Édgar Cartín ha convivido durante 18 años con un personaje del que no es fácil desprenderse. La gente lo aprecia por su carisma, sus singulares gritos, su vestimenta colorida y su güiro. Se trata de El Galán, su personaje humorístico.
Este personaje, que estuvo por años en la pantalla de Repretel, se convirtió en un infaltable en las comunidades de Costa Rica. Su inconfundible “gracias a Dios”, “a mamá no le gusta eso” y “¡ay já!”, marcaron cientos de momentos que recuerda con lágrimas en los ojos. Muchas de esas experiencias tocaron lo más profundo de su ser.
A lo largo de su trayectoria, ha conocido personas que le muestran fotos de cuando sus hijos eran pequeños y que ahora ya son adultos.
Hoy, dos años después de renunciar a la televisión, vive un cambio inesperado. A sus 59 años disfruta de sus hijas, gemelas de tres años, luego de nunca haber imaginado que sería padre.
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“Creo que estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida. Ya sin carreras por el trabajo. Cerré la empresa hace 10 años y dejé algunas vallas de carretera que alquilo, además de otros negocios que me permiten estabilidad económica. Ahora vivo sin estrés y disfruto de mis chiquitillas”, afirmó Cartín.
En algún momento pensó en “colgar el güiro” y alejarse de la televisión; sin embargo, afirma que hacer reír a la gente es su propósito. En entrevista con La Nación habló sobre esta etapa de su vida llena de sorpresas, gratitud y crecimiento personal y familiar.
¿Hay algún parecido entre Édgar Cartín y El Galán?
“Bueno yo creo que sí, yo como Édgar sí tengo muchas cosas del galán y en realidad no me costó nada hacer un personaje de campo, rural, porque de yo vengo desde ahí, esas son mis raíces. Lo que no tengo del personaje es lo comelón, lo tortero y lo enamorado, pero hay muchas cosas que son mías”.
¿Usted le debe algo al personaje?
“Primero a Dios, que fue el que me llevó a lugares donde yo no me imaginé llegar. Después al personaje, es increíble lo que yo alcancé con cosas que nunca imaginé en mi vida, hasta culminar con una película. Todo se lo debo al personaje y al cariño de la gente”.
Ya usted no sale tan seguido en televisión, pero la gente lo sigue reconociendo en la calle, ¿cómo maneja el tema de ‘quitarse el personaje’ en la vida real?
“Es complicado, a mí se me olvida que yo soy El Galán, entonces yo ando con mis cosas como todo ser humano, con problemas, situaciones de salud o familiares y la gente siempre quiere ver al personaje; entonces yo trato de complacerlos. Me pegan el grito o me dicen “gracias a Dios” y que hable como El Galán, entonces mientras yo pueda, yo complazco”.
¿Por qué se dio la salida de Repretel?
“Hubo cosas con las que me sentía incómodo, con las que ya no estaba muy de acuerdo, y entonces ya eran muchos años, por eso tomé la decisión de irme”.
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- ¿Encarnar el personaje en transmisiones especiales de fin de año y durante la semana, tuvo algún precio?
“No puedo decir que me sacrifiqué porque lo que hago con el personaje, yo lo disfruto montones, es una pasión que tengo. Sí comprendí que era un propósito que Dios tenía conmigo, una misión de hacer feliz a mucha gente. En todo lado me topo personas que me abrazan y me dicen ‘esto es por mi mamá o esto es por mi papá, gracias por hacerlo feliz, él siempre soñó con conocerlo a usted, él siempre gozaba, lo veíamos en familia’,
“Hasta me dan ganas de llorar, porque hace poquito una muchacha en un funeral llegó, me abrazó, y me dijo: ‘esto por mi mamá’. Nunca lo vi para lucrar, ni tampoco como un negocio, si no que era una pasión mía, algo que yo disfrutaba, y que a la vez me dio la oportunidad de hacer feliz a un montón de gente”.
- ¿Cuál es la historia que más lo marcó hasta ahora?
Hay montones, pero hay una que obviamente fue la que me partió el alma y disculpe que me quiebre, es de un niño Manuel. Yo siempre, antes de todo esto, pensaba que era muy bonito cuando había un niño que quería conocer a un jugador y decía: ‘qué bonito que Dios se le dé la oportunidad de conocer a alguien así. Algo así me sucedió a mí, solo que no me esperaba algo tan fuerte”.
