
El reconocido influencer y experto en comida Arturo Lemmen recibió una tajante indicación: no viajar a Costa Rica porque aquí “no se come rico”. Sin embargo, en su amplia experiencia, el mexicano no se dejó llevar por los comentarios y más bien se dispuso a comprobar con su propio gusto la gastronomía tica.
Eso sí, lo primero que hizo al llegar a suelo tico fue visitar un restaurante con un menú muy exclusivo, el cual ofrecía platillos de alto nivel y de diferentes regiones de nuestro país. Quedó fascinado con esa experiencia, pero también tenía que ir a un lugar “de a pie” a comer lo tradicional.
El Mercado Central, en San José, fue el elegido para esta aventura gastronómica que se propuso el influencer después de haber probado croquetas de yuca, gelatina de plátano, tartar de pez león, paté de pescado y hasta un brownie inspirado en el espacio.
A comer en el Mercado Central: la experiencia de Arturo Lemmen
En el centenario mercado josefino, Arturo fue recibido con una pruebita de queso Bagaces que, al mejor estilo tico, le ofrecieron en un palillo de dientes.
El recorrido fue de soda en soda. El mexicano se sorprendió por la manera de trabajar en el mercado, ya que las cocinas de los establecimientos están en un segundo piso y la comida llega a los comensales por medio de unos rústicos pero efectivos elevadores.
De entrada quedó encantado —y así lo demostró con su expresión— con un enyucado de queso. Más adelante probó mamones y tomó agua de coco. “Es la mejor pinche agua de coco que probé en mi vida”, dijo emocionado.

En uno de los tradicionales puestos le dieron “una empanada a gallo tapado”, o sea, que no sabía de qué estaba rellena. Para su sorpresa, adentro la empanada tenía pollo.
Una visita al mercado no sería válida sin probar una tortilla palmeada con queso y natilla, otro plato que dejó impresionado al azteca.
Y, por supuesto, algo que no podía quedar por fuera era una olla de carne bien cargada con costilla de res, papa, yuca, elote y ayote.
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“Me supo como a casa, un caldito casero. Esto para la cruda (goma en Costa Rica) o para cuando estás enfermo, debe ser cabrón”, expresó emocionado.
La degustación siguió con un arreglado, esos pastelitos de carne en masa de hojaldre que tanto sabor agarran con salsitas, tomate y lechuga.
Al salir del mercado, el influencer entró a una cantina cercana para comer nada más y nada menos que uno de los platillos más famosos de nuestra cocina: el chifrijo.
“Creo que ha sido de mis platos favoritos hasta ahorita. Espectacular”, comentó.
Al cierre regresó al mercado y, como no podía ser de otra manera, el postre fue un helado de sorbetera de la tradicional heladería de Lolo Mora. Pero no crea que fue un conito con una bolita, no... se fue por todo lo alto y lo pidió con gelatina, leche condensada y barquillos, la mejor manera para cerrar una jornada de sabores.
Así como fue Aruro, después de probar cocina exclusiva, quedó enamorado de la comida que a diario comen los ticos en casa.
