
Gaza volvió a escuchar silencio. Luego de dos años de guerra, Israel y el movimiento islamista Hamás alcanzaron un acuerdo de alto el fuego en Gaza este jueves 9 de octubre, durante una reunión en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.
Tras meses de negociaciones, el pacto se concretó con mediación internacional en la que participó: Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía. Sin embargo, detrás de la tregua hay intereses y objetivos distintos, así como factores externos que influyeron en la negociación.
En este Explicador conversamos con Carlos Murillo, analista internacional de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA), y Luis Diego Segura, académico de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UNA, para analizar el papel de los países involucrados.
LEA MÁS: Euforia en Gaza tras anuncio de acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamás
Pero, primero, ¿qué contempla el acuerdo?
El acuerdo establece, en la primera de tres fases, la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza a cambio de la excarcelación de unos 2.000 prisioneros palestinos, así como la entrada de ayuda humanitaria.
Además, incluye otros 20 puntos propuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, como parte del marco de paz negociado con mediadores árabes.
LEA MÁS: Acuerdo de 20 puntos para cese el fuego de Israel y Hamás: esto es lo primero a ejecutarse
Se espera que la implementación se realice por etapas, a lo largo de tres fases sucesivas.
El pacto ha sido calificado por la comunidad internacional como un “paso histórico” hacia la paz, aunque aún persisten desafíos y tensiones sobre su aplicación y el futuro político de la región.
Las caras del acuerdo:
Estados Unidos
Estados Unidos trazó las líneas generales del pacto y desempeñó el papel de mediador central, liderando las propuestas del alto al fuego. El presidente Donald Trump coordinó las negociaciones entre Israel y los mediadores árabes.
De acuerdo con la BBC, el marco de principios en el que se basa el acuerdo fue redactado por el enviado de Trump, Steve Witkoff, y su yerno, Jared Kushner, tras consultas a países árabes y europeos.
Con su mediación, Estados Unidos pretende fortalecer su liderazgo diplomático global, demostrando capacidad para resolver conflictos complejos y proyectarse como mediador indispensable ante sus aliados árabes y europeos. De esta forma, desplaza la influencia de Rusia, China o Irán de la región.
LEA MÁS: María Corina Machado dedica Nobel de la Paz a Donald Trump
El internacionalista Murillo mencionó que otro de las posibles razones de liderar la mediación fue el interés que manifestó abiertamente Trump por obtener el Premio Nobel de la Paz. No obstante, el galardón fue otorgado a la venezolana María Corina Machado, opositora del régimen de Nicolás Maduro.
Egipto
Egipto es uno de los principales mediadores del conflicto. Murillo mencionó que, durante este siglo, el país se ha caracterizado por buscar posiciones de consenso entre las distintas naciones árabes, especialmente entre los dos grandes grupos religiosos del islam: chiitas y sunitas.
Su posición geográfica le otorga un peso especial, ya que posee territorio tanto en África como en Asia, y es vecino directo de la Franja de Gaza y de Israel.
Egipto enfrenta además una fuerte presión geopolítica: si la guerra no se detiene, parte de la población palestina podría intentar huir hacia su territorio, particularmente hacia la península del Sinaí.
“Eso sería un problema complicado para el gobierno egipcio. Tener un campo de refugiados de Palestina, como ya lo tuvo en el pasado, generaría más tensiones e inestabilidad. Por eso su gran interés en ese rol mediador”, comentó Murillo.
Catar
En las últimas dos décadas, Catar se ha posicionado como un referente financiero, consolidándose como un país con un rol clave en Oriente Medio, pese a su tradición conservadora en lo religioso, señaló Murillo.
Catar ha actuado como donante de peso e interlocutor clave en diversos conflictos regionales, brindando su territorio como zona segura para negociaciones en múltiples momentos y fases.
Esta estrategia constituye parte de la política exterior activa de Catar, que busca estar en la vanguardia de la región y destacar en temas de seguridad, cooperación internacional y posicionamiento geopolítico.
Turquía
Según Murillo, el gobierno turco no desea que la guerra en Gaza se extienda a nivel regional, ni que provoque repercusiones en naciones vecinas como Siria, ya que podría verse directamente afectado por su cercanía geográfica y la frontera que comparte con ese país.
Segura, en cambio, indicó que Turquía cumple un papel crítico como potencia regional en el conflicto Israel–Palestina. Su rol como mediador, junto con Egipto, tiende a favorecer la posición palestina, aportando apoyo político y legitimidad internacional a la causa palestina en las negociaciones y foros regionales.
Los actores del acuerdo:
Israel
Murillo señaló que Israel se encuentra políticamente fragmentado: hay sectores que no desean el fin del conflicto en Gaza. La agencia AFP informó que el ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, se opuso a la aprobación del acuerdo.
No obstante, también existen grupos “cansados de que en dos años no hayan logrado rescatar a los rehenes vivos o muertos y quieren paz. Ya están agotados”, agregó el experto.
El primer ministro israelí Benjamín ‘Bibi’ Netanyahu, además, ha perdido respaldo en Medio Oriente y enfrenta cada vez cuestionamientos más fuertes de varios países europeos, tradicionalmente cercanos a Tel Aviv.
El primer ministro atraviesa una situación política crítica y busca apoyo internacional, dijo Murillo. Al mismo tiempo que enfatizó en que, detrás del plan de paz también hay intereses económicos: se pretende convertir a Gaza en una zona económica preferencial, con un modelo de desarrollo corporativo.
Hamás
La organización de Hamás está debilitada y no tiene el respaldo de la población de Gaza, como la tuvo en el primer año del conflicto. Asimismo, perdió a sus principales aliados árabes, en especial a Catar, señaló Murillo.
LEA MÁS: Hamás asegura haber recibido garantías de Estados Unidos de que la guerra en Gaza terminó
El analista explicó, además, que el movimiento militante palestino se estaba quedando aislado con un soporte muy debilitado de aliados como Hezbolá en el Líbano y el gobierno de Irán. Y con una dirigencia diezmada después de los años de conflicto con el ejército israelí.
Aunque suena extraño, el movimiento de Hamas no está alineado con la Autoridad Nacional Palestina, encabezada por Mahmoud Abás, y que controla Cisjordania.
De hecho, en su discurso ante la Organización de Naciones Unidas, Abás rechazó que Hamas tenga algún papel futuro en el gobierno de un Estado palestino.
