La constructora Sánchez Carvajal, a cargo de la nueva carretera a San Carlos, comunicó este sábado que despidió a 104 trabajadores.
Esos obreros se unen a los 52 que yan habían sido despedidos en noviembre

La razón de las nuevas salidas es, según la compañía, que enfrenta problemas de liquidez por los atrasos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) en la aprobación de la adenda por $24,6 millones.
El grupo de empleados despedidos entre noviembre y febrero representa el 50% de los colaboradores que laboran en la construcción de la carretera.
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"Hemos llegado hasta donde humanamente hemos podido, hasta donde las soluciones definidas por la administración y los recursos financieros nos lo permiten", dijo Sánchez Carvajal por medio de un comunicado de prensa.
De acuerdo con la firma, en la obra quedan 150 trabajadores.
Patricia Romero, presidenta de la Asociación Pro Carretera Naranjo-Florencia, afirmó haber hablado con representantes de la compañía y con Germán Valverde, ministro de Obras Públicas y Transportes, y le informaron de que quedan recursos para dos meses más, aproximadamente.
La adenda
En julio, la Contraloría General de la República (CGR) le rechazó al Conavi una solicitud para aumentar el contrato en $24,6 millones y el plazo en 320 días.
El dinero es necesario para estabilizar taludes y realizar trabajos en varios puentes pendientes.
Los argumentos para denegar la petición fueron que el monto adicional no garantiza que la obra se finalizará, no hay claridad sobre cuándo se terminará la vía y tampoco existen estimaciones del costo final del proyecto.
En la actualidad, el Consejo no ha logrado la aprobación de la extensión del contrato.
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Esta carretera comenzó a construirse en octubre del 2005 con la empresa taiwanesa RSEA Engineering Corporation. Sin embargo, los asiáticos abandonaron el proyecto en julio de 2008, cuando el país rompió relaciones diplomáticas con esa nación.
Tras la salida de la firma extranjera, la constructora costarricense Sánchez Carvajal asumió el proyecto.
El contrato original era por $164 millones.
