
Jerusalén.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirá con el presidente Donald Trump el lunes en Florida, declaró este sábado un alto funcionario israelí a la AFP.
Esta es la quinta visita de Netanyahu a Trump en Estados Unidos este año.
El gobierno de Trump y los otros países mediadores del conflicto por el genocidio de Israel en Palestina buscan avanzar hacia la segunda fase del acuerdo que permitió un cese al fuego en Gaza.
Trump dijo a la prensa, a mediados de diciembre, que Netanyahu probablemente lo visitaría en Florida durante las fiestas de Navidad.
El acuerdo establece que, en la segunda fase, Israel tiene que retirarse de sus posiciones en Gaza y que debe conformarse un gobierno provisional para el territorio palestino, que reemplace al movimiento islamista Hamás. Además, está previsto el despliegue de un contingente internacional.
El acuerdo también contempla que Hamás entregue las armas, un tema que genera resistencia.
El medio estadounidense Axios reportó el viernes que el encuentro entre Trump y Netanyahu es clave para avanzar hacia las siguientes etapas del acuerdo.
Axios afirmó, citando a funcionarios de la Casa Blanca, que el gobierno de Trump quiere anunciar lo antes posible el establecimiento de un gobierno tecnocrático para Gaza y la fuerza internacional de estabilización.
Además, señaló que los altos cargos del gobierno de Trump están “cada vez más frustrados a medida que Netanyahu toma medidas que socavan el frágil alto el fuego y retrasan el proceso de paz”.
De hecho, en numerosas ocasiones, el ejército israelí ha irrespetado el cese de las hostilidades desde octubre.
Además de eso, las preocupaciones de las ONG internacionales de no poder seguir trabajando en Gaza por los draconianos procedimientos de registro impuestos por Israel se confirmaron: 14 de ellas tienen prohibido el acceso y muchas otras denuncian un “control político” a su labor.
En plena catástrofe humanitaria en el territorio palestino devastado por la guerra, aún sin agua potable ni electricidad, la incertidumbre pesa sobre las organizaciones de ayuda antes del 31 de diciembre, fecha límite en la que deberían saber cuál será el destino de su trabajo en Gaza.
De las cien solicitudes de registro presentadas en los últimos meses, “solo 14 fueron rechazadas” a finales de noviembre, afirmó en una declaración enviada a la AFP el Ministerio israelí de la Diáspora y la Lucha contra el Antisemitismo, que desde marzo dirige este nuevo procedimiento obligatorio.
“Las demás han sido aprobadas o están en proceso de examen”, añadió, al precisar: “Israel fomenta la acción humanitaria, pero no permitirá que ningún actor hostil ni ningún apoyo al terrorismo opere (...) bajo la cubierta de la ayuda humanitaria”.
Esta decisión se produce en un momento en que la asistencia que llega a Gaza sigue siendo insuficiente.
Si bien el acuerdo de alto el fuego del 10 de octubre preveía la entrada de 600 camiones al día, en realidad solo entre 100 y 300 transportan ayuda, según las oenegés y la ONU. El resto son principalmente mercancías comerciales inaccesibles para la mayoría de los gazatíes.
Además, aunque la situación de hambruna terminó en Gaza, la población aún enfrenta niveles altos de inseguridad alimentaria y la situación es “crítica”, alertó el viernes Naciones Unidas.

