Trece personas, incluidos los familiares inmediatos del biólogo infectado con rabia, serán vacunadas entre este miércoles y jueves contra este virus para prevenir la aparición de esta mortal enfermedad.
El director de la Dirección de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud, Daniel Salas Peraza, explicó que desde la confirmación del caso, el 21 de octubre, se han buscado allegados y personas contactadas por el hombre de 43 años.
El biólogo permanece delicado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital San Juan de Dios, al que ngresó paralizado del cuello hacia abajo el domingo 21 de octubre.
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“La vacuna se le aplicó a todos dentro del círculo familiar. Muchos de esos 13 contactos son personas ligadas a la atención del paciente, como la terapeuta física y médicos y enfermeras. Si no hay una exposición clara a un fluido directo del paciente, no se tiene que vacunar. A ellos se les está vacunando preventivamente”, explicó Salas.
El médico aclaró que solo se inmunizará a las personas con un contacto muy directo, donde pudo haber intercambio de saliva.
“No es necesario vacunar a alguien solo por haberle dado la mano. Contrario a virus como el de la influenza que puede permanecer horas en una superficie, el de la rabia es muy lábil (débil) al efecto del ambiente y desaparece muy rápido”, explicó Salas.
Por su parte, autoridades del San Juan de Dios informaron la tarde de este miércoles que también pidieron colaboración a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para contactar al experto mundial en este virus, Rodney Willoughby, creador del protocolo para el abordaje de estos casos.
Sin consulta oportuna
El hombre afectado fue mordido por un murciélago durante un viaje familiar, el 15 de agosto. Junto a sus parientes, ingresó a una cueva en Copey de Dota donde había murciélagos y tocó a uno de ellos, que lo mordió en el brazo izquierdo.
Estos animales, hasta ahora, son los únicos transmisores de rabia en humanos detectados en el país.
Lamentablemente, el biólogo no consultó a tiempo.
Según los reportes del Ministerio de Salud, acudió por atención hasta el 11 de octubre, cuando ya habían aparecido los primeros síntomas de la enfermedad: adormecimiento de las extremidades, dolor, fiebre, problemas para deglutir y alucinaciones.
La vacunación, explicó Salas, debe hacerse antes de que se desencadenen los síntomas, pues esta enfermedad, una vez desarrollada, es mortal en casi el ciento por ciento de los casos.
Después de que trascendió este caso por los medios, informó Salas, una mujer de 28 años se presentó a los servicios de Salud para solicitar la vacuna.
“También es bióloga. Reportó un accidente laboral en una finca en Sabanilla de Montes de Oca (San José)”, comentó Salas, quien desconocía el tipo de animal con el que entró en contacto esta mujer.
Por ahora, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) reforzó su sistema de vigilancia para detectar algún cambio en el reporte del virus en otras especies de animales.
Daniel Salas dijo que el país cuenta con suficientes vacunas, que se colocan en dos situaciones:
- Posexposición: cuando la persona reporta un evento rábico (mordedura de algún animal como murciélagos, ardillas, coyotes o perros), y cumple con el protocolo para la vacuna. En estos casos, el esquema es de cinco dosis (día 0, 3, 7, 14 y 28). La inmunidad es de por vida; es decir, no necesita volverse a vacunar.
- Pre-exposición: se le coloca la vacuna a personas con alto riesgo de contacto con el virus, como investigadores, trabajadores ganaderos o quienes interactúan con animales silvestres. El esquema es de tres dosis (día 0, 7 y 28).
La última muerte en el país de una persona por esta causa se registró en el 2014, cuando un niño de 9 años falleció en Palmar Norte, en la zona sur.
Desde 1967, diez personas han muerto en Costa Rica por esta causa, según el Ministerio de Salud.
Los murciélagos desempeñan destacados roles en el ecosistema que traen beneficios al ser humano. De ahí que resulte importante que las personas no invadan sus hábitats.
En esto fue enfático Salas Peraza pues, según dijo, no se trata de atacar a estos animales pues ellos están en su medio.
“Lo que más nos interesa es que la población haga conciencia, hay que tenerles cuidado y recelo. No matarlos, pero no tocarlos”, reiteró.