Hace casi dos años, cuando Andrea ingresó a estudiar al Colegio Científico de Alajuela, la inspiró conocer la historia de Natalia Orozco Delgado, estudiante egresada de ese mismo centro educativo y quien en el proceso de admisión 2023-2024 del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) alcanzó la nota máxima: 800.
En aquel momento, la adolescente se propuso obtener el mismo resultado y hoy, al conseguirlo, la alegría es tan grande como sus deseos de seguir conquistando sueños.
Andrea Carolina Ebanks Reyes, de 17 años , es una muchacha que cumple lo que se propone gracias a su disciplina y enfoque, según afirma su mamá, Carolina Reyes, quien autorizó que sus declaraciones e imágenes aparezcan en esta nota.
“Estoy muy feliz con la noticia, la verdad, muy agradecida. Siento que el Colegio Científico de Alajuela me ha ayudado mucho a sentirme preparada para el examen”, contó la joven, quien además de destacarse en el TEC, logró la novena posición en el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) con 779 puntos de 800 posibles.
Ebanks cuenta que se preparó desde inicios de año para la prueba de aptitud del TEC, pero su secreto no estuvo en la cantidad de tiempo dedicado, sino en la calidad. Considera que lo elemental es tener una buena estrategia luego de darse cuenta de que en el examen existen patrones en los apartados de razonamiento matemático en los que “hay secciones que se repiten”.
Futura profesional quiere retribuirle a su colegio
Tras recibir la noticia y ser reconocida en el campus de Cartago del TEC, este 2 de diciembre, Andrea reconoce que su formación en el Colegio Científico de Alajuela influyó en su resultado y por eso está comprometida a retribuirle a la institución.
“Deseo mucho poder devolver un poco todo lo que me brindó a mí el colegio científico. De alguna manera quiero mostrarles lo agradecida que estoy con ellos”, afirmó la joven, quien considera que con su historia puede inspirar a otras estudiantes, así como ella se motivó al conocer lo que había logrado Natalia Orozco en el examen del 2023.
Andrea habla de inspirar a otras, porque considera necesario que haya igualdad de participación de mujeres en ingenierías.
Para ella su logro “es bonito” porque lamenta que históricamente las mujeres han tenido menor representación en estas carreras. En caso de que elija estudiar en el TEC, se decantaría por la carrera de Ingeniería en Materiales.
En caso de decidirse por la UCR, allí estudiaría Química, una carrera que le apasiona y a partir de la que le gustaría desarrollarse en investigación.
“Es algo que he encontrado que me que me atrae muchísimo: puedo leerme libros y de verdad me divierte”, contó la joven que ha ganado medallas de oro en las olimpiadas nacionales de Química y de bronce en las internacionales.
Papás la motivan a ser feliz
Andrea es hija de dos ingenieros: su mamá es ingeniera en sistemas y su papá, Giovanni Ebanks es ingeniero en desarrollo de software. Ellos cuentan que la han apoyado para que sea esencialmente feliz y que tenga una vida plena en la que pueda desarrollar el potencial que ha demostrado desde pequeña.
En su tiempo de ocio, esta joven disfruta compartir con sus amigos, muchos a los que conoce desde la infancia, y compartir con su familia, donde siempre se siente como en un lugar seguro.
“Mi hermano siempre ha sido mi compañero, él me hace reír todos los días y hace que a veces, cuando uno no tiene lo que uno quiere, o se encuentra con retos o dificultades, me apoya. Es bonito tener a alguien así”, contó la vecina de Belén, en Heredia, quien recalcó la alegría y honor que representa alcanzar la meta que se propuso hace dos años.
