
El periodista y presentador de televisión Omar Cascante reveló que por muchos años enfrentó graves problemas de alcoholismo y que desde hace un año decidió dejar de tomar por completo.
Cascante contó que su dependencia al alcohol comenzó a los 25 años y que durante 19 años bebió para poder encajar y sentirse aceptado.
Explicó que ese consumo se fue normalizando en su vida hasta convertirse en una carga emocional cada vez más difícil de sostener.
“Me di cuenta que el sorbo torpe de un muchacho inseguro terminó convirtiéndose en el refugio silencioso de un hombre que estaba roto. Uno no bebe por gusto, uno bebe para no enfrentarse a lo que duele y ese era mi caso”, afirmó Cascante en un video publicado en sus redes sociales.
El comunicador agregó que su adicción lo expuso a muchos riesgos, pues bebía “hasta destruirse”, según relató.
Reconoció que en más de una ocasión pudo no haber regresado a su casa, ya que tomaba tanto que pudo haber terminado en un hospital o en un cementerio.
Cascante mencionó que perdió mucho a causa del alcohol, incluyendo personas que lo amaban y relaciones significativas en su vida.
“Dios me guardó de mí mismo más veces de las que podría contar”, agregó, al recordar los momentos en que sintió que pudo haber tocado fondo.
El periodista mencionó que dejar el licor no fue fácil, porque las invitaciones y las tentaciones seguían presentes en su entorno. Comentó que decir “hoy no” fue lo que le ayudó a dejar su vicio y a romper la “cadena que lo tenía atado”.
Agregó que, aunque aún tiene cosas por mejorar, se siente orgulloso de cumplir un año completo sin tomar.
Su fe y el mensaje de esperanza
Además, Cascante reveló quién, según él, está detrás de su proceso y de su éxito: Dios.
“Hay una verdad que no puedo callar, si Dios pudo hacerlo conmigo y lo sigue haciendo, aún cuando he sido inconsistente, imprudente y muchas veces flojo, si Él pudo sostenerme incluso cuando yo mismo le di la espalda, créame esto: él también puede hacerlo por usted”, expresó.
El periodista motivó a quienes desean dejar el licor o cualquier otra adicción a proponérselo con firmeza y a refugiarse en Dios como sostén espiritual.
Su mensaje busca recordar que nadie está solo en la lucha contra una adicción y que pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.
El emotivo video estuvo marcado por dramatizaciones del presentador, quien, con la ayuda de botellas vacías, representó visualmente el camino oscuro que recorrió durante casi dos décadas.
Cada escena buscó transmitir el peso del hábito, el vacío que deja el abuso del alcohol y la posibilidad real de encontrar una salida y empezar de nuevo.
