solo el 1,2% de los nuevos electores apoya a Laura Fernández Delgado, del Partido Pueblo Soberano (PPSO).
Indecisión. La encuesta del Idespo estudió el grupo menor de 35 años. Este es el segmento con mayor indecisión. El 57% de esta población no sabe por quién votar, algo que también ocurre con el 33,8% de los electores mayores de 50 años.
“Una razón puede ser que los jóvenes quieran pensar y analizar más su voto, pero también nos dicen que no tienen suficientes datos que les permitan conectar con alguna propuesta de los partidos por el momento”, dijo Díaz.
Fuentes consideró que los candidatos hacen pocos esfuerzos para informar a este sector: “Podría ser que se estén pensando más el voto, una intencionalidad de dar un voto informado, pero cuando la promoción de los votos es bailando y aplaudiendo o consignas que carecen de sentido o abrazar gente, eso no se concreta en ideas con las que la gente pueda tomar decisiones. Para quienes no están convencidos puede ser complicado votar”.
Abstencionismo. Este es el grupo etario que mostró menos tendencia al abstencionismo: 5,4%.
30-49 años: bipartidismo en niñez y adolescencia, su caída en la adultez

Dos de cada cinco votantes (39,62%) inscritos para los comicios del 2026 tienen entre 30 y 49 años. Lo anterior denota un padrón más de edad media y ya no tan joven como hace unos años.
Son personas que ya han pasado por varias elecciones, han visto el resultado de su voto y pueden actuar con eso.
Las personas de ese rango etario vivieron el apogeo del bipartidismo en la niñez y adolescencia, y solo los mayores tenían 18 años o más en las últimas elecciones de esa época (1998).
A partir de 2002, se conformaron más fuerzas electorales que llevaron a segundas rondas y la Asamblea Legislativa pasaba a tener representaciones más fragmentadas.
“La ruptura del bipartidismo llevó a opciones menos estables para muchos”, expuso Brenes.
50-64 años: fenómenos volátiles
Si bien esta no es la generación con mayor cantidad de personas en el actual padrón electoral, sí es la que más aumento tuvo en los últimos 24 años.
Son personas que vivieron la crisis económica de la década de 1980, las minidevaluaciones.
“Fenómenos de vida distintos en los cursos de vida de esas generaciones. De mi generación, yo recuerdo la crisis de los 80, las filas en los estancos. Nuestras decisiones están tomadas de cómo se resolvió esa crisis y de cómo estaba en la economía en ese entonces”, aseveró Fuentes.
Agregó: “Quienes nacieron en los 60, 70, que tienen entre 50 y 64 años, entraron en la escuela y colegio cuando el Estado benefactor era relativamente fuerte y han visto cómo se ha debilitado con el paso del tiempo”.
Allí está la famosa “generación perdida” de la crisis económica de los 80. Muchas personas de esa edad vivieron su impacto, no terminaron sus estudios y no fueron a la universidad.
“Las motivaciones del grupo, que se sintieron defraudadas por el gobierno, son diferentes a las de los adultos mayores o a las de los más jóvenes”, aseveró el sociólogo.
El voto que envejece con los adultos mayores
Los adultos mayores son el grupo más pequeño, pero que va en franco aumento producto del envejecimiento poblacional. Además, el segmento abarca el rango de edades más amplio, porque va de los 65 a los 118 años, lo que engloba varios periodos históricos.
Muchos tienen de referencia la revolución de 1948. Aunque no la hayan vivido directamente, sí escucharon a sus padres hablar sobre el tema.
Según la encuesta del Idespo, ya desde los 50 años los votantes tienden a decidirse más rápido. Hay una mayor inclinación hacia Laura Fernández, pero también es el grupo donde más se expresa el abstencionismo como una opción, con 7,8%.
“”Hay estudios que señalan que a mayor edad, más conservadora es la persona. No necesariamente en los términos de estar en contra de la población sexualmente diversa o del conservadurismo económico, sino al mantener lo conocido para no buscar cambios.
“Si están satisfechos con la situación actual, van a buscar mantenerla y darle continuidad”, manifestó Díaz.
Para Díaz, en los estudios acerca de cómo el envejecimiento de la población afecta el comportamiento electoral son incipientes, pues durante décadas se concentraron en los jóvenes.
“Hasta ahora estamos tomando conciencia de cómo el proceso de envejecimiento puede tener un impacto en la política electoral”, aseveró.
