En los próximos 25 años, la cantidad de pensionados del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) crecerá de manera vertiginosa y llevarán al principal fondo de jubilaciones de Costa Rica a un escenario de alta tensión para su sostenibilidad.
Una proyección de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) muestra que, en 2050, por cada persona jubilada habrá 2,4 cotizantes. Hoy son cinco trabajadores por cada pensionado.
En otras palabras, a futuro serán cada vez menos los trabajadores que harán aportes a este sistema de jubilación para pagar las pensiones en curso de pago, lo cual se conoce como radio de soporte.
La estimación muestra que las personas cotizantes crecerán de manera más acelerada que los trabajadores, así se desprende de los oficios GP-0314-2025 y GF-0806-2025, remitidos a la Junta Directiva de la Caja por las gerencias de Pensiones y Financiera.
Los documentos revelan que, para los próximos 25 años, el número de pensionados alcanzará las 937.566 personas, es decir, cerca del 15% de la población del país estará cobijada por el fondo. Esto supondrá un aumento de 554.543 jubilados respecto de los 383.023 proyectados para el cierre del 2025.
El cálculo en el crecimiento de pensionados del IVM de la CCSS formó parte de un análisis elaborado sobre la gestión de riesgos y la situación actual del fondo, tras un informe emitido por la Superintendencia de Pensiones (Supén), en noviembre del año pasado, en el que advirtió sobre 25 deficiencias en la administración del régimen.
Según el último estudio actuarial, de setiembre del 2024, el régimen presentaba un déficit actuarial de ¢74,6 billones. Según la última Valuación Actuarial del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, en ese momento se proyectó que el IVM entraría en una fase crítica en 2035, cuando las cotizaciones resulten insuficientes para cubrir los egresos del fondo.
El análisis también estimaba que, hasta el 2041, sería necesario utilizar la reserva para sostener los pagos.
Sin embargo, en marzo del 2025, la Auditoría Interna de la CCSS, en el informe AD-AFINPE-0024-2025, alertó sobre un “inminente riesgo” de tener que recurrir a dichos recursos durante este mismo año. De concretarse, esta situación anticiparía en 16 años el uso de la reserva previsto en el estudio anterior.
La relevancia de este fondo de pensiones radica en que es el más grande del país y ampara tanto a asalariados como a trabajadores independientes. Por ello, una gestión deficiente y las fallas en su administración inciden directamente en las pensiones de la población afiliada.
LEA MÁS: Auditoría de CCSS señala ‘inminente riesgo’ de usar reserva del IVM para pagar pensiones en 2025

Límites de CCSS
El incremento exponencial de los futuros jubilados ocurre en un contexto en el cual la institución acepta limitaciones y necesidad de cambios para atender a los afiliados.
“La CCSS ha decidido realizar una transformación estructural mediante la aprobación de una hoja de ruta para implementar un nuevo Modelo de Gestión de Pensiones, considerando que el modelo actual, debido a su madurez, presenta ciertas limitaciones en su desarrollo", aceptó la institución en una respuesta por escrito.
Para poder atender a los futuros beneficiarios, la Caja acepta que debe realizar una trasformación tecnológica de su actual modelo de gestión.
“Hay un aumento en la demanda de solicitudes de pensión con el mismo recurso humano y que esto a veces tiende a solventarse con alguna partida de tiempo extraordinario, que no es lo más conveniente“.
— Jaime Barrantes, gerente de Pensiones. Sesión 9.514 de Junta Directiva (24 de abril del 2025).
Esta necesidad obedece, en parte, a una de las deficiencias señaladas por la Supén, la cual advirtió un incremento en la carga laboral del personal encargado del trámite, debido al aumento en la demanda y a los reprocesos originados por devoluciones desde las sucursales.
Esta situación llevó a la Gerencia de Pensiones a implementar jornadas extraordinarias, lo que derivó en un aumento considerable del gasto: pasó de ¢3,8 millones en 2021 a ¢18,3 millones en 2022. Esto representó un alza del 383%, mientras que, en 2023, el monto desembolsado ascendió a ¢25,1 millones.
“Hay un aumento en la demanda de solicitudes de pensión con el mismo recurso humano y que esto a veces tiende a solventarse con alguna partida de tiempo extraordinario, que no es lo más conveniente", dijo Jaime Barrantes, gerente de Pensiones en la sesión 9.514, el pasado 24 de abril.
Más pensionados por vejez
En el caso de las pensiones por vejez, específicamente, la CCSS reportó un aumento del 224% entre el 2010 y el 2024. En solo 14 años, la cifra se triplicó, y la institución anticipa que esta tendencia acelerada se mantendrá en los próximos años.
En el 2010, la CCSS registró 68.433 pensionados por vejez, cifra que ascendió a 221.888 en el 2024.
Durante este periodo se registró una avalancha de jubilaciones anticipadas que, además de incrementar la cantidad de beneficiarios, elevó significativamente el gasto de la CCSS en pensiones IVM durante el 2024.
Según los estados financieros de ese año, el régimen destinó ¢1,85 billones al pago de pensiones y seguros médicos, frente a los ¢1,63 billones reportados en el 2023, lo que representa un aumento interanual de ¢227.744 millones, equivalente al 14%.
Este comportamiento respondió a una reforma aprobada por la Junta Directiva de la CCSS en agosto del 2021, que eliminó la posibilidad de pensionarse anticipadamente para los nombres. Para las mujeres se mantuvo el retiro anticipado, pero con una edad mínima de 63 años (antes era 60) y una reducción de cuotas, de 450 a 405.
La reforma contempló un periodo transitorio que permitió a quienes cumplieran los requisitos previos retirarse con las condiciones anteriores hasta el 12 de enero del 2024, lo cual generó un ascenso de solicitudes para adelantar la jubilación.
Supén sugiere cambios; CCSS opta por reforma integral
En su informe, la Superintendencia de Pensiones recomendó a la CCSS, entre otras acciones, desarrollar e implementar un plan de capacitación para los nuevos funcionarios que ingresan a las sucursales a gestionar trámites del régimen de pensiones.
Además, sugirió establecer una mejor clasificación de solicitudes, con fecha, hora y asignación, que permita priorizarlas de forma eficiente para reducir rezagos y garantizar una atención oportuna sin afectar los pagos ni el proceso de otorgamiento de pensiones.
Pese a lo anterior, la CCSS afirmó a La Nación que, en lugar de adoptar medidas correctivas puntuales, optará por transformar su estructura organizativa, al reconocer que su modelo actual de gestión en pensiones presenta diversas limitaciones.
La institución añadió que dicha transformación pretende fortalecer la gestión de riesgos en el proceso de pensiones y priorizar a los asegurados, mediante mejoras en los servicios digitales y el reforzamiento del personal de atención.