Enfermos con cáncer de pulmón son primeros beneficiados con nuevo esquema de compra de fármacos

Un grupo de pacientes que padecen un tipo específico de cáncer de pulmón será el primero en beneficiarse de tener acceso temprano a Atezolizumab, un medicamento innovador que será adquirido por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) mediante un nuevo modelo de compra: el esquema de pago compartido con el laboratorio fabricante.

¿En qué consiste ese modelo? Según explicó la CCSS, el nuevo esquema de compra permitirá que tanto la institución como el laboratorio fabricante asuman conjuntamente el costo de proveer el fármaco a los enfermos. Las negociaciones para firmar este acuero se prolongaron ocho meses, confirmó el gerente de Logística, Esteban Vega de la O.

Esto tiene varias ventajas. La más importante es, posiblemente, que permitirá a los enfermos acceder al medicamento innovador de manera más oportuna.También implicará beneficios administrativos y clínicos para la Caja, ya que se basa en los resultados en salud registrados para el fármaco de forma científica.

De acuerdo con los estudios clínicos, son 24 los pacientes proyectados para este tratamiento con Atezolizumab. El laboratorio fabricante, cuyo nombre no trascendió, asumirá el costo de proveer el medicamento a 7 de ellos.

El costo por tratamiento con Atezolizumab por paciente, a 8 meses, alcanzaría los $46.697, informó la CCSS.

“Esta estrategia nos permite poder lograr el acceso a un medicamento innovador que marca diferencias según los estudios clínicos, la evidencia y la revisión científica realizada por nuestros equipos técnicos.

“Nos garantiza una adecuada administración de riesgo asegurándonos que la inversión que va a hacer la institución realmente se destine a aquel grupo de pacientes que, de acuerdo a los estudios clínicos que desarrolló el fabricante, son los que verdaderamente responden al tratamiento”, explicó el gerente.

Hasta ahora, el modelo tradicional de compra de la CCSS se basa en contratar una cantidad determinada de un medicamento para todos los pacientes por igual, respondan o no a la terapia. En este modelo, la CCSS asumía el costo total respondieran o no al tratamiento.

El Atezolizumab es utilizado para varios tipos de enfermedades, pero en este caso su uso será para pacientes con un tipo específico de cáncer de pulmón, para el cual se dispone de una única fuente de producción a nivel mundial, explicó la CCSS.

Cambios en camino

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Como parte de la estrategia, en el Expediente Digital Único en Salud (EDUS) se diseñó un reporte específico para dar trazabilidad a la evolución y respuesta de estos pacientes al medicamento.

Según la CCSS, el nuevo esquema de compra allana el camino hacia nuevas formas de contratación que favorezcan el acceso a la innovación terapéutica de forma temprana.

Este modelo es una práctica común en países desarrollados, principalmente en Europa.

Recientemente, estuvo en Costa Rica el abogado y doctor en Economía, Jaime Espín, quien ejerce como profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública y presta asesoría a organismos europeos en temas relacionados con compras innovadoras y acuerdos basados en resultados de salud.

Espín participó en el Foro de Salud 2023, organizado por La Nación, el 31 de julio. Según comentó en esa oportunidad, países como España y el Reino Unido han implementado durante más de una década acuerdos basados en resultados de salud como estrategia para asegurar el acceso de sus ciudadanos a medicamentos innovadores.

Este cambio de paradigma les ha permitido pasar de simplemente adquirir cajas de fármacos a adquirir productos que demuestren efectivamente resultados positivos en la salud de los enfermos.

En el caso de Costa Rica, el acceso a estos medicamentos se ve mediado por la judicialización de la salud: cuando los pacientes recurren a la Sala IV al no obtener o experimentar demoras en la provisión de fármacos contra el cáncer o enfermedades raras por parte de la Caja.

El pago por fármacos que están fuera de lista de medicamentos de CCSS saltó de $4 millones en el 2014, a $34 millones en el 2021. En su mayoría quienes las reclaman son personas con cáncer.

Según Esteban Vega, solo entre el 2021 y 2023 la CCSS proyecta invertir $26 millones en medicamentos innovadores (con una única fuente de producción en el mundo).

“Los acuerdos innovadores surgen como instrumento para lidiar con la incertidumbre clínica y económica que supone el lanzamiento de un nuevo fármaco. Muchos fármacos en su última etapa salen al mercado con un ensayo clínico con solo 20 pacientes.

“A lo mejor las farmacéuticas piden $500.000 y el pagador público tiene mucha incertidumbre sobre los resultados de salud. Este tipo de instrumentos permite vincular el pago a los resultados de salud”, explicó Jaime Espín en entrevista con La Nación.

En el caso de la CCSS, esta será la primera experiencia de pago compartido, que permitirá administrar los riesgos entre el fabricante y la institución, confirmó el gerente de Logística.

Se están analizando otras opciones terapéuticas, que corresponden en su gran mayoría a medicamentos para enfermedades oncológicas e inmunológicas.

Vega reiteró la importancia de este tipo de acuerdos, que permitirán el acceso temprano a fármacos innovadores que, de otra forma, tardarían mucho tiempo en llegar a los enfermos.

A la vez, estos acuerdos le garantizan a la CCSS que los recursos se destinen a los pacientes que verdaderamente responden al medicamento (o pacientes respondedores).

Este modelo, añadió, permitirá avanzar hacia compras similares para otros medicamentos, con otra forma de administrar el riesgo y generar acceso temprano a la innovación terapéutica. La intención, reiteró el gerente, es escalar este modelo de compra a otras alternativas terapéuticas.

El gerente enfatizó que estos nuevos esquemas buscan mejoras en el precio a través de la consolidación de la compra y negociación por volumen.

También, dijo, pretenden que la institución pague según los resultados a partir de la evidencia clínica, y con ello minimizar el riesgo que habitualmente asumen los sistemas de salud por la incertidumbre clínica y financiera asociada a las nuevas terapias.