Aquel volante recuperador de pierna fuerte, corajudo, tosco y en algunas ocasiones hasta rudo al buscar la pelota, también tiene un lado de fineza y precisión que lo hace destacar después del retiro. Rodrigo Cordero vive ahora de su pasión por los carros y aunque algunos lo no lo crean, en su etapa como exfutbolista se convirtió en delantero.
A sus 44 años el Rocky es el dueño de un taller eléctrico en San Rafael de Coronado, que se especializa en reparación de arrancadores y escáner de vehículos, entre muchas otras más. No es de extrañarse si se llega al local y se encuentra a Cordero debajo del automóvil, lleno de grasa o ajustando alguna pieza del motor.
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El exfutbolista es quien maneja su negocio en solitario, como solía hacerlo en la mediacancha en los clubes de la Primera División o en la Selección. Es quien hace el trabajo sucio, quita, pone y también atiende a sus clientes. El trato es personalizado, tal cual pasaba con sus rivales, eso sí, sin rudeza; eso quedó en los terrenos de juego.
Rodrigo aprendió esta profesión desde pequeño, fue su padre quien lo dirigió y le transmitió todos los conocimientos en esta área, de la misma forma que ocurrió con el deporte que le apasiona. El excontención asegura que tenía muy claro que el fútbol no duraría para siempre y por lo mismo buscó una alternativa.
El fútbol sigue teniendo un lugar importantísimo en la vida de este padre enamorado de sus dos hijas, Mariana de 19 años y Luciana de ocho. Él mismo afirma que le es imposible dejarlo y por eso la mejenga de los fines de semana no le puede faltar, eso sí, los rivales ya no sufren con su intensidad en la recuperación, cambió de puesto, es atacante y hasta goleador.
Atrás quedaron los 429 juegos en Primera División como recuperador, en los que marcó 16 goles jugando para Carmelita, Ramonense, Brujas, Cartaginés, Herediano, Alajuelense, Pérez Zeledón y Puntarenas FC, según los datos Gerardo Coto Cover.
En su nueva faceta, el Rocky se acostumbró a celebrar y ya no persigue a los que tienen la pelota o corta los avances del adversario
“Me paso mejenguenado con los veteranos de Uruguay, tengo grandes amigos y también juego con otros amigos que son abogados. Me cansé de tanto marcar y volar patadas, ahora soy delantero, es un vacilón, lo disfruto mucho y hasta voy de goleador. Lo que más le hace falta a uno es el ambiente del camerino”, manifestó.
Marcado por un gol
Pasaron 17 años, pero el único gol que convirtió Rodrigo Cordero con la Selección Nacional en sus 31 juegos clase A, resultó inolvidable para muchos. Hoy en día se lo recuerdan más y es que el significado de ese tanto contra Honduras, en la eliminatoria rumbo al Mundial de Corea y Japón 2002 es intangible.
El Rocky no anotó con un gran gesto técnico, tampoco fue con una colocación precisa, todo lo contrario, fue a su mejor estilo, con mucho coraje robó el balón en la mitad de la cancha, avanzó y como pudo disparó, para su fortuna un desvío puso a todos a celebrar en el minuto 90′+4. El empate 2 a 2 en el inicio de la ruta mundialista supo a triunfo y fue vital.
“La gente siempre me lo recuerda y se sorprenden que esté metido en el taller ahora. Me hablan del gol que le hice a Honduras, del paso por Heredia y Cartaginés, Brujas y otros… Supe pensar desde pequeño para un futuro mejor y la supe hacer. Estoy tranquilo, tengo dos hijas y hay que verlas, así que mientras tenga salud, todo bien”, reseñó.
Para muchos ese tanto le valió a Cordero para ir a la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002; lo cierto del caso es que es sin duda la anotación que más celebró y que lo retrata como es.
Hoy en día afirma que se mantiene en lo físico o al menos eso intenta. Además de jugar, hace ejercicio con su mamá. Rocky no esconde que le gustaría seguir en el fútbol profesional, el ser asistente le seduce, aunque no es su prioridad.
“Tengo que ponerme las pilas, ya estoy bien gracias a Dios, voy al gimnasio con mi mamá todos los días. En lo del fútbol, recién retirado estuve con Liberia Mía, el alto rendimiento de Heredia y también con fútbol femenino de Heredia. Me encanta estar vinculado a eso, es bonito, pero por el momento no”, concluyó.