
Laura Fernández, candidata presidencial del partido chavista Pueblo Soberano (PPSO), y quien hoy lidera la intención de voto de cara a las elecciones presidenciales de 2026, se ha erigido como la gran ausente en los debates entre aspirantes realizados hasta el momento. Es un comportamiento que podría ser beneficioso en el corto plazo, aunque a la postre también puede convertirse en un riesgo, consideran expertos.
La ausencia de Fernández, exministra de Planificación y de la Presidencia, ha sido notable y escudriñada en redes sociales; además, señalada por la candidata de la Coalición Agenda Ciudadana, Claudia Dobles, quien incluso implementó un contador en el que se van sumando los foros o debates a los que la aspirante chavista no asiste.
Una revisión permitió constatar que Fernández se ha ausentado de al menos cuatro debates que se han realizado, sin tomar en cuenta otras actividades como conversatorios y foros.
Estrategia popular
Fernández podría estarse ausentando de los espacios de debate al considerarse en una posición de ventaja, considera José Andrés Díaz, investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional (UNA).
Hay ejemplos anteriores en la política de Costa Rica. En el 2004, cuando Óscar Arias y Antonio Álvarez eran precandidatos del Partido Liberación Nacional (PLN), Álvarez retó a Arias a discutir sobre el Plan Fiscal.
Aquella vez, Arias afirmó a La Nación que un 80% de los liberacionistas apoyarían su aspiración presidencial y aseguró: “Dos no pelean si uno no quiere, yo no voy a debatir con nadie (...) Es decir, las águilas habitan en las cumbres y cometerían un gravísimo error si bajan al fango a pelear con los caracoles”.
En el 2006, Óscar Arias utilizó una estrategia similar y se ausentó de algunos debates. Por ejemplo, no acudió a un debate organizado por la Universidad de Costa Rica (UCR) y tampoco fue a otros planeados por cámaras y organizaciones, su intención, recuerda Díaz, fue concentrarse en los espacios mediáticos y televisados. Así, evitaba el desgaste que podía representar su anterior gobierno y las críticas relacionadas con su reelección. También, con esto se hacía ver como la figura ganadora.
Esa vez, Arias le ganó las elecciones, al candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, con una diferencia de 18.000 votos.
En el 2018, otro aspirante a la silla presidencial que, durante la segunda ronda, se ausentó de los espacios de discusión fue Fabricio Alvarado.
El otrora candidato, Carlos Alvarado, escribió en marzo del 2018: “Ante la decisión de don Fabricio de no participar tampoco en el debate del TEC, me veo en la obligación de solicitar a la organización mantener el espacio por respeto a quienes quieren escuchar ideas”, escribió quien se convertiría en presidente semanas después.
A nivel internacional, el hoy presidente estadounidense, Donald Trump, faltó a algunos debates considerados históricos, y acudía a aquellos que creía eran importantes. Su participación en entrevistas y espacios mediáticos estaban orientados más a si eran afines con su posición, comentaron José Andrés Díaz y Kattia Benavides, politóloga experta en análisis legislativo.
Pros y contras
Como razón para su ausencia de muchos espacios de discusión, la campaña de Fernández señala que la candidata “ha recorrido el país”, escuchando “a la gente”.
Para la agrupación chavista, esto es más productivo que participar en un debate ‘X’ que es visto por “cuatro gatos”, tal y como justificó la diputada Pilar Cisneros, coordinadora de la Comisión de Comunicación de la campaña de Laura Fernández.
Estratégicamente, la campaña de Fernández reduce las oportunidades de sus contrincantes de cuestionar a la candidata y evita el desgaste de la exposición mediática al dosificar la participación de la candidata en espacios de discusión.
“Muchos de los candidatos y candidatas que inician encabezando la intención de votos en la encuesta, se van desgastando (...), a lo mejor, con ella están buscando usar esta estrategia precisamente para reducir esa posibilidad”, explicó José Andrés Díaz.
La analista y politóloga Kattia Benavides recordó el caso de la excandidata presidencial Linneth Saborío, quien tras su participación en debates en las elecciones del 2022, pasó del segundo lugar en las encuestas, al quinto.
“Me parece que la táctica es evitar el desgaste, pero ya si uno se mete en estas cosas tiene que correr riesgos”, comentó el politólogo Constantino Urcuyo, para quien Fernández y su campaña quieren evitar que ella pueda perder puntos asistiendo a los debates.
Si bien la táctica podría estar dando frutos, lo cierto es que también engendra posibles riesgos. Entre ellos, la falta de práctica de Fernández en el debate frente a un grupo de candidatos ya curtidos y familiarizados con los estilos, ideas y ataques de los rivales.
Además, el investigador de Idespo, José Andrés Díaz, considera que no presentarse en los debates provocaría que la candidata pierda conexión con los votantes indecisos. Esto, además, podría generar que otro candidato o candidata “se meta en la pelea”.
A la espera de los “grandes”
Conforme avanza la campaña electoral, la situación de Laura Fernández podría cambiar. Pilar Cisneros afirmó que la candidata chavista sí asistirá a debates más adelante.
“Sabemos que los debates importantes son los de las últimas semanas antes de las elecciones: a esos ella va a asistir. Ha confirmado, si no me equivoco: Repretel, Monumental, Columbia, Multimedios, Trivisión y La Extra”, comentó Cisneros a mediados de noviembre.
Asimismo, la diputada comentó que la candidata se ha reunido con diferentes grupos, asociaciones y cámaras.
“Es imposible que un candidato pueda asistir a 35 o 40 debates. Ahora cualquier grupo dice: vamos a organizar un debate de los vecinos de no sé qué cosa, un debate de Jupema, un debate de la Unión de Médicos, (...) no se puede. Y nosotros priorizamos muchísimo el contacto con el pueblo”, argumentó Cisneros.
La Nación solicitó una entrevista con la jefatura de campaña de la candidata para conocer más detalles sobre la estrategia de campaña, sin embargo, no se obtuvo respuesta.
