
El ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, aseguró al diario estadounidense Washington Post que el país sí está dispuesto a recibir al salvadoreño Kilmar Abrego García, contradiciendo directamente los argumentos de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que afirma que el único destino posible para deportarlo sería Liberia, en África Occidental.
En publicación emitida este viernes 21 de noviembre, Zamora declaró al medio estadounidense que desde agosto notificó a la embajada de Estados Unidos en San José que Costa Rica que aceptaría a Abrego por razones humanitarias y que incluso le otorgaría residencia legal.
Añadió que el país mantiene su compromiso con los “más altos estándares de derechos humanos”.
“Costa Rica recibiría al señor Abrego bajo condiciones humanitarias que garanticen el pleno respeto a sus derechos y libertades”, expresó el jerarca en un comunicado enviado al Washington Post. “Esa posición sigue vigente y no ha cambiado”.
Versión del gobierno de Trump
La posición costarricense contrasta con los argumentos legales que el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó en tribunales.
En documentos del 7 de noviembre pasado, abogados federales sostuvieron que, según el Departamento de Estado, Costa Rica no aceptaría a Abrego sin negociaciones adicionales y compromisos adicionales por parte de EE. UU.
Los abogados insistieron en que Liberia, en la costa oeste de África, sería el único país dispuesto a recibir al migrante sin condiciones adicionales.
Zamora desmintió esa afirmación y aseguró que Costa Rica no ha exigido negociaciones extra de ningún tipo: “Costa Rica mantiene su oferta de recibir al señor Abrego García por razones humanitarias”, indica la publicación estadounidense.
Apenas este mismo 21 de noviembre, el subdirector interino de la división de deportación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, John Cantu, le comentó a un juez federal que Liberia le dio garantías al Departamento de Estado que no torturará o perseguirá a Ábrego García.
Cantu compartió que Estados Unidos considera esas garantías “creíbles” y que Costa Rica “no es una opción en este momento”.
La historia de Kilmar Abrego
Kilmar Abrego, de 30 años, vivía en Maryland con su esposa estadounidense y sus hijos.
Fue detenido por agentes migratorios en marzo, pese a que un tribunal había prohibido deportarlo a El Salvador desde 2019 por riesgo de persecución de pandillas.
El gobierno de Trump lo deportó ilegalmente a El Salvador, en violación de esa orden judicial, según ha determinado el tribunal. Después de que la jueza federal Paula Xinis, de Maryland, ordenara facilitar su retorno, Abrego fue regresado a Estados Unidos en junio, pero solo después de que fiscales aseguraran una acusación penal por tráfico de personas, cargo del cual se ha declarado no culpable.
Desde entonces, Abrego ha permanecido en centros de detención migratoria mientras el gobierno intenta deportarlo a un tercer país.
Durante una audiencia el jueves, la jueza Xinis expresó desconcierto por la insistencia del gobierno en enviar al migrante a Liberia, un país con el que no tiene ninguna relación.
Xinis preguntó a los abogados por qué no podía ser trasladado a Costa Rica, dado que Abrego está dispuesto a ir y el país ha mostrado disposición.
“Esa no es una puerta abierta”, respondió el abogado del Departamento de Justicia, Drew Ensign, quien sugirió que Abrego podría ir a Costa Rica solo después de ser deportado primero a Liberia. La jueza cuestionó esa lógica:“¿Por qué hacer eso?”, detalla The Washington Post.
Los abogados de Abrego sostienen que la administración Trump pretende enviarlo a países africanos donde nunca ha vivido, sin vínculos ni redes de apoyo, como castigo por haber defendido sus derechos y por haber impugnado la primera deportación realizada en marzo.
