El impuesto al valor agregado (IVA) superó al impuesto sobre la renta como principal fuente de recaudación del Gobierno, tras un repunte en los ingresos del primero que permitió recortar la diferencia.
Al primer cuatrimestre de 2025, los ingresos por IVA ascendieron a ¢842.494 millones, superando en ¢1.565 millones a los de renta, que fueron de ¢840.930 millones. Esto no sucede, al menos, desde 2019, según las cifras fiscales del Ministerio de Hacienda, con corte a abril de cada año.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, comentó que del total de ingresos tributarios el IVA representó el 36,8% y la renta el 36,7% al cierre de abril de 2025, cuando los ingresos tributarios alcanzaron ¢2.289 941 millones.
El jerarca explicó que aunque la situación no ha sido común en los últimos años, podría revertirse en el transcurso de los próximos meses conforme se materialicen los pagos parciales de renta. Añadió que, en todo caso, no representa un motivo de preocupación.
“Se debe de tomar en cuenta que aún no se han visualizado los efectos estacionales correspondientes a los pagos parciales de renta, para los meses de junio, setiembre y diciembre, esto podría dinamizar el comportamiento de este rubro y repetir el patrón donde renta ha sido superior al IVA en los últimos ocho años”, comentó Acosta.
Elian Villegas, exministro de Hacienda, aseguró que, aunque actualmente el ingreso por IVA es mayor, la recaudación en el primer cuatrimestre de 2025 se mantiene muy similar, pues la diferencia entre ambos tributos no es tan amplia.
Villegas añadió que la recaudación del impuesto sobre la renta tiende a ser más estática y que, cuando los contribuyentes enfrentan caídas en este tributo, la recuperación suele ser más lenta.
“Tuvimos bajonazos de renta por el tema del tipo de cambio. Entonces, las empresas suelen ser cuidadosas y no llegan (a los niveles de pago) con la misma naturaleza que llegaban antes. Tienden a quedarse en el piso donde están que a ir hacia donde estaban antes. En cambio, el IVA se mueve con mayor naturalidad, responde más al mercado y es menos susceptible a evasiones”, externó el exjerarca.
Fernando Naranjo, exministro de Hacienda, explicó que el IVA es un tributo que grava, básicamente, el consumo de las familias. En cambio, la renta grava las utilidades netas de las empresas, las cuales enfrentan un panorama más complejo por la baja en el tipo de cambio, la competencia externa y las limitaciones para ajustar precios.
La recaudación del IVA también superó en ¢65.066 millones a la del impuesto sobre la renta si se analizan los datos acumulados entre abril de 2024 y abril de 2025. En este lapso, los ingresos del primero ascendieron a ¢2.664.945 millones, mientras que los del segundo fueron de ¢2.599.878 millones.
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¿Cómo se explica?
El ministro de Hacienda señaló que la situación en la que el IVA supera al impuesto sobre la renta en el acumulado del primer cuatrimestre de 2025, a pesar de que históricamente este último ha registrado mayor recaudación, responde a una combinación de factores coyunturales y estructurales.
Acosta afirmó que el IVA ha tenido un comportamiento más dinámico, impulsado por sectores como servicios financieros, comercio y actividades profesionales, así como por un aumento en las importaciones de bienes de consumo y manufacturas. Esto fortaleció la recaudación.
El jerarca agregó que, en el caso del impuesto sobre la renta, los datos aún no reflejan plenamente los efectos estacionales de los pagos parciales, que se concentran en los meses de junio, setiembre y diciembre.
“Un elemento adicional que incide en la dinámica es la volatilidad de los pagos parciales, los cuales se calculan con base en el promedio de los últimos tres períodos fiscales. Esta metodología, en el contexto actual, ha generado distorsiones importantes”, dijo Acosta.
Ante esta situación, los montos recaudados por concepto de renta “pueden no reflejar con precisión el nivel de actividad económica actual”, lo que genera una diferencia atípica en la comparación entre renta e IVA durante los primeros meses, según Acosta.
Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), afirmó que es clave entender el comportamiento que ha tenido el impuesto sobre la renta, pues la apreciación del tipo de cambio impacta en la base imponible de muchas empresas que generan ingresos en dólares pero enfrentan gastos en colones. Esto reduce sus utilidades reportadas en moneda local.
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Añadió que también incide la baja inflación, pues las empresas evitan ajustar precios y los salarios tampoco aumentan, lo que limita el crecimiento del ingreso disponible y, en consecuencia, la demanda interna.
“En este contexto, es natural que el IVA crezca más que el impuesto de renta, porque el IVA grava el consumo, mientras que la renta grava utilidades. Aunque el consumo esté débil, sigue habiendo un nivel de actividad que genera ventas sujetas al IVA. En cambio, las utilidades de las empresas han estado más presionadas por factores de apreciación del tipo de cambio, la baja inflación y márgenes reducidos”, explicó Ortiz.
Entre 2019 y 2024, las cifras fiscales del año calendario (enero a diciembre) muestran que los ingresos por IVA llevan seis años consecutivos al alza, mientras que los de renta aumentaron durante tres años seguidos entre 2021 y 2023, pero disminuyeron en 2024.
Además, durante 2023 y 2024, la recaudación por IVA tuvo un aumento interanual más fuerte que el de renta, lo que redujo la brecha entre ambos. Al cierre del año pasado, los ingresos por renta superaron al IVA por apenas ¢3.757 millones, mientras que en 2022 y 2023 la diferencia fue de ¢239.000 y ¢203.000 millones, respectivamente.
Villegas explicó que el modelo económico de Costa Rica, enfocado en exportaciones desde zonas francas, también influye, debido a que estas operaciones generan flujos importantes en el mercado (gravados con IVA), pero las empresas tributan menos por renta.
“Si seguimos por esa ruta, entonces sí se va a dar una situación donde, de forma natural, el IVA va a tomar una mayor importancia que la renta”, manifestó Villegas.
Ortiz señaló que existen rubros del consumo con demanda relativamente inelástica, como los alimentos, lo que sostiene el flujo del IVA. En cambio, los ingresos empresariales han sido más sensibles a la coyuntura económica y posiblemente reflejen, hacia el futuro, la desaceleración del crecimiento en Costa Rica.
¿Es un problema?
Una de las interrogantes que surgen ante esta dinámica es si el liderazgo del IVA en la recaudación, en lugar del impuesto sobre la renta, podría comprometer la sostenibilidad fiscal si esta tendencia se mantiene.
Villegas manifestó que es probable que esta tendencia continúe, ya que considera que las contribuciones por renta crecerán gradualmente, sin que se den aumentos marcados que permitan una recuperación acelerada.
No obstante, el exministro enfatizó que no lo considera un problema, pues lo fundamental es que los ingresos lleguen, independientemente de si provienen del IVA, de la renta o de otros tributos.
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“Si los flujos se compensan, es irrelevante desde el punto de vista tributario. Lo que se necesita es que llegue la plata y saber con cuánto se contará en caja”, afirmó Villegas. Añadió que es clave monitorear factores que podrían afectar la recaudación del IVA, como el uso de medios de pago que dificulten su cobro.
Hacienda también señaló que el hecho de que el IVA lidere la recaudación no representa, por sí mismo, un riesgo para la sostenibilidad fiscal. Añadieron que el liderazgo del IVA en la recaudación responde, en parte, a mejoras en el cumplimiento tributario.
Por su parte, Naranjo consideró que podría tratarse de un fenómeno temporal, y que un eventual cambio en la política monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR) modificaría el panorama.
A abril pasado, los ingresos totales alcanzaron ¢2.583.080 millones, lo que representa un crecimiento del 2,5% respecto al mismo periodo de 2024, cuando fueron de ¢2.519.311 millones. El resultado se explica, principalmente, por el buen desempeño de los ingresos tributarios.

