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Los diputados de la Comisión de Reformas del Estado barajan una propuesta que pasaría a marzo la elección presidencial, acortaría la campaña electoral y bajaría el financiamiento a los partidos políticos.
Como si fuera poco, también están dispuestos a configurar un nuevo orden en el debate de proyectos legislativos, cambiando el actual régimen de periodos de discusión para dar ventaja al Ejecutivo y permitir una mayor gobernabilidad.
Podría parecer improbable que los diputados lleguen a tanto consenso en una sesión; sin embargo, hay que tomar en cuenta que el jueves pasado, último día del mes de junio, había algo en el ambiente, tal y como lo aceptó el jefe libertario Otto Guevara.
Esa noche, el plenario acababa de aprobar una histórica reforma para rebajar las pensiones de lujo y los congresistas de la Comisión de Reformas del Estado tuvieron su sesión de trabajo, aún con el pulso caliente.
“El jueves histórico, cuando se aprobaron los proyectos en pensiones, procedimos a dictaminar el proyecto que reduce la deuda política y abrimos un espacio de discusión con el propósito de afinar posiciones en lo que sería una reforma constitucional”, recordó Guevara este martes.
Así fue como legisladores de Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC), Frente Amplio, Movimiento Libertario y Alianza Demócrata Cristiana, estuvieron de acuerdo en afinar esa reforma, la cual cambiaría el panorama electoral y el trabajo en la Asamblea Legislativa.
Cambios. “Las diferentes bancadas estuvimos de acuerdo”, dijo Mario Redondo, diputado de Alianza Demócrata, al detallar que uno de los convenios fue presentar, en dos semanas, un texto inicial de reforma a la Constitución Política.
De prosperar la idea, los parlamentarios tendrían que reformar el artículo 96 de la Constitución, referente al financiamiento para las campañas, que pasaría del 0,19% del PIB a un 0,11%.
También, del artículo 116, que establece la división del año legislativo en cuatro periodos de sesiones (dos llamadas ordinarias y dos extraordinarias).
En las ordinarias, el Poder Legislativo tiene el control de la agenda de proyectos que son discutidos en el plenario.
Durante las extraordinarias, es el Ejecutivo el que tiene ese control. Si el plan se cristaliza, el numeral 116 de la Constitución se dividiría en solo dos periodos, de un semestre cada uno.
Durante el primer semestre, sería el Ejecutivo el que defina la agenda, esto con tal de permitir una mayor gobernabilidad.
Otra variación se daría en los plazos de duración de la campaña política, de manera que, en lugar de que se extienda por cuatro meses, sería solo de dos meses.
La norma vigente establece que la campaña electoral inicia cuatro meses antes del primer domingo de febrero.
Tal cambio obligaría a modificar el artículo 133 de la Constitución Política.
Si los diputados cosechan el consenso necesario, la elección nacional sería el primer domingo de marzo, y la campaña se reduciría a dos meses: enero y febrero.
Buen ambiente. El presidente de legislativo y miembro de la Comisión de Reformas del Estado, Antonio Álvarez Desanti, manifestó que existe buen clima para que el proyecto avance.
Una posición similar externó su colega del oficialista PAC, Marco Vinicio Redondo.
Por su parte, el diputado Redondo señaló que “se están afinando los textos y en una semana se espera tener los definitivos”.
La presidenta y congresista del Frente Amplio, Patricia Mora, expresó que están de acuerdo con las iniciativas, y que buscarán una distribución “más democrática y equitativa de los recursos de la deuda política”.
“Ese jueves hubo algo en el ambiente, hubo una actitud de los diferentes diputados, y quisimos hacer un aporte significativo”, concluyó Guevara.
