
La tercera gala de Mira quién baila (MQB) de Teletica, estuvo llena de bailes cargados de energía y sabor, e incluso contó con una eliminación. Sin embargo, uno de los momentos que más llamó la atención fue el resbalón de la participante Ericka Morera.
La periodista bailó al ritmo de You’re the One That I Want, de John Travolta y Olivia Newton-John. En medio de la coreografía realizaría un truco en el que su pareja, el bailarín Javier Acuña debía levantarla y darle un giro en el aire. No obstante, al momento de caer, Morera perdió el equilibrio y estuvo a punto de terminar en el suelo.
Gracias a la conexión con su pareja de baile logró reincorporarse rápidamente. Tras mostrar un gesto de preocupación, continuó la coreografía como si nada hubiera ocurrido.
Al finalizar la presentación, Morera se refirió al incidente en la pista: “Les voy a decir algo muy cierto, la conexión que tengo con Javi es impresionante. Mi amor, gracias”, dijo a su compañero de baile.
De acuerdo con la comunicadora, en ese instante la mirada de Acuña le indicó cómo debía reaccionar. “Yo entiendo donde Javi me dice: ‘usted se levanta y siga porque no pasó nada, de toda la coreografía es solo un truco, lo importante era la técnica de la brincadita’ y yo lo capté tan bien que en serio logré meterme en la ‘coreo’ otra vez, no sé cómo”, aseguró la creadora de contenido en un video publicado en sus redes sociales.
El bailarín destacó la habilidad de Morera para adaptarse en situaciones adversas y la describió como una “gata”, en alusión a su agilidad. Asimismo, le agradeció por la conexión que mantienen sobre el escenario.
En una publicación en redes sociales, Morera también compartió lo que sintió durante el percance: “No les voy a negar que me asusté mucho, pensé en mi pie, en Javi, en el esfuerzo de la semana, en mi familia, en mi hija, en mis amigas, en ustedes mi comunidad y en FundaVida (organización que representa en la competencia). Pero respiré, me levanté y seguí con la frente en alto”, expresó.
La periodista aprovechó la situación para hacer una analogía con la vida, asegurando que no se trata de nunca caer, sino de tener la valentía de levantarse y continuar con más fuerza. “Cada tropiezo nos recuerda que estamos vivos, que estamos aprendiendo y que tenemos la capacidad de seguir brillando, aunque el piso se nos mueva”, escribió.