Recuerdo que la familia de Manuel andaba como loca buscándome, me llamaron al canal y me localizaron, el chiquito estaba en el Hospital de Niños, tenía cáncer y quería conocerme. Yo les dije: ‘Ustedes me dicen y yo voy de una vez’, era un fin de semana y se me ocurrió llevarle un güiro de regalo. Me fui a conocer al chiquito, vieras qué lindo, le digo ‘papi, te traje este güiro, te lo quiero regalar’ y no me lo aceptó, yo me vine con un poco de tristeza. Después me llamó la mamá y me dice: ‘Vieras que Manuel dijo que es que ese es el instrumento de trabajo suyo, que cómo se lo iba a dar a él’, entonces volví a ir porque lo seguí visitando y le dije: ‘Mi amor, aquí yo tengo uno y este lo compré para vos, y quiero que lo tengás toda la vida’”.
“Ya él estaba más malito, se echó una risa y lo tocó. Desgraciadamente el niño falleció y recuerdo que en la vela sacaron a toda la gente y los papás me dijeron: ‘Vea, usted le dijo a Manuel que este güiro era para toda su vida y quiero que usted mismo se lo ponga y se lo lleve. Entonces se lo puse y juepucha, fue algo tan duro (...), marcó mi vida para siempre”.
- Lo hemos visto en algunas presentaciones y sus redes sociales, ¿la puerta de la televisión sigue abierta o ya es una etapa cerrada?
“Hubo un tiempo en que yo dije, ‘ya, me retiro, fue un ciclo y ya lo cerré’, pero a uno siempre le queda el gusanillo y en algunas cosas que he estado, me ha gustado, entonces ahí estamos”.
Un gran cambio: ‘Yo nunca quise tener hijos’
- ¿Cómo fue el momento de darse cuenta que Daniela, su esposa, estaba embarazada?
Ese momento, honestamente, fue de gran susto, porque yo nunca quise tener hijos, y cuando me dijo que eran dos yo decía :‘¿cómo?’. Para mí fue muy impactante, cuando las fui a conocer las enfermeras, muy buena gente, me dejaron pasar y las tenían ahí. Había otras chiquitas en incubadora y yo soy muy pendejo y verlas con mangueras y todo eso me impactó mucho”.
“Las enfermeras me decían: ‘Diay, usted como es y no les dice nada, háblales, está callado’ y yo estaba impactado, mi primer pensamiento fue siempre el no tener hijos, pero después de estar siete años con Daniela, a ella sí le ilusionaba y me decía: ‘el sueño mío es tener un hijo’. Entonces un día le dije, bueno, vamos a intentarlo un mes y lo ponemos en manos de Dios, pero si no se da, hasta ahí, no me diga nunca más. Lo intentamos y bendito Dios se vinieron esas dos preciosas que son mi vida, Daniela me vacila y me dice ‘vea el que no quería tener hijos’”.
- ¿Cuál ha sido el aprendizaje que le ha dejado ser papá?
El primero es que estaba equivocado, porque un hijo le viene a cambiar la vida a uno totalmente, y solo el que es papá me entiende, conocí el amor realmente.
- Ellas han salido en los videos y reciben comentarios muy positivos, ¿hay herencia?
Por el momento algo traen, se me apuntan al vacilón. Yo le digo a Daniela que hay que ver más grandes si Dios me da vida y ver qué pasa, que cada una tome su propia decisión porque forzarlas jamás, pero me encantaría que tengan algo mío y que les guste la payasada”.
- ¿Cómo manejan sus hijas el tema de papá y El Galán? Durante las fotografías una de ellas estuvo muy pegada a usted con el traje de ‘papá', pero no así cuando se puso la ropa y accesorios del personaje…
En el ambiente de la casa lo asimila más, pero si estamos en otro lado y me ve personificado como que no. Cuando me ve en la tele dice “papá, galán”. En diciembre hice un personaje que era una mujer y yo salía escondido, porque si me veían se quedaban extrañadísimas, pero ha sido vacilón.
- ¿En qué está trabajando ahora?
Estoy iniciando un libro de mi vida, por lo menos para herencia de ellas y gente que le interese saber de mi vida, yo vengo de una familia muy humilde, y con la ayuda de Dios llegué a lograr un montón de cosas. Entonces, creo que es interesante, si por lo menos a un joven le queda un aprendizaje, genial. Sobre todo si eso le ayuda a ese joven a saber que en la vida se puede conseguir lo que uno quiera. Lo digo a título personal, como Édgar Cartín, que logré un negocio, y logré un montón de cosas que nunca me imaginé llegar a tener en mi vida”.
“También, quiero llevar a El Galán a las comunidades, para devolverle un poquito a la gente”.
