Muchos estudiantes costarricenses utilizan, excesivamente, el celular en las aulas: el uso va desde jugar, acceder a redes sociales e incluso grabar a profesores para reírse de ellos y hacer stickers burlescos de sus compañeros.
Así lo afirmaron dos docentes, una de primaria y otra de secundaria, quienes día a día enfrentan el desafío de impartir clases mientras sus alumnos permanecen ensimismados en un teléfono inteligente.
Tal y como informó La Nación, el ministro de Educación, Leonardo Sánchez Hernández, presentará ante el Consejo Superior de Educación (CSE) una actualización del Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes (REA) en el que se estipula, de manera generalizada, que el uso del celular quedaría prohibido en las aulas desde preescolar hasta secundaria. La medida regiría a partir del 2026.
“Hay centros educativos que tienen su normativa interna y han girado instrucciones para que el uso del dispositivo esté regulado. Por eso queremos ponerlo en el REA, para que quede estandarizado en todo el país”, dijo el jerarca del Ministerio de Educación Pública (MEP) para explicar por qué se dice que en algunas escuelas y colegios el uso del celular se prohíbe.
Kathya Valverde Barrantes, docente de la Escuela David González Alfaro, en Alajuela, cuenta que este año ella y sus colegas han lidiado con el uso del celular en las aulas, aun cuando los estudiantes saben que no deberían de utilizar el dispositivo durante las lecciones.
“Se presentan situaciones a nivel de aula por el tema de ciberbullying: hacen chats y hablan mal de sus compañeros, hacen los famosos stickers con fotos (de otros alumnos) y todo esto lleva a que uno esté abriendo protocolos y debidos procesos que para los docentes es muy desgastante”, contó la docente.
La maestra de sexto grado afirmó que no pueden prohibir que los estudiantes lleven los celulares al centro educativo y que, aunque según una circular no se deben utilizar en el aula, a menos de que sea para trabajo en clase, la medida no es respetada por los escolares.
“Yo he visto estudiantes grabar a compañeros docentes (para reírse de ellos) mientras dan clases o graban los desórdenes dentro de la misma aula y luego lo comparten en sus historias de redes sociales. Es muy preocupante, porque se trata es de dejar muy mal parado al docente poniendo solamente un pedazo del video, donde quizá ya está enojado sin poner el contexto completo. Gracias a Dios, mis alumnos no lo han hecho”, señaló.
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La docente confió que aunque han realizado reuniones con padres y madres para explicarles que iban a tomar algunos minutos antes del inicio de clases para revisar que los celulares estuvieran apagados, igualmente resulta una tarea tediosa porque deben realizarlo en cada cambio de lecciones y muchas veces llegan con el teléfono encendido. Lamenta que los mismos papás y mamás les envían mensajes o los llaman mientras están en clases.
“Entonces tampoco se respeta la disposición. Hay algunos padres que más responsablemente tienen el celular con control parental para bloquearles algunas páginas de Internet, pero la mayoría lo tienen a la libre”, dijo.
En secundaria la realidad no es distinta. Angie Picado Cubillo, profesora de un colegio público en Heredia, comentó que para los docentes es muy difícil poder controlar que los estudiantes no usen sus teléfonos inteligentes.
“Lo utilizan mucho, sin embargo, lo usan para jugar o para ver redes sociales. Dentro del aula su uso está prohibido”, comentó la docente.
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Celular no se les puede decomisar
Si bien en el colegio en el que labora esta docente de matemáticas existe una restricción de uso, Picado reconoce que si ella o sus colegas se concentran en impedir que los alumnos no accedan al teléfono, perderían todas las lecciones de clases porque el estudiantado, en su mayoría, llega al aula con celular.
Además, la educadora contó que existe una circular que señala que está prohibido decomisar los celulares a los alumnos. La Nación confirmó que la circular DM-005-02-2016 permite que el teléfono sea confiscado a los estudiantes solo en aquellos casos que puedan constituir un delito penal.
“Es todo un tema porque la idea inicialmente es utilizar tecnología, Internet, la idea es avanzar con nuevas tecnologías, inteligencia artificial, pero no se ha logrado porque no hay un límite del uso del celular, ni en el colegio, ni en la casa, se hace muy difícil. Entonces, los estudiantes hacen un uso excesivo para jugar y usar redes sociales y muy pocos para la parte académica o para buscar cosas del trabajo en clase o de dudas. Ese es el principal problema”, afirmó la profesora.
https://www.nacion.com/opinion/columnistas/respuestas-para-quienes-argumentan-a-favor-de/KCHVFBJ3TNFGNPTT65MTTYUZEE/story/
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Según el jerarca del MEP, con la actualización del reglamento el uso del celular estaría permitido en clase solamente con la autorización del docente y únicamente para fines pedagógicos. En el recreo los estudiantes podrían usar su teléfono móvil para comunicarse con sus padres, madres y cuidadores.
Kathya Valverde comentó que en los recreos los estudiantes no interactúan entre sí porque se concentran en su celular. “Los absorbe”, dijo.

