El 15 de marzo anterior, 233 alumnos del Cindea de Turrialba fueron desalojados del local donde recibían lecciones. Esa acción se realizó porque el Ministerio de Educación Pública (MEP) se negó a pagar los ¢13.000 más que el dueño del inmueble solicitó por el alquiler.
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La directora de la institución, Inés Madrigal, envió un oficio al ministro de Educación, Steven González, (DRET-SCE02-CINDEA Turrialba-025-2022), el 17 de marzo, para informarle sobre la situación.
A este Cindea asisten en total 343 alumnos en horario nocturno y diurno; son jóvenes que quieren sacar la primaria o el bachillerato. También atiende otro grupo de muchachos que reciben la oferta emergente, constituida por ejemplo, por cursos de Inglés, manualidades u otros.
La Junta de Administrativa del centro educativo alquilaba tres edificios, entre estos un salón comunal, para mantener la operación. Por el edificio donde asistían los 233 alumnos que fueron desalojados, se pagaban por alquiler ¢771.750 mensuales
Madrigal le comunicó al ministro que la arquitecta de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE), Yoryana Zúñiga, les informó de que los contratos de alquiler estaban vencidos, por lo que debían renovarlos y hacer el aumento anual que establece el artículo 67 de la Ley General de Arrendamientos Urbanos y Suburbanos (7527), que es de un 3,3%.
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Sin embargo, el propietario del local donde asistían los 233 alumnos, presentó una nota indicando que no aceptaba un incremento del del 3,3% (que aumentaba la cuota de ¢771.750 a ¢797.217). Él pedía un aumento de un 5% aduciendo que el año anterior no recibió ningún aumento. Así en vez de ¢797.217 subiría a ¢810.337, una diferencia de ¢13.119 con respecto a lo que correspondía por ley.
El MEP se negó a aprobar el aumento y al no lograr un acuerdo con la Junta Administrativa del Cindea, se tuvo que rescindir el contrato, por lo que el dueño del local solicitó la entrega del edificio y tuvieron que desalojar el 15 de marzo anterior.
El presupuesto anual del MEP es de ¢2,6 billones, aproximadamente.
La Nación se comunicó con la directora Inés Madrigal quien explicó que, como solución, en la DIE le indicaron que buscará un lugar prestado o alquilado por el monto que tenían disponible porque no había más fondos. Otra opción, indicaron, era enviarlos a la casa para educación a distancia.
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“Les dije que no puedo mandar a los alumnos a distancia porque eso no funciona, se lo dije a la gente de la DIE, eso se hizo en pandemia pero no debe hacerse por un problema de infraestructura”, respondió Madrigal ante consultas de este medio.
Búsqueda de un lugar
Inmediatamente, y según consta en el oficio DRET-SCE02-CINDEA Turrialba-025-2022, Madrigal y la Junta comenzaron a buscar lugares para distribuir estudiantes en los lugares disponibles. Sin embargo, tres de cuatro gestiones no prosperaron.
La Universidad Estatal a Distancia (UNED) rechazó el requerimiento. En el caso de la parroquia San Buenaventura de Turrialba, el Consejo encargado de realizar el análisis del alquiler determinó no efectuarlo porque necesitaban el espacio.
“Con respecto a las aulas de la escuela Mariano Cortés, se descartó esta posibilidad por motivo de distanciamiento. El desplazamiento de los estudiantes es mayor en comparación con otras instalaciones ubicadas en el circuito escolar”, se lee en el oficio.
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Ante la cercanía de la Escuela de San Rafael, se coordinó una reunión el director del centro educativo, quien les indicó que había disponibilidad de cuatro aulas en horario nocturno, pero esta opción solo resolvía la ubicación de una parte de los alumnos, los de oferta emergente, por lo que el problema continuaba.
“Se tomó la decisión de ofrecer una modalidad combinada con los grupos de educación convencional de I, II y III nivel. Esta consiste en un modelo de tutorías el cual permite atender a los estudiantes en dos formas presenciales: lecciones tutoriales y atención individual cuando el estudiante así lo requiere. Realizarán trabajos específicos en sus hogares y los exámenes los aplicarán presencialmente”, indicó la directora al ministro.
De esta manera, la mayoría de alumnos asiste a clases en el edificio central, donde solo hay tres aulas disponibles: solo se pueden atender siete grupos dos días por semana en la mañana, cinco grupos tres días por semana en la tarde y cinco grupos en la noche.
En educación emergente, doce grupos de estudiantes fueron reubicados en tres aulas de la escuela de San Rafael; para un total de 243 estudiantes atendidos presencialmente. Otros 37 grupos continúan recibiendo lecciones en el salón comunal que también se alquila.
La Nación solicitó explicaciones a Catalina Salas, encargada de la DIE, pero no respondió al cierre de esta nota.
Madrigal agregó que desde hace años tienen un terreno para construir el Cindea, pero, desde el 2015, están los planos en la DIE y no ha pasado nada.