
El presidente estadounidense Donald Trump afirmó el lunes que la muerte del director Rob Reiner y su esposa Michele Singer Reiner, investigadas por la policía como un aparente homicidio, fue resultado de la “furibunda obsesión” del cineasta hacia él.
Según Trump, los Reiner murieron “supuestamente a causa de la ira que (el cineasta) provocaba en los demás debido a su grave, persistente e incurable afección mental” anti‑Trump, escribió el mandatario en su plataforma Truth Social.
En su mensaje, Trump utilizó el término “Trump Derangement Syndrome” (“Síndrome de obsesión anti-Trump”), popular entre sus seguidores para describir lo que consideran una hostilidad irracional hacia el expresidente, comparable a una enfermedad mental.
“Era conocido por enloquecer a la gente con su furibunda obsesión con el presidente Donald J. Trump”, añadió el mandatario. Concluyó su declaración con un mensaje final: “¡Que Rob y Michele descansen en paz!”.
Las palabras de Trump desataron una ola de críticas en redes sociales, donde usuarios calificaron sus comentarios de “perversos” y “enfermos”, acusándolo de aprovechar una tragedia para atacar a sus detractores.
Rob Reiner y su esposa fueron encontrados sin vida en su residencia de Los Ángeles la tarde del domingo 14 de diciembre. De acuerdo con reportes policiales, ambos presentaban múltiples heridas de arma blanca. Horas después, su hijo Nick Reiner fue arrestado como sospechoso de estar involucrado en el crimen.
Demócratas lamentaron su asesinato
Los asesinatos de los Reiner provocaron numerosas reacciones en el mundo político y cultural.
El director, reconocido activista progresista y aliado del Partido Demócrata, había participado en campañas de recaudación de fondos para varios candidatos, entre ellos Hillary Clinton. También fue un firme defensor del matrimonio igualitario y un crítico acérrimo de la administración Trump.
El expresidente Barack Obama lamentó la pérdida afirmando en X (antes Twitter) que Reiner ofreció al público “algunas de las historias más entrañables que hemos visto en la pantalla”, y destacó que detrás de esas obras “había una profunda creencia en la bondad de las personas”.
Por su parte, la exvicepresidenta Kamala Harris, amiga cercana de la pareja, subrayó que el cineasta “amaba” Estados Unidos y se “preocupaba profundamente por el futuro de la nación y la lucha por la democracia”.
Además, el gobernador de California, Gavin Newsom, también expresó sus condolencias, elogiando la “empatía sin límites” del cineasta.
El caso se mantiene en investigación, mientras que al hijo de la pareja se le fijó una fianza de $4 millones (¢1.977 millones, aproximadamente).

