Las fuertes inundaciones por más de tres kilómetros que afectaron a Salitrillos de Aserrí y a San Juan de Dios de Desamparados dejaron una estela de destrucción en casas, calles y en al menos 540 familias de esos dos cantones.
El peligro por deslizamientos e inundaciones ya lo advertían los mapas de riesgo e investigaciones de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), que explican que San Juan de Dios y Salitrillos forman parte de los barrios que se verían más afectados en eventuales inundaciones, por factores como la ocupación de planicies por inundación y el desarrollo urbano en forma desordenada y sin ninguna planificación.
Según los análisis, la frecuencia con que se producen las inundaciones es de un año y en algunos lugares el tiempo es mucho menor. Por otro lado, lanzar desechos a los cauces y la limitada capacidad hidráulica existente, provoca el desbordamiento de ríos y quebradas que afectan las viviendas aledañas.
“El mayor problema que generan las inundaciones, es por la ocupación de las planicies de inundación de los ríos, con precarios y asentamientos humanos, supuestamente legales”, se consignó en uno de los informes de la CNE.
En eso también coincidió el geólogo de esa institución, Blas Sánchez, pues con las inspecciones realizadas en los últimos días en el sitio se determinó la presencia de un amplio número de asentamientos informales y que “no tienen las técnicas constructivas idóneas ni cuentan con permisos municipales”.
“Si vemos bien el evento, las viviendas que fueron afectadas son las que se ubican en estos primeros metros, cercanas a la margen del río Cañas y, generalmente, correspondían con la zona de protección del río, sitios donde evidentemente por ley no deberían existir construcciones, hay un proceso también que se ha venido generando de erosión en los últimos años y afecta, pero sí hay invasión a zonas protección”, comentó el experto.
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Precisamente, en San Juan de Dios de Desamparados, el sitio donde ocurrió la emergencia es una estrecha calle a la orilla del río Cañas. En el lugar se ubican unas 50 casas que quedaron llenas de tierra, escombros y paredes derrumbadas. El acceso a la zona es complejo y el espacio es limitado. En un pequeño pasillo, las personas caminaban y sacaban alzadas refrigeradoras y muebles que lograron rescatar.
En tanto, en Salitrillos de Aserrí, la cercanía de las viviendas con la corriente también es considerable, ya que pasa detrás de unas tres casas y sigue su curso por medio de un puente que colapsó tras una cabeza de agua el viernes, ahora lo único que comunica a las casas con la carretera principal es un viejo puente hamaca.
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Un puente, en Salitrillos de Aserrí, que comunicaba unas 20 casas con la carretera principal colapsó producto de las intensas lluvias del viernes. (Lilly Arce Robles.)
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Un antiguo puente de madera es la única vía de acceso a una veintena de casas, en una calle en Salitrillo de Aserrí. (Lilly Arce Robles.)
Aunado al riesgo de inundaciones, la amenaza también se extiende a los deslizamientos y a la inestabilidad de los terrenos. Tanto en Aserrí como en Desamparados, las áreas más vulnerables se localizan al sur del cantón. De acuerdo con los expertos, la caída de tierra y materiales puede deberse tanto por actividad sísmica como fuertes lluvias o actividad humana (cortes de carretera, tajos, deforestación, entre otros).
“Se debe considerar la posibilidad de que represamientos de material se generen en las partes altas de las cuencas, como en el caso de los ríos Jorco, Cañas y Damas; generando avalanchas que afectarían las partes bajas, sobre todo, aquellas áreas vulnerables a las inundaciones”, se mencionó en el documento de la CNE.
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Además, la investigación denominada “Desarrollo de escenarios por inestabilidad a laderas para la implementación de restricciones, en el uso de la tierra en las áreas de influencia del deslizamiento de El Burío, Aserrí, San José” de la Comisión de Emergencia, resaltó a Salitrillos de Aserrí como una de las áreas que está bajo peligro por flujos de lodo y rocas.
En ese documento se detalló que un evento extremo podría dañar una superficie de 6,25 kilómetros cuadrados que incluiría a las poblaciones de Lourdes, Mesas y Salitrillos en Aserrí, y a San Rafael Arriba, San Rafael Abajo, Tejar, Calle Fallas y la parte sur de Desamparados.
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Al menos 540 familias, de Desamparados y Aserrí, fueron afectadas por las fuertes lluvias y el desbordamiento del río Cañas. (Lilly Arce Robles.)
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El viernes, el río Cañas se desbordó a lo largo de tres kilómetros desde Salitrillos de Aserrí hasta San Juan de Dios de Desamparados. (Lilly Arce Robles.)
