Editorial

Editorial: Defensa de un privilegio

Ningún salario por encima de ¢862.000 está exonerado, salvo el escolar. Los defensores de la discriminación ni siquiera explican por qué la diferencia con el resto de la sociedad

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No le harán caso, y la ministra de Planificación Pilar Garrido lo sabe, pero su insistencia ante los diputados sobre la necesidad de reponer ¢43.000 millones anuales a las arcas del Estado, si persisten en exonerar el salario escolar del impuesto sobre la renta, enfatiza el costo de conservar un privilegio tan indefendible como inexplicable.








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