
Mariana Uriarte enfrentó un día de emociones intensas previo a la final de Mira quién baila. La participante inició su mañana en un ensayo que marcó un momento simbólico para su equipo.
Uriarte explicó que la sesión se trató del “último ensayo de Mari y Mike”, como llama a su dupla con el bailarín Michael Rubí, quien viajó a México por compromisos laborales.
La participante expresó que el momento generó sentimientos encontrados, debido a que el ciclo de trabajo junto a su pareja de baile llegó a su etapa final.
Michael salió a territorio azteca durante la mañana y volverá el domingo para presentarse juntos en la gala decisiva. Hasta entonces, ambos practicarán mediante videollamada para afinar las coreografías con las que aspiran al primer lugar.
La bailarina agradeció el apoyo de sus seguidoras y la presencia constante del público durante cada gala. Ella destacó la alegría de llegar a la final y de impulsar la causa social que representa.
Su intención consiste en obtener recursos para la fundación que apoya, con el fin de avanzar en la construcción de un centro de desintoxicación.
Uriarte pidió a sus seguidoras mantener el impulso de votación durante la semana, a pesar de la ausencia temporal de su compañero. Señaló que desea que el equipo “Team Mary” se mantenga fuerte y que Michael sienta orgullo al regresar para la gala final.
La participante describió a sus seguidoras como “un abrazo al alma”. Señaló que su compañía significó un impulso emocional durante la competencia y reiteró su agradecimiento por acompañarla hasta esta fase decisiva.
Los bailarines compartieron además un video de despedida cargado de emotividad. En el material repasaron cada gala juntos y afirmaron que durante el proceso surgió un vínculo fraternal entre ellos.
