
¿Alguna vez ha ido a emergencias por un dolor en el pecho y le dicen que es estrés, ansiedad o una contractura muscular? El dolor en el pecho puede ser alarmante, pero no siempre significa lo mismo, por lo que saber diferenciar estas situaciones es importante para actuar a tiempo.
Lo que debe saber:
- El preinfarto no es un diagnóstico médico oficial, sino un término que se utiliza popularmente para describir un conjunto de síntomas que anticipan un posible infarto.
- El dolor en el pecho de origen cardíaco tiene características distintas al dolor por estrés o ansiedad.
- Reconocer la diferencia y acudir a emergencias a tiempo puede salvar su vida.
El infarto es una de las principales causas de muerte en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mauricio Obón, director de Cardiología del Hospital Metropolitano, explica todo lo que usted tiene que tomar en cuenta para cuidar la salud del corazón.
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¿Qué significa tener un preinfarto?
- Aunque no existe en la terminología médica, el concepto de preinfarto se utiliza para describir los síntomas de alarma que pueden avisar de un posible infarto.
- En la mayoría de los casos, se trata de dolores o molestias que aumentan en intensidad y frecuencia, lo que puede ser señal de que el corazón no está recibiendo suficiente oxígeno.
“Típicamente los síntomas suelen pasar en el esfuerzo pero también a veces, sobre todo si el paciente está muy cerca a sufrir un evento cardiovascular, pueden suceder en reposo, pueden empezar a incrementar en intensidad y a incrementar en duración“, explicó Obón.
Los síntomas principales que anticipan un infarto
La señal más típica es el dolor o presión en el centro del pecho, generalmente relacionado cuando usted hace algún esfuerzo físico.
Este dolor puede extenderse hacia el cuello, la mandíbula o el brazo izquierdo y suele estar acompañado de:
- Falta de aire.
- Sudoración fría.
- Náuseas o vómito.
- Malestar abdominal.
Si estos síntomas empiezan a presentarse con menos esfuerzo (por ejemplo, antes al subir dos pisos y ahora solo al caminar 100 metros), esto puede indicar que la persona atraviesa un cuadro de angina inestable, una condición que aumenta el riesgo de infarto si no se atiende a tiempo.
Otros síntomas menos específicos, pero también importantes, incluyen: cansancio extremo, mareos, sensación de desmayo y cambios en la presión arterial o la frecuencia cardíaca.
¿Cómo saber si es un preinfarto, dolor muscular o ansiedad?
Dolor de origen cardíaco (preinfarto)
- Opresivo, como “peso” en el pecho.
- No cambia al mover el cuerpo ni al palpar la zona.
- Dura entre 5 y 20 minutos.
- Puede expandirse al brazo, cuello o mandíbula.
- Se acompaña de falta de aire y sudoración.
Dolor por estrés o ansiedad
- Suele aparecer en situaciones de tensión emocional.
- Se acompaña de palpitaciones, sensación de ahogo o incluso, adormecimiento en manos.
- Tiende a mejorar al relajarse o respirar profundamente.
- Puede ser más nocturno o aparecer en reposo.
Dolor muscular
- Empeora con ciertos movimientos.
- Se reproduce al tocar el área afectada.
- Puede durar horas o días.
- Suele localizarse en cuello, espalda o parte lateral del pecho.
Otras causas
- Problemas digestivos: como el reflujo ácido o la inflamación del esófago, que a veces generan un dolor muy parecido al cardíaco.
- Inflamación de los cartílagos del pecho: conocida como costocondritis, puede causar dolor al mover el torso o al tocar la zona.
Cuando alguien consulta por dolor torácico, los médicos no solo piensan en el corazón, sino también en estas otras posibles causas.

¿Quiénes son más propensos a sufrir un infarto?
El riesgo no es el mismo para todas las personas. Influyen la edad, antecedentes familiares y enfermedades como la diabetes, hipertensión u obesidad.
- Los hombres mayores de 50 años y las mujeres después de la menopausia son más propensos.
- El tabaquismo, el sedentarismo y el estrés incrementa las probabilidades.
- Los pacientes con enfermedades autoinmunes o apnea del sueño también presentan un mayor riesgo cardiovascular.
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¿Cuándo acudir a emergencias?
- Si los síntomas se presentan con intensidad o de manera recurrente, la mejor decisión es acudir inmediatamente a un servicio de emergencias, donde se pueden realizar pruebas como electrocardiogramas y exámenes de enzimas cardíacas.
Cuide su corazón con estas recomendaciones
- No ignore síntomas de dolor en el pecho, especialmente si se acompañan de sudoración o dificultad para respirar.
- Mantenga un control médico regular si tiene factores de riesgo.
- Adopte hábitos saludables: alimentación balanceada, ejercicio moderado y reducción del consumo de tabaco y alcohol.
- Aprenda a manejar el estrés, ya que puede contribuir a la aparición de síntomas similares a los cardíacos.
“Cuando las cosas son detectadas a tiempo, en la gran mayoría de ocasiones tenemos las herramientas disponibles para modificar el curso de esa enfermedad y que ojalá el paciente nunca llegue a tener un infarto“, finalizó el especialista.
