
Cada diciembre, muchas familias consideran incorporar el Elf on the Shelf a sus tradiciones navideñas. Para algunos es un símbolo de magia y juego; para otros, genera dudas: ¿cómo sostenerlo sin presión?, ¿qué mensajes transmite realmente?, ¿vale la pena dedicarle tiempo durante todo el mes?
Para responder a estas preguntas e incentivar el bienestar emocional de los niños, con la guía de Georgina Echandi, psicóloga del Hospital Metropolitano, aquí se presentan 7 claves simples para que el elfo sume conexión y no estrés o efectos negativos.
1. Defina el rol del elfo en su casa
Antes de colocarlo por primera vez, es importante decidir qué representa. La especialista recomienda evitar la idea de vigilancia permanente. En lugar de “observar y reportar”, el elfo puede presentarse como:
- Un invitado especial de diciembre.
- Un mensajero de buenos hábitos.
- Un acompañante de las tradiciones familiares.
Este acuerdo inicial evita confusiones y reduce la ansiedad en los niños.
2. Cambie la narrativa del control por la invitación
Frases como “pórtate bien porque el elfo te está viendo” generan obediencia momentánea, pero no construyen valores internos. Una alternativa más saludable es usar mensajes de invitación: “El elfo dejó una idea para ayudar en casa”, entre otros.
La diferencia está en el tono: no hay amenaza, hay propuesta.
“También se le puede poner a modelar, por ejemplo, que prestó su pijama a otro elfo porque tenía frío, que compartió un juguete porque el otro elfo no tenía, o que abraza a otro peluche porque quiere usar sus manos para dar cariño...”, añade Echandi, con respecto a cómo el elfo puede inspirar actitudes positivas en los niños sin recurrir a la amenaza.
3. Use el elfo para reforzar rutinas, no para castigar
El elfo puede apoyar hábitos cotidianos sin presión, tales como:
- Cepillarse los dientes.
- Lavarse las manos.
- Ordenar juguetes.
- Colaborar con pequeñas tareas.
- Prepararse para dormir.
También puede invitar a actividades como ordenar la habitación, leer más, hacer tarjetas navideñas o regalar juguetes que ya no se utilizan. Cuando el recordatorio viene desde el juego, el niño lo vive como parte de la experiencia navideña y no como una exigencia.

4. Planifique para no improvisar cada noche
Para que la tradición no se convierta en una carga, organícese con antelación:
- Prepare una lista de ideas simples con lo que quiere fomentar en sus hijos.
- Organice actividades diarias.
- Use materiales que ya tenga en casa.
Esto reduce el estrés y hace la dinámica sostenible durante todo el mes.
5. Mantenga coherencia en los mensajes
Uno de los errores más comunes es mostrar al elfo haciendo “travesuras” que los niños no pueden imitar. Esto genera mensajes contradictorios.
La recomendación es que el elfo modele las conductas que la familia quiere reforzar: compartir, ayudar, ser ordenado o expresar cariño.
6. Adáptelo a su cultura y a su familia
El elfo no tiene que vivirse igual en todos los hogares. En Costa Rica, muchas familias lo pueden integrar a tradiciones locales como:
- Hacer tamales.
- Ayudar con la decoración.
- Salir a ver luces navideñas.
- Compartir con vecinos o personas de la comunidad.
- Hacer una receta familiar o galletas para regalar.
- Leer juntos o ver películas con palomitas.
Estas adaptaciones hacen que la tradición se sienta propia. El elfo puede acompañar estas actividades con pequeños detalles o notas.

7. Incluya el sentido espiritual si es parte de su hogar
La psicóloga explica que para quienes viven la Navidad desde la fe, el elfo puede dejar mensajes breves que recuerden valores espirituales, inviten a la reflexión o acompañen rituales como la Corona de Adviento o dejar versículos bíblicos que cuenten la historia del nacimiento de Jesús.
8. Recuerde el objetivo real
Tenga presentes estas pautas:
- El juego debe generar ilusión, no miedo.
- El elfo no reemplaza la comunicación directa.
- Si el niño se siente incómodo, es válido ajustar o pausar la dinámica.
El Elf on the Shelf no define la Navidad ni la crianza. Bien utilizado, puede ser un recurso para crear recuerdos, reforzar valores y compartir tiempo de calidad.
“El elfo puede ser un aliado que añade magia al mes de diciembre; lo mejor de todo es que podemos personalizar lo que queremos transmitir, en lugar de seguir una ‘moda’”, finalizó Echandi.

