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La realidad política y fiscal obligó a los diputados a bajar el tono del 1.° de mayo. La dureza que rodeaba el tema fiscal entre el bloque de la oposición y el oficialista se empezó a resquebrajar y para esta semana los acercamientos a un diálogo se asoman en cuesta de Moras.
El Congreso, dividido en dos bandos a partir de la elección del Directorio legislativo, dejaba ver un bloqueo inminente si ambas partes no daban espacio al diálogo.
Ambos grupos coinciden en que la crisis fiscal tiene en problemas al Estado, en momentos en que las autoridades de Hacienda proyectan que el déficit fiscal para este año cerrará por encima del 6%, con una maquinaria institucional que gasta más de lo que recibe.
El anuncio de los dos bloques de darles vía rápida a las soluciones fiscales que cada uno presenta, se queda en el discurso si no se llega a un acuerdo.
Lo anterior, en vista de que ninguno de ambos bandos suma los 38 votos necesarios para dar vía rápida a sus agendas de proyectos de ley.
Trabados. Por un lado, la alianza opositora, conformada por Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC), Movimiento Libertario, Alianza Demócrata Cristiana, Renovación Costarricense, Restauración Nacional y Accesibilidad Sin Exclusión pretendía dar vía rápida a dos planes de recorte al gasto del Estado.
El conglomerado suma 34 votos, aunque logró sumar 36 votos en la elección del Directorio, para colocar al diputado del PLN (se le sumaron dos nulos del PAC), Antonio Álvarez, como nuevo presidente del Congreso. Con ello pudieron montar un directorio de oposición y se garantizaron el control administrativo-político de la Asamblea Legislativa.
El bloque oficialista de Acción Ciudadana (PAC) y Frente Amplio (FA), que sumado al voto de la exlibertaria Carmen Quesada, intentó frenar la elección de Álvarez, también promueve aplicar una vía rápida, pero a los proyectos del impuesto al valor agregado (IVA) y renta con que el Gobierno pretende una mayor recaudación
Este domingo trascendió que el grupo –de 20 legisladores– adversa subir gradualmente el IVA del 13% al 15% como lo pretende el Poder Ejecutivo.
El presidente Luis Gmo. Solís espera que este grupo impida la aplicación de la vía rápida a los proyectos de recorte al gasto del Estado, pues teme que votar estas leyes sin un diálogo nacional que incluya los sectores afectados, pueda devenir en una confrontación social que prefiere evitar.
Así las cosas, ninguno de los dos grupos de diputados tiene el músculo suficiente para sustentar la mayoría calificada (38 de 57 votos del plenario).
Este escenario tiene a ambos bloques amarrados.
Negociación forzada. En este escenario, a los diputados no les queda más que sentarse a negociar a partir de esta semana.
El libertario Otto Guevara adelantó que hoy mismo llevará un discurso conciliador a sus colegas jefes de fracción.
“Para que nos sentemos a negociar el contenido de cada proyecto, antes de aplicar la vía rápida y suscribamos un acuerdo político”, dijo Guevara.
Su contraparte del Frente Amplio, Edgardo Araya, aseguró que están dispuestos a conversar, sin que esto implique poner en peligro derechos adquiridos de los trabajadores del sector público.
En esta línea, el presidente legislativo, Antonio Álvarez, hizo un llamado a calmar los ánimos, y garantizó que no se trata de recortar derechos adquiridos de los empleados públicos.
La disposición de unos y otros se vio ratificada por el diputado de Alianza Demócrata Cristiana, Mario Redondo, y por la jefa de fracción del PAC, Laura Garro.
Desde hoy los diputados deberán demostrar si el compromiso de diálogo se refleja en acuerdos en la segunda semana de este periodo, donde las bancadas tienen el control de la agenda.
