Pelando el ojo perdió a una de sus voces más queridas. El humorista y periodista José Ricardo Carballo falleció el fin de semana, a los 42 años. Su partida repentina provocó una profunda consternación en el gremio artístico, en sus compañeros y en los oyentes que rieron con sus imitaciones.
El Pato Donald, Yoda y Jafet Soto Molina, polémica figura del Herediano, eran algunas de las voces que mejor le salían.
La noticia de su deceso fue confirmada ayer por el equipo de Pelando el Ojo. Mediante un comunicado de prensa, el equipo del programa destacó el aporte del artista al espacio radial y a la radio tica.
LEA MÁS: Muerte de José Carballo, de ‘Pelando el Ojo’: ‘Fue un compañero humilde y generoso’
“Con profundo pesar lamentamos informar el fallecimiento de nuestro querido compañero y amigo José Ricardo Carballo. Su alegría, talento y compañerismo quedarán para siempre en nuestros corazones y en la historia de Pelando el Ojo”, expresaron los productores del programa.
Carballo perdió la vida en un grave accidente de tránsito, ocurrido la madrugada del sábado 16 de agosto en el sector de La Garita, en Alajuela,

Un imitador versátil
Carballo se consolidó como una de las voces más versátiles de la radio costarricense. Su talento para imitar a personajes de ficción y a figuras nacionales lo llevó a ganarse un lugar destacado dentro de Pelando el Ojo.
Además de imitar al Pato Donald con asombrosa exactitud y hacer reír con la voz de Jafet Soto, también interpretaba al periodista Juan Enrique Soto, de Noticias Monumental; y al diputado Francisco Nicolás. El maestro Yoda y otros personajes de Disney también estaban en su repertorio.
Su capacidad para pasar de un registro a otro, mezclando humor con crítica social, lo convirtió en un referente dentro del elenco.
Más allá del humor
Aunque su nombre se asoció principalmente al humor radiofónico, Carballo desarrolló una sólida carrera en el periodismo y en la literatura. Publicó varios libros en los que exploró temas diversos, desde la superación personal hasta la vida cotidiana de los costarricenses.
Entre sus obras destacan Y se hizo la luz: Manual práctico y directo de superación personal, en el que brindó herramientas para afrontar los retos diarios. En Diario de un tico en pandemia narró reflexiones y experiencias del periodo de emergencia sanitaria, mientras que en Bajo su propio riesgo: Política, deporte, religión y otros temas polémicos de la actualidad costarricense analizó asuntos de interés nacional desde una mirada crítica y directa.

Además, con A la sombra del San Miguel: Palabras, anécdotas, chistes y frases nostálgicas de mis abuelos y de la gente de “acuantá”, rindió homenaje a la tradición oral del país. En esta obra recopiló recuerdos familiares y expresiones populares que forman parte de la identidad costarricense.
Su producción literaria le permitió acercarse a lectores que lo conocieron más allá de la radio, y que lo valoraron como un narrador sensible y comprometido con las raíces culturales.
Despedidas de sus compañeros
La noticia de su fallecimiento provocó una ola de mensajes de condolencia. Compañeros de cabina y amigos cercanos compartieron recuerdos que reflejan el impacto que dejó en quienes lo conocieron.
Roque Ramírez, humorista reconocido por dar vida a personajes como Doña Merry y Misael Ramírez, describió la pérdida como un golpe inesperado. “Estoy en shock. Son cosas que no entendemos. Es un baldazo de agua horrible. Este chiquillo era tan joven, tan buena persona”, comentó conmovido.
Por su parte, Aarón Madrigal, también integrante de Pelando el Ojo, destacó la generosidad y la humildad de Carballo. “Era una persona humilde y carismática. Cuando llegué al programa me aconsejaba cómo mejorar y me dio confianza. En los momentos de nervios siempre me motivaba. Fue un compañero muy amable”, relató.

La locutora Katherine González expresó su dolor por medio de un mensaje cargado de emotividad: “Hoy desperté con la triste noticia de que JR falleció. Solo me queda agradecer a Dios por permitirme conocerlo, ser su compañera de trabajo y reírme tantas veces con él. Fue un joven profesional, amante de la escritura y los libros, talentoso y con una energía especial que demostraba la buena persona que fue”.
El humorista Edson Picado, parte del equipo de humoristas del programa, también se unió al homenaje: “Su talento era enorme, pero más grande aún era la persona que había detrás de cada voz y cada palabra”.
La figura de José Ricardo Carballo deja una huella profunda en la radio costarricense. Su voz, capaz de transformarse en decenas de personajes, acompañó a miles de oyentes que encontraron en su humor un alivio cotidiano. Sus libros, cargados de reflexión y nostalgia, muestran otra faceta de su talento y confirman la amplitud de su legado.
Más allá de los micrófonos y de las páginas escritas, sus compañeros recuerdan a Carballo como un hombre generoso, dispuesto a brindar apoyo y confianza a quienes lo rodeaban. Su muerte trunca una trayectoria prometedora, pero sus aportes quedarán en la memoria quien lo escuchó, lo leyó y lo admiró.
