La Ley de Tránsito tiene cinco categorías de multas.
Durante dos mañanas cualquiera en San José, un equipo de La Nación observó conductores que se expusieron a cuatro de estas.
En una salida realizada el 20 de diciembre fueron captados choferes que ingresaron a un carril en contravía o que entraron de forma inapropiada a una rotonda.
Dichas maniobras, de haber estado presentes oficiales de Tránsito, habrían entrado en la categoría D, que se castiga con un monto de ¢54.636,04.
En el recorrido también se observó a un taxista irrespetar un semáforo en rojo. Este chofer se expuso a la segunda multa más grave, la categoría B, por ¢220.774,65.
Todo esto ocurrió en un lapso de dos horas, en la rotonda en remodelación de las Garantías Sociales, en Zapote, y 150 metros sur del Hospital San Juan de Dios, en el centro de la capital.
Las imprudencias de los peatones también pueden conllevar una sanción. Un hombre que cruzó frente al parque de La Merced y casi es atropellado por un motociclista, pudo haber sido multado con ¢23.415,49 por no cruzar en una esquina o paso peatonal.
No obstante, la aplicación de esta multa es un evento excepcional, pues solo una persona fue sancionada por esto en el 2019, según datos del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
El pasado 8 de enero, en los semáforos de Hatillo 6, solo 50 minutos fueron suficientes para captar a 170 motociclistas haciendo un viraje indebido a la izquierda para ingresar a la carretera de Circunvalación.
Los motorizados, uno tras otro, junto con varios conductores de carros, realizaron la maniobra a pesar de que en ese punto existe un rótulo que expresamente indica que es prohibido realizar el giro.
Infringir una prohibición de giro entra en la categoría A, la más grave, por ¢326.701.
Cosevi registró 2.198.976 multas entre el 2014 y 2019, al menos una infracción por cada cuatro vehículos en circulación.