Represamiento fue la causa
El geólogo de la CNE, Blas Sánchez, indicó que un represamiento fue la causa que, hasta el momento, manejan los inspectores y geólogos de la Comisión. Un represamiento es una caída de material que se produce en los márgenes del río, en este caso cayó un importante volumen que colapsó el caudal y generó una pequeña ‘laguna’.
“El cauce no fluye, comienza a acumularse el agua y se libera súbitamente y por eso se da la crecida que produce la cabeza de agua que se generó en cuestión de minutos. Los vecinos comentaban que los deslizamientos se dieron desde el jueves, posiblemente alguno de estos deslizamientos generó un represamiento en el cauce que se agravó por la lluvia del viernes”, explicó Sánchez.
Actualmente, la CNE no prevé nuevos incidentes gracias al buen clima, que mantiene baja la probabilidad de que un nuevo evento ocurra. No obstante, el riesgo se mantiene y la institución llama a la precaución a quienes viven en sitios de alta peligrosidad.
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“Este es un escenario que ya es conocido para los cantones Aserrí, Desamparados y Alajuelita que son atravesados por el río Cañas. Observamos mucho material que falta por moverse y con el escenario que teníamos ayer (sábado) de lluvias intensas en la tarde, la probabilidad de un nuevo evento era alta, hoy (domingo) las condiciones son un poco más secas en cuanto a lluvias”, dijo.
Al corte del domingo 18 de setiembre, a las 3:40 p. m., se mantenían nueve albergues habilitados para la atención de 215 personas. Hay dos en Aserrí, tres en Desamparados y uno en Bagaces, Grecia, Pérez Zeledón y Buenos Aires.
Se registraron además, 170 viviendas con daños en Aserrí y otras 353 en Desamparados. Se mantiene la alerta naranja para todo el país excepto el Caribe.
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La cocina de una casa en Salitrillos de Aserrí se inundó con tierra y barro, debido al desbordamiento del río Cañas y las fuertes lluvias. (Lilly Arce Robles.)
No otorgar permisos
Entre las recomendaciones que brinda la CNE, es no permitir a las municipalidades que se continúe construyendo en las planicies de inundación y fomentar convenios con el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) para otorgar programas de vivienda con facilidad de financiamiento para trasladar a quienes viven en riesgo de inundación.
En la misma línea, un estudio del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) precisó que en el primer semestre del 2021 y tras una visita a 13 estructuras de ese cantón, se demostró que un 31% de los inmuebles no contaba con permisos de construcción, mientras que en Desamparados el dato fue del 43%, entre 30 propiedades estudiadas.
Sobre ese tema, se le consultó al exalcalde de Desamparados y actual diputado, Gilberth Jiménez, quien reconoció que la problemática existe desde hace más de 40 años pero no se ha llegado a una solución por falta de voluntad política y de presupuesto.
“Hay puntos donde la comisión sí ha hecho análisis, pero después de eso no se ha atendido por parte de las autoridades y el Gobierno Central, no hay recursos por un lado o la voluntad política del Gobierno para poder atender las necesidades. El Ministerio de Vivienda brilla por su ausencia y yo creo que tenemos que reubicar a esas familias y demoler”, dijo Jiménez.
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Los muebles y electrodomésticos quedaron en pérdida total en más de cincuenta casas, tras las fuertes lluvias de los últimas días en Desamparados. (Lilly Arce Robles.)
Asimismo, el legislador del Partido Liberación Nacional (PLN), insistió en que aunque los permisos de construcción los otorga la municipalidad, la misma no tiene recursos ni competencias para eventuales reubicaciones.
“Esas responsabilidades son del Ministerio de Vivienda y del Banhvi que son las instituciones competentes, yo les pido que asuman su responsabilidad; ya es hora de que nos dejemos de habladas, la gente dice que es la municipalidad, pero, ¿dónde en la ley dice que la municipalidad tiene que construir viviendas? La municipalidad ha ido asumiendo cosas que los mismos gobiernos no hacen”, agregó el verdiblanco.
El capítulo tres del Informe del Estado de la Nación del 2020, evidenció que en ese año y en el 2019, el 38% de las construcciones del país se ubicaba en zonas propensas a desastres naturales. En total, se contabilizaron 18 cantones que agrupan cerca del 50% de los desastres de la última década, entre los que están los cantones de Desamparados, Aserrí, San José, Alajuela y Puntarenas, entre otros.
Se intentó contactar a Víctor Morales Mora, alcalde de Aserrí en el periodo 2010-2014 y al actual alcalde Oldemar García, para conocer si el cantón desarrolló medidas preventivas en los últimos años en la atención de la zona de riesgo, pero al cierre de esta publicación no se obtuvo respuesta.
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Los vecinos limpiaban sus casas y rescataban lo poco que lograron salvar entre los escombros, en Salitrillos de Aserrí, al sur de la capital. (Lilly Arce Robles.)