
Un nuevo enfrentamiento se vivió este lunes 29 de diciembre en el Concejo Municipal de San Ramón entre el presidente municipal, Hermelink Chinchilla y los regidores. Los ánimos se caldearon cuando Chinchilla quiso abrir la sesión ordinaria N.° 147 y los regidores le reclamaron que él se encuentra suspendido de la presidencia del órgano colegiado.
La suspensión de Chinchilla, regidor del Partido Liberación Nacional (PLN), se debe a una denuncia que interpuso en su contra la alcaldesa Gabriela Jiménez por supuesta violencia política y presunto acoso sexual. A raíz de esa denuncia, se dictó una medida cautelar que lo suspendió por cuatro meses y 15 días de la presidencia del órgano colegiado.
El pasado lunes 22 de diciembre, varios regidores se opusieron a que Chinchilla continuara presidiendo el órgano, en razón de la suspensión temporal. El regidor suspendió la sesión, pero luego fue retomada por otros miembros del Concejo Municipal.
Siete días después, este 29 de diciembre, cuando Chinchilla quiso nuevamente abrir sesión, los regidores se opusieron con más fuerza. Se suspendió la sesión, pero esta vez llegaron a encararlo y tuvo que ser necesaria la intervención de la Fuerza Pública para calmar los ánimos.
La alcaldesa de San Ramón indicó que no podía referirse al fondo de la denuncia contra el liberacionista.
Por su parte, el presidente municipal aseguró que, a la fecha, no ha sido notificado formalmente del expediente de la denuncia interpuesta en su contra ni convocado a audiencia alguna por parte del órgano director, situación que —afirmó— “profundiza aún más las violaciones al debido proceso y a mi derecho de defensa”.
El regidor sostuvo que el caso responde a motivaciones políticas, en razón de su labor de oposición al poder.
Estas disputas se enmarcan en medio de la existencia de un supuesto clima de intimidación de la alcaldesa Gabriela Jiménez contra colaboradores del PLN, según testimonios brindados a La Nación.
Este ambiente también pudo haber incidido en los intentos fallidos para celebrar la asamblea cantonal del Partido Liberación Nacional (PLN) en ese cantón alajuelense.
Dos personas, que solicitaron mantener su identidad en el anonimato, describieron a La Nación un supuesto ambiente de represalias en contra de asociaciones de desarrollo, a las cuales al parecer retiran la ayuda municipal si sus integrantes participan en actividades del PLN.
Consultada sobre estos alegatos, Jiménez los calificó de falsos.
La alcaldesa llegó al cargo como representante del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), pero renunció el pasado 23 de mayo para dar su adhesión a Rodrigo Chaves.
Por su parte, el 28 de diciembre, el regidor Hermilink Chinchilla aseveró que seguirá denunciando anomalías y dijo: “Por sostener esta posición me acusan falsamente de todo, incluso de aquello que no está en mi control, como supuestos desórdenes o errores de organizaciones ajenas, donde lo que buscan es una cortina de humo”.
