Seis meses después de la declaratoria de emergencia nacional por la pandemia, trasciende otra de las secuelas por el SARS-CoV-2: el desabastecimiento en tres vacunas, que representan alrededor del 30% del esquema nacional que se le aplica a niños y adultos mayores.
Se trata de una situación sin precedentes.
Hasta este 27 de agosto, el Almacén General de la Caja mantenía en cero las existencias de la vacuna pentavalente, que protege contra cinco enfermedades (polio, Haemophilus influenzae, difteria, tosferina y tétanos), la pneumo23, para proteger contra neumonía a población adulta mayor; y varicela.
Esto ha causado que una cantidad todavía no estimada de menores de edad y población mayor de 65 años perdiera tanto las dosis del esquema básico como las de refuerzo establecidas para esas vacunas en el esquema nacional.
“El proveedor indica que no hay vuelos disponibles”.
“Por restricciones en la planta debido a covid-19, el proveedor informa de que no puede tener el producto en la cantidad y el tiempo estipulados”.
La frecuencia de estos mensajes por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aumentó conforme la emergencia por covid-19 se extendía alrededor del mundo.
Los envió muchas veces a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la oficina local de esa organización, cuyo fondo rotatorio es el que facilita la compra de todas las vacunas que Costa Rica tiene en su esquema nacional de vacunación.
Aunque la programación para estas compras se realiza con un año de antelación y funciona casi con la precisión de un reloj suizo, la pandemia tuvo la fuerza suficiente para volver todo al revés.
Jefry Castro Rojas, farmacéutico de la subárea de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS, que apoya en vacunas, explicó lo que ocurre.
“Hubo muchos vuelos cancelados por la covid. Con las vacunas se manejan ’colchones’ de hasta tres meses para dar soporte por algún atraso, pero tampoco podemos mantener unos muy amplios porque las fechas de vencimiento de las dosis son muy cortas.
“Según las proyecciones, deberían haber ingresado entre abril y mayo; estamos en agosto, nos comimos los ’colchones’ y claro que tenemos que estar desabastecidos”, dijo.
Escudo contra enfermedades
Las vacunas protegen en Costa Rica contra una veintena de enfermedades:
FUENTE: MINISTERIO DE SALUD. || J.C. INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
El cierre de fronteras en muchos países del mundo, incluido el nuestro, reconoció el especialista, es la causa de que ninguna programación soportara los trastornos causados por la pandemia.
“Si todo estaba fríamente calculado desde el año anterior, este año la covid ha venido a cambiar muchas cosas de nuestra realidad”, dijo Castro.
El esquema de vacunación costarricense es uno de los más sólidos del mundo. Su cobertura alcanza a casi toda la población nacional en edades tempranas, y con vacunas como la de la influenza estacional, que se ponen todos los años, logra niveles importantes de protección entre los grupos de riesgo elegidos para las campañas.
La compra de las vacunas se empieza a programar un año antes de su ingreso al país por medio del fondo rotatorio de la OPS, que permite comprar los productos a mejores precios.
Este esquema está compuesto por 15 vacunas que protegen contra un grupo de 25 enfermedades.
Casi todas las vacunas están dirigidas a proteger durante los primeros años de vida, aunque se han incorporado al esquema dosis para población adulta mayor, como la de la influenza estacional, y la dosis única que se coloca a partir de los 65 años contra el neumococo.
Disponibles para octubre
El coordinador de inmunizaciones y secretario técnico de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, en el Ministerio de Salud, Roberto Arroba Tijerino, confirmó que no se ha producido ninguna modificación de las compras de vacunas, y que los atrasos registrados se deben a la pandemia.
“Se tiene el plan de compra para todos los años igual que siempre. Lo que sucedió este año fue por pandemia. Como estuvo cerrado el aeropuerto algunas vacunas no llegaron a tiempo”, manifestó Arroba.
Jefry Castro confirmó que la vacuna pentavalente falta desde hace unos dos meses en el país; sin embargo, el producto ya ingresó y se encuentra en proceso de control de calidad previo a su distribución.
El primer lote de 200.000 de las 350.000 unidades previstas para este 2020 ya está en el territorio.
“Está en el proceso de revisión para ver si llegó con las temperaturas correctas, se toma una muestra y se envía a control de calidad. Esto dura de dos a tres semanas. Hubo un atraso bastante importante por el pico en la afectación de vuelos por covid que coincidió con las entradas de las vacunas”, reiteró Castro.
De pasar todos los controles, se espera que la pentavalente esté disponible a partir de octubre. En este mismo trámite se encuentra la pneumo 23, agregó el farmacéutico.
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La situación está más difícil con la de varicela. Todavía se espera el ingreso de las primeras 60.000 dosis de un total de 125.000 previstas para este año.
“No tenemos una fecha todavía. Hubo un atraso. La de varicela prácticamente tiene mes y medio, pues desde la segunda semana de julio se agotó. Se ha hecho todo lo que está en nuestras manos para agilizar el proceso.
“Todavía no tenemos una fecha, porque lo que nos está ofreciendo la OPS no se podría recibir de esa manera. Es algo técnico: que el prospecto de la vacuna esté en español, como lo exige la normativa nacional, y no en inglés”, aclaró Castro.
Para este segundo semestre, no se esperan problemas mayores a los sufridos durante los primeros meses de la emergencia nacional.
“Lo que se tenía que atrasar ya se atrasó. Es muy difícil que lo que venga para el segundo semestre presente problemas porque ya estamos preparados. Cuando pasó lo de la covid nadie estaba preparado.
“La covid durante el primer semestre eliminó cualquier programación que tuviera cualquier país del mundo. Esperamos que en el segundo semestre no haya problemas”, declaró Castro.
Aunque algunos padres han reportado el faltante de la vacuna contra rotavirus en unidades de la CCSS, el funcionario aseguró que hay suficientes existencias para cubrir las necesidades de vacunación por los próximos ocho meses.
Según la OPS, dijo Castro, el efecto de la pandemia en los programas de vacunación representará una disminución de las coberturas de alrededor de un 8% a nivel regional.
“En el caso de nuestro país, una vez que tengamos la vacuna, es solo cuestión de ponernos al día. Pero hay países donde no ocurre eso: quienes no se vacunan, ya no se pueden vacunar más”, aseveró.
