El calvario que llevan padeciendo miles de cartagineses para entrar y salir de esa provincia desde hace cinco años, está cerca de llegar a su fin.
Según la más reciente estimación del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), las obras pendientes en los intercambios de Taras y La Lima se entregarían a más tardar el próximo 31 de diciembre.
No obstante, el jerarca de ese ministerio, Efraím Zeledón, adelantó que quedarán trabajos pendientes asociados con la infraestructura complementaria, que incluye calles marginales, aceras, accesos a comercios, bahías para buses y otras obras menores que no afectarían el tránsito y las cuales se entregarían en los primeros meses del próximo año.
De acuerdo con el ministro, además quedaría en ejecución el puente de Taras, que se vio afectado el año pasado debido a las fuertes lluvias y que fue encargado mediante una adenda al contrato con la empresa H Solís, la cual construye los intercambios.
Entre las obras que se entregarían a fin de año se encuentran los niveles intermedios y rotondas en los intercambios de Taras y La Lima y el paso inferior en avenida 23, que conforman el tronco principal del proyecto.
En esos tres puntos se habilitaron, en distintos momentos, los pasos superiores que permiten la conectividad fluida para quienes viajan de Cartago a San José y viceversa e incluso el túnel que corresponde al primer nivel de la Lima, el cual permite el tránsito desde y hacia el Guarco.
El año pasado, las autoridades firmaron un cronograma con el contratista que fijaba como fecha de entrega final para todas las obras el 31 de octubre del 2025; no obstante, ese compromiso no se cumplió debido a constantes atrasos por lluvias.

Quejas por iluminación y señalización
Además de la afectación por cierres y modificaciones en el tránsito, los usuarios de este tramo de la carretera a Cartago enfrentan a diario problemas de señalización, desniveles, falta de iluminación y materiales sobre la vía que, según expertos, representan riesgos para la circulación.
Incluso, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) advirtió de los problemas en la señalización, deficiencias e incumplimientos en los materiales y procesos de construcción.
El ministro de Obras Públicas insistió en que, “constantemente”, se trabaja con la unidad ejecutora, el contratista y la Junta Administrativa del Servicio Eléctrico Municipal de Cartago (JASEC) para atender los señalamientos relacionados con la iluminación y demarcación del proyecto.
El proyecto de Taras-la Lima comprende los dos intercambios a dos y tres niveles para agilizar el ingreso y salida de la ciudad de Cartago.
En el caso de Taras, la obra incluye una rotonda a nivel que permitirá el acceso a San Nicolás de Cartago (se entregaría en diciembre). En la parte superior se dispone de tres carriles por sentido, para que los vehículos que circulan desde la carretera Florencio del Castillo hacia Cartago o viceversa, circulen sin detenerse (en servicio desde noviembre del año pasado).
En la Lima, el primer nivel corresponde al paso inferior o túnel hacia El Guarco (habilitado en setiembre); el segundo nivel contempla dos rotondas para los accesos a la zona franca y sectores aledaños (que se completarían en diciembre) y los dos viaductos del nivel superior para viajar de Cartago a San José y viceversa (puestos en servicio en marzo anterior).
En esa intersección, el proyecto contemplaba un cuarto nivel, que fue eliminado debido al aumento en el costo de la obra.
El proyecto incluye la intervención de los 2,8 kilómetros que unen ambos cruces y el paso a desnivel sobre la avenida 23, que se habilitó parcialmente el año pasado y cuyos trabajos pendientes también deben de completarse antes de que termine este año.
Esta obra encargada al consorcio H Solís-Estrella tenía un costo de $58 millones. Las obras recibieron la orden de inicio a finales del 2020 y tenían un plazo de 28 meses, lo que significa que debían entregarse hace más de dos años y medio.
Los principales atrasos han sido atribuidos a problemas en diseños, tanto en labores eléctricas, así como pavimentos y obras para el manejo de aguas, además de demoras en traslado de servicios.
Esas situaciones, además, habrían encarecido el proyecto en al menos $20 millones, lo que culminó con la eliminación del cuarto nivel del intercambio de la Lima, con el fin de reducir costos.
