El estruendo de una explosión despertó a los inquilinos del Hotel Oriente, un viejo edificio de tres plantas ubicado 50 metros al sur del Mercado Borbón, sobre la calle 8, entre avenidas 1 y 3.
En cuestión de segundos, el fuego invadió el tercer piso y dos o tres decenas de ocupantes tuvieron que salir a empujones por el pasillo y una angosta escalera que desemboca en vía pública. Otras cinco perdieron la vida, incluidos dos adultos mayores que murieron abrazados y otra persona aún sobre su cama.
Aunque en la mañana se especulaba que entre los escombros podría estar una sexta víctima mortal, la inspección posterior descartó más fallecidos.
Cada noche dormían en esta estructura entre 25 y 30 personas, que pagaban ¢5.000 para permanecer durante 24 horas. La puerta de emergencia de esa planta estaba clausurada, amarrada con un alambre que nadie pudo ver entre el fuego, el humo y la oscuridad de las 2 de la madrugada.
El Cuerpo de Bomberos estimó que la llamada de emergencia fue tardía, pues a su arribo el techo ya se había desplomado.
Jonathan Madrigal vivía en el tercer piso, en uno de los aposentos más cercanos a la salida. “Nos quedamos en la calle hoy”, manifestó consternado a este medio, pegado a la baranda que separaba a los transeúntes de los vehículos que transitan por la avenida 3.
Madrigal perdió todas sus pertenencias y sus documentos.
En la misma situación está Damaris, quien también habitaba en la planta alta del edificio y lo perdió todo. Contó que fue el estruendo de una fuerte explosión lo que la despertó en la madrugada y le permitió salir a tiempo.
“Comenzó a gritar un señor, que se estaba quemando y dejé todo. Salí desorientada”, contó.
Algunos cuartos al lado vivía don José Javier con su pareja.
“De un pronto a otro, todo se encendió. Cuando nos dimos cuenta apenas nos dio chance de salir y sacar las cosas, porque ni zapatos, ni ropa tenemos. Todo se quemó”, dijo el hombre, quien prefirió mantener su apellido en resguardo.
Los sobrevivientes conocían a los ahora fallecidos; sin embargo, manifestaron que solo por sus apellidos o sus nombres. “No se metían con nadie”, dijo Damaris.
Las identidades de las víctimas mortales aún no han sido reveladas. Las autoridades manejan una lista preliminar basada en el registro de ingresos al hotel, pero ningún nombre ha sido confirmado debido al estado en que fueron hallados los cadáveres.

25 años viviendo en el Hotel Oriente
Gerardo Rodríguez también logró escapar a tiempo de las llamas. El hombre, quien tenía 25 años de vivir en el edificio, contaba con un aposento fijo que pagaba a diario, situado en el tercer nivel.
Durante la madrugada imperaba el silencio. Rodríguez estaba acostado en su cama, viendo una película en su celular, cuando el estruendo de los vidrios al estallar captó su atención.
“Pensé que era un pleito, yo tengo muchos años de vivir aquí y cuando hay pleitos así es porque llega gente extraña”, contó.
Salió con la intención de mediar y detener la riña, pero al abrir la puerta lo único que encontró fueron las llamas que avanzaban voraces por el pasillo.
Fue cuestión de segundos, dijo, para que el calor alcanzara su cuarto. Recogía sus pertenencias con prisa, mientras sentía el ardor del fuego en su espalda. Logró salir sin camisa, con una pantalonera y su bolso.
“En mi pasillo las lenguas de fuego salían por el cuarto. En menos de 15 minutos ya estaba quemado, fue muy rápido”.
Rodríguez conocía de vista a las personas fallecidas, ya que vivían a pocos cuartos de él, pero aseguró que no tuvo tiempo de llamar a sus puertas.
Estaban dormidos, presume. “El humo a uno lo duerme”, concluyó.
Este jueves los vecinos observaron desde la calle los restos del edificio, sin saber dónde iban a pasar la noche. Otros se asoman con curiosidad y graban la escena.
También esperaba, del otro lado de la berrera, una familia que presume que una de sus seres queridos podría engrosar la lista de fallecidos.
Las víctimas
Allen Moya, jefe de Ingeniería del Cuerpo de Bomberos, explicó que las personas fallecidas se encontraban en la zona trasera de la planta incendiada. Por el momento, no se conocen detalles sobre si intentaron abandonar el edificio o si se percataron demasiado tarde de la presencia de las llamas.
La edificación cuenta únicamente con dos salidas hacia la calle; sin embargo, una de ellas estaba bloqueada. Los vecinos escaparon por la entrada principal, un pasillo estrecho y oscuro cuyas gradas de concreto conducen a las plantas altas.
Cuando las llamas avanzaron, la única alternativa para salir se redujo entonces a una escalera de metal que conectaba el tercer piso con la vía pública, pero el picaporte de la puerta estaba sellado con alambres.
Mauricio Montero, miembro del Cuerpo de Bomberos, explicó que la investigación tomará en cuenta esos hallazgos encontrados en la estructura, como la puerta clausurada y la presunta llamada tardía al sistema de emergencias 9-1-1.
La mañana de este martes, el director de Bomberos, Héctor Chaves, informó que manejan varias líneas de investigación. En primer lugar, que durante la tarde del miércoles se habría originado un conflicto entre vecinos y, en segundo lugar, que dentro de los cuartos ocurrió una explosión.
Además, el director de la entidad no descartó que se trate de un incendio intencional.
Edificios sin inspección
El edificio consumido por las llamas no había sido inspeccionado por el Cuerpo de Bomberos y tampoco tenía, en apariencia, ninguna denuncia que alertara sobre el riesgo que representaba la estructura para los inquilinos.
Allen Moya, jefe de Ingeniería del Cuerpo de Bomberos, explicó que, según el artículo 15 de la ley que regula la entidad, las autoridades competentes son las encargadas de otorgar patentes y permisos de construcción, y son ellas las que deben verificar, antes de otorgarlos, si la edificación cumple con la normativa de Bomberos.
En ocasiones, los bomberos advierten a las instituciones sobre posibles riesgos, pero no pueden inspeccionar edificaciones a menos que una entidad lo solicite o se reciba una denuncia.
Durante 2024, Bomberos inspeccionó 112 estructuras por las cuales recibió alertas; este año, la cifra registrada ya asciende a 144.
Por su parte, Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, aseguró que el hotel funcionaba con todos los permisos al día desde el 2016 y no aparecía en el censo de cuarterías elaborado por el gobierno local.
También se le consultó al Ministerio de Salud si el edificio contaba con los permisos de operación al día, pero a las 2:50 p. m. no se había obtenido respuesta.
Poco antes de las 10 a. m. ingresó la Unidad de Transporte Forense el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para llevar los cuerpos a la Morgue Judicial.
LEA MÁS: Del hotel en San José a La Carpio: los incendios más trágicos en 17 años

