Unos 7.000 huérfanos que son beneficiarios de una pensión del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) podrán conservar ese subsidio estatal hasta los 25 años aunque trabajen, pero siempre y cuando demuestren que se mantienen estudiando.
Hasta antes del 21 de noviembre anterior, el Reglamento del IVM establecía que si un huérfano mayor de 18 años recibía pensión y comenzaba a laborar, automáticamente perdía el derecho al estipendio.
Eso lo cambió aquel día un fallo de la Sala IV que declaró inconstitucional el inciso f del artículo 20 del Reglamento de Pensiones de la CCSS, en el que precisamente se establecía la limitación al trabajo para los huérfanos subsidiados por el Estado.
La acción para que se variara la norma la interpusieron hace dos años María del Rocío Reyes, de 52 años, y su hija Ana Gabriela Chinchilla, actualmente con 25 años, después de que a esta última la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) le retiró la pensión tras laborar interinamente en el Poder Judicial.
Con la reforma impuesta por la Sala IV, la Caja está por comenzar a hacer cálculos actuariales para conocer cuánto dinero de más deberá desembolsar en los próximos años.
Gustavo Cuadra, de la Subárea de Pago y Control de la Gerencia de Pensiones, manifestó que la variación reglamentaria “va a traer un golpe” a las finanzas del IVM.
El caso. Según relató María del Rocío Reyes, madre de Ana Gabriela Chinchilla, su hija gozaba de una pensión como consecuencia de la muerte de su padre ocurrida en el 2000 –la beneficiaria tenía en aquel entonces 13 años–.
Para cuando Gabriela Chinchilla cumplió los 18 años inició estudios universitarios en educación preescolar con énfasis en terapia del lenguaje, lo que le aseguró seguir percibiendo la pensión, pues así lo permite el Reglamento del régimen del IVM.
La situación cambió cuando la muchacha logró un trabajo interino en el Poder Judicial.
“Ella iba a la Corte dos o tres días al mes, sobre todo para hacer algunas incapacidades o vacaciones de funcionarios”, explicó su madre desde barrio Los Ángeles, en San José, donde ambas residen.
Aunque iba pocos días a la Corte, la joven pasó a formar parte de la planilla de la Corte, porque lo que se le incluyó su aporte a la Caja.
Tiempo después –agregó la madre–, le quitaron el beneficio.
De allí provino la idea de ambas de acudir a la Sala IV para pedir la declaratoria de inconstitucional de un inciso del reglamento de pensiones del IVM.
“Ella (su hija) trabajaba para poder mejorar su ingreso y seguir estudiando; por eso fue injusto que le retiraran la pensión”, manifestó María del Rocío Reyes.
Cambios. Más allá de la historia de madre e hija, la Caja reconoció que a partir del fallo quedaron sin efecto todos los procedimientos administrativos que estaban abiertos contra jóvenes huérfanos que, estudiando, también trabajaban.
Gustavo Cuadra, de la Gerencia de Pensiones, indicó que se giró la orden a las 82 sucursales de la Caja para que acaten el fallo judicial.
Aunque no pudo precisar la cantidad de casos que estaban indagando, el funcionario aseguró que en todas las sucursales había tramites en curso, por lo que ahora se está recibiendo toda la información para también hacer el estudio actuarial que determinará los costos de la reforma.
De acuerdo con las estimaciones de Cuadra, en Costa Rica hay alrededor de 45.000 huérfanos de todas las edades y diferentes condiciones (como invalidez o que superan los 55 años de edad), pero son unos 7.000 los que están entre 18 y 25 años de edad y que se mantienen estudiando.