En su última conferencia de prensa en el cargo de ministro de Educación, realizada este martes, Steven González afirmó que “por primera vez en la historia, el país conoce un diagnóstico nacional de niveles de logro de los estudiantes”.
LEA MÁS: Alumnos cargan con cuatro años de ‘apagón educativo’
El jerarca hasta el 8 de mayo, destacó así los resultados de las pruebas Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO), aplicadas a estudiantes de quinto grado de escuela y de penúltimo y último año de colegio. En ambos casos, el Ministerio de Educación Pública (MEP) no dio a conocer notas, si no niveles de desempeño en las categorías “alto, medio y bajo” de acuerdo a las habilidades y aprendizajes que lograron alcanzar.
“Paradójicamente, podríamos decir que los tiempos difíciles que vivimos nos empujaron hacia la digitalización, y que cuando se habla de apagones, es cuando precisamente el Ministerio de Educación Pública logra su mayor alcance en el conocimiento del nivel de aprendizaje del estudiantado”, declaró este martes González,en la presentación de los resultados de FARO de secundaria en la Escuela Roosevelt, San Pedro de Montes de Oca.
No obstante, este sistema que González consideró un logro ha sido criticado incluso por miembros del Consejo Superior de Educación (CSE). Es el caso de Gilda Montero Sánchez, delegada de los gremios ante ese órgano quien había manifestado al respecto: “No dice si son malos o buenos, solo dice que estamos más o menos, no se sabe si más o menos buenos, o más o menos malos. Hizo falta tener otro parámetro de medición para poder ubicar a los alumnos y eso no lo arroja la forma en que evaluaron los resultados”.
LEA MÁS: MEP disimula malos promedios de escolares en pruebas FARO
El jerarca añadió en su discurso de este martes que las prioridades en las que se han enfocado responden a las necesidades para mejorar la calidad de la educación y con ello la calidad de vida de las personas, su desarrollo integral, económico, social y ambiental del país. Este camino, dijo, responde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y las buenas prácticas.
Hizo esa afirmación, a pesar que el VIII Informe del Estado de la Educación, dado a conocer el 1.° de setiembre pasado, reveló que los estudiantes de escuelas y colegios evidencian las consecuencias del “apagón educativo” de los últimos cuatro años a causa de constantes interrupciones, por huelga del 2018 y pandemia, que provocaron escasez de aprendizajes.
Según el Estado de la Educación, estos hechos conducen al país a obtener “los peores resultados educativos”, pese a los ¢2,5 billones que invierte en ese sector cada año.
González reconoció que persisten importantes retos por cumplir, pero afirmó que el país no estaría en posición de atenderlos sin los pasos que ha venido dando en el Ministerio, “a veces lentamente, a veces de forma acelerada, pero siempre en el camino marcado por el interés común y tal como lo dictan las tendencias emanadas de los organismos internacionales”.
LEA MÁS: Pruebas FARO para escolares solo evaluarán la mitad de aprendizajes o menos
“Nos sentimos muy satisfechos de que hoy podamos cruzar los resultados de las pruebas estandarizadas FARO con las evaluaciones de aula, para obtener un panorama de los niveles de logro en las diversas regiones del país”, expresó el ministro.
Agregó que en el MEP establecieron la línea base para que, en adelante, “el sistema educativo pueda ir identificando la realidad de la calidad de la educación, más allá de las percepciones propias y ajenas”.
“Por primera vez la comunidad educativa cuenta con información para apoyar los procesos y mejorar, gracias a las pruebas estandarizadas FARO y lo mismo sucede con las pruebas de dominio lingüístico que aplicamos desde 2019, y que le permiten al estudiante de hoy, conocer exactamente su nivel en un segundo idioma, para efectos de la continuidad del aprendizaje en la educación superior o bien para su inclusión en el mercado laboral” , dijo.
Segundo idioma e infraestructura
Según el ministro, en esta gestión dejaron trazado un plan hacia la Costa Rica bilingüe 2040, para asegurar que la población adquiera el dominio efectivo de un segundo idioma en los próximos años.
Para González, el reto es aumentar la cobertura del servicio de enseñanza de una lengua extranjera, además de certificar a estudiantes en el dominio de estas.
LEA MÁS: El ‘FARO’ que no alumbra
En su criterio, no solo hubo avances en transformación curricular, sino en áreas como la infraestructura educativa en la cual, agregó, se han invertido más de ¢195.000 millones en proyectos finalizados y más de ¢20.000 millones en proyectos que están en construcción.
La Nación publicó el fin de semana anterior, que según una radiografía de los 4.535 centros educativos del país, 4 de cada 10 necesitan una intervención ‘urgente’; el resto, requieren de mantenimiento para evitar su cierre en un futuro cercano.
LEA MÁS: Deterioro convierte escuelas en ‘bombas de tiempo’
“La ruta queda habilitada, pero se requiere mayor presupuesto para hacer más obras y atender el rezago de muchas décadas en infraestructura, también se requiere invertir más en el mantenimiento preventivos de los centros educativos para evitar un deterioro acelerado que a la larga desemboque en más órdenes sanitarias (874, según el último dato)”, admitió el jerarca.
Red Educativa y desempeño docente
Uno de los primeros proyectos anunciados por la administración de Carlos Alvarado, en las primeras semanas de gestión, fue la Red Educativa del Bicentenario que pretendía conectar a Internet a más de 4.500 centros educativos y generar una solución integral que incluya servicios de tecnologías de información y recursos educativos y didácticos para una gestión curricular y administrativa superior.
La mayor parte del proyecto estaba a cargo de la Fundación Omar Dengo, sin embargo, en noviembre, la Contraloría General de la República instruyó dejar fuera a la FOD por considerar que el Ministerio le trasladó a esa organización privada competencias esenciales.
“Para alcanzar la conectividad, apostamos a la Red Educativa del Bicentenario, que, si bien encontró diversos obstáculos, dejó trazado el camino hacia dónde deben encaminarse los esfuerzos”, agregó el ministro.
En relación con la calidad docente, González dijo que desde el 2019, se ha trabajado en una iniciativa para la “Gestión del Desempeño Docente”, por medio del diseño e implementación del cambio en el modelo de evaluación del desempeño y con la construcción de una prueba de idoneidad para los concursos, como lo establece la Ley 9871, aprobada por la actual Asamblea Legislativa.
Un año antes, en 2018, agregó que Costa Rica ya había emprendido esta importante agenda de calidad docente que comprende, además, la implementación de un “Marco Nacional de Cualificaciones de Carreras Docentes”, para establecer los estándares mínimos que deben cumplir las carreras universitarias de Educación.