Tiempo, gasolina y paciencia no es lo único que se pierde por el caos vial en la Gran Área Metropolitana (GAM).
En el cantón de Belén, Heredia, ubicado a 17 km de La Sabana, en San José, las presas impiden crear 3.000 empleos en el sector servicios.
Esa es la cantidad de puestos de trabajo que generaría la instalación de nuevas empresas, como centros de llamadas ( call centers ), en un cantón que ya emplea a 20.000 personas, según el alcalde Horacio Alvarado.
No obstante, las compañías dejaron de mirar hacia Belén desde hace unos cinco años, debido a la restricción para construir nuevos proyectos en la zona y a que primero deben resolverse los embotellamientos que ahogan las vías cantonales y los accesos a la autopista General Cañas.
Tal medida fue impuesta por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) para obligar a la Municipalidad a buscar soluciones al caos vial.
El problema no es simple: el recorrido de 4 km para salir de San Antonio de Belén hacia la pista se hace en unos 10 minutos, pero en horas pico se tardan hasta 50.
“Hay días de pago en que, sin exageración, las presas llegan al balneario Ojo de Agua (desde San Antonio), que son casi 2 kilómetros”, aseguró Alvarado.
Por eso, en el 2011, el Ayuntamiento contrató un diagnóstico de la red vial, a partir del cual se definieron las soluciones.
Cinco años después, el plan no ha sido ejecutado, y la espera ahuyenta a los inversionistas.
Uno de los proyectos que se canceló fue el del oficentro Estrella de Belén. Ante el poco avance del plan remedial, uno de los socios decidió que no valía la pena esperar, contó Alvarado.Otro desarrollo similar cumple ya tres años en vilo. “Los regidores y nosotros estamos desesperados”, dijo el alcalde, quien agregó que iban a tener una reunión con los inversionistas “para darles una solución legal-técnica y que no se nos vayan”.
La infraestructura se ha convertido en uno de los condicionantes para la atracción de nuevas compañías, pues no solo determina el transporte de productos, sino también el de personal, explicó Vanessa Gibson, directora de Desarrollo Corporativo y Clima de Inversión de la agencia para promoción de inversiones Cinde (Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo).
“Costa Rica enfrenta el reto de mejorar la infraestructura de puertos, aeropuertos y carreteras que tienen un impacto directo en la estructura de costos de las empresas, tanto del sector servicios, como de manufactura tecnológica”, expresó Gibson.
Belén, en sus 12,15 km², es tierra de zonas francas, edificios de centros de servicios, industrias, hoteles; allí está el fabricante Intel y pronto Gallito cerrará su planta de confitería y 200 empleos. En el cantón, la pobreza llega al 17% de los habitantes, y la extrema, al 3,9%. El desempleo abierto es del 2,4%.
Solución. Giselle Alfaro, viceministra de Infraestructura, cree que, para desahogar el tránsito, se debe crear una salida del cantón hacia la General Cañas, en sentido Alajuela-San José, por la vía que pasa frente al hotel Marriott. Para ello, añadió el alcalde Alvarado, se creará un carril paralelo (de salida) de 200 metros, a la altura de la empresa Corbel.
El cierre del acceso a Belén que está a un costado de la empresa Firestone, así como la demarcación de una “megarrotonda” alrededor del cuadrante donde se ubica esa fábrica, completan las obras.
Alvarado achaca el atraso al poco aporte que dieron al proyecto los cuatro ministros que encabezaron el MOPT desde el 2011.
El quinto intento se coordina con la viceministra, quien dice que el proyecto se terminará en esta administración.
“Le estamos dando un seguimiento periódico, tanto el alcalde como yo, en aras de poder cumplir. Esto es una cooperación de ambas instituciones”, dijo Alfaro. La construcción de la vía paralela se sacaría a concurso en dos meses.
El costo de la obra es compartido. El Gobierno dará ¢800 millones para construir el carril paralelo y el municipio los diseños, mientras que a los desarrolladores se les piden $150.000 y una fracción de terreno para la vía.