
La incertidumbre generada por los aranceles que el gobierno de Donald Trump impuso a las exportaciones de Costa Rica provocó una caída del 7% en el flujo de inversión extranjera, según un análisis de Deloitte.
Deloitte añadió que la política comercial de Estados Unidos representa un factor de riesgo para la actividad económica de Costa Rica, ya que reduce la competitividad del país.
“El crecimiento económico sería del 3,56% en 2025, cuatro puntos base por debajo del escenario de arancel del 10%, y registraría un crecimiento promedio del 3,39% para el período de 2026 a 2029”, estimó Deloitte en un documento publicado el pasado 30 de noviembre.
En su análisis, Deloitte indicó que los aranceles estadounidenses podrían frenar la actividad económica hacia finales del año, mientras que la política monetaria podría estimular el consumo y la inversión en 2026.
“Esto significa que las exportaciones costarricenses pierden competitividad en el mercado estadounidense durante 2025, lo que reduce la actividad económica hacia finales de año. Con tasas de interés más bajas, se estimularía el mercado interno. Esto se traduce en una mayor demanda interna (consumo de hogares y empresas) y más inversión interna (proyectos privados y públicos que se financian con crédito más barato)”, acotó la firma.
Por esta razón, Deloitte advierte que, mientras los aranceles desaceleran el motor externo de la economía, la política monetaria intenta activar el motor interno para 2026.
La firma también reveló que las importaciones desde Centroamérica y República Dominicana hacia Estados Unidos crecieron un 10% entre enero y agosto de 2025, hasta los $27.067 millones. Los aranceles pagados alcanzaron los $1.366 millones, un aumento del 945% respecto al mismo período de 2024.
Las proyecciones de crecimiento de Deloitte difieren de las estimaciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR), que a finales de octubre ajustó al alza la previsión de crecimiento de la economía y la ubicó en un 4,2%, por encima del 3,8% previsto en julio.
El Banco Central afirmó que las exportaciones serán uno de los motores de la economía en 2025; sin embargo, anticipó una desaceleración importante para 2026.
La caída de inversión externa al cierre del primer semestre, se origina además por la apreciación de tipo de cambio, de acuerdo a analistas consultados por La Nación en octubre pasado.
Durante los primeros seis meses del año, el monto que las empresas foráneas destinaron al país fue de $2.066,3 millones, lo que muestra una baja de $156,1 millones (7% menos) con respecto a los $2.222,4 millones del primer semestre del 2024, de acuerdo al análisis realizado por este diario.
Las exportaciones de Costa Rica enfrentan la tarifa de Washington desde que la Administración Trump impuso aranceles a más de 160 socios comerciales en abril pasado. La tarifa inicial del 10% subió al 15% para Costa Rica debido al superávit comercial con Estados Unidos.
El país norteamericano es el principal socio comercial de Costa Rica. A octubre pasado, las exportaciones de bienes colocadas en este mercado ascendieron a $9.019 millones, equivalentes al 47,4% del total vendido al exterior.
Laura López, gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), señaló que la incertidumbre es un factor que generá impacto sobre la toma de decisiones de los inversionistas.
Sin embargo, mencionó, como ejemplo, que a pesar de la incertidumbre, continúan llegando empresas de dispositivos médicos a Costa Rica para abrir operaciones en el país. Este sector es el principal exportador de bienes del país, garantiza el 48% de las colocaciones al exterior.
Pérdida de competitividad y negociaciones
Deloitte señaló que las exportaciones de Costa Rica ya enfrentan una pérdida de competitividad frente a sus vecinos de Centroamérica y Panamá, cuyos aranceles son menores, con excepción de Nicaragua.
Añadió que la política comercial de Estados Unidos continúa como un factor de riesgo para la actividad económica nacional. “El impacto negativo se acumula a lo observado durante el período de abril a julio (arancel del 10%) de este año y la tasa del 15% se mantendría en los años siguientes”.
También destacó que Costa Rica fue el primer país en iniciar negociaciones bilaterales con Estados Unidos; sin embargo, Guatemala y El Salvador ya alcanzaron acuerdos que reducen la incertidumbre.
Las negociaciones entre Costa Rica y Estados Unidos comenzaron en mayo pasado, un mes después de la imposición de aranceles.
La firma planteó un escenario alternativo si surgiera un acuerdo bilateral: “una reducción arancelaria no solo mitigaría el impacto económico, sino que también pondría al país en igualdad de condiciones con otros de la región, haciéndolo más atractivo para la inversión”.
En ese caso, según Deloitte, el crecimiento económico alcanzaría el 3,6% en 2025 y un promedio del 3,44% en los años siguientes.
El análisis también señaló que la reducción del empleo en Estados Unidos disminuirá la demanda externa y la capacidad de absorción de las exportaciones costarricenses.
Deloitte añadió que durante el tercer trimestre de 2025, la inflación estadounidense se ubicaría en 2,8%, “lo que genera preocupación por la creación de solo 598.000 empleos entre enero y agosto, un 59% menos que en el mismo período de 2024”.
