
Sídney, Australia. Al menos 16 personas murieron y unas 40 resultaron heridas este domingo tras un ataque a tiros ocurrido en la playa de Bondi, en Sídney, durante una celebración del inicio de la festividad judía de Janucá.
La Policía del estado de Nueva Gales del Sur informó que el ataque fue perpetrado por dos hombres armados. Uno de ellos, de 50 años, murió durante la intervención policial, mientras que el segundo, de 24 años, permanece detenido y hospitalizado en estado crítico. Según las autoridades, ambos serían padre e hijo y no se busca a ningún otro sospechoso.
“La Policía puede confirmar que han muerto 16 personas y que 40 continúan hospitalizadas tras el tiroteo en Bondi”, señaló la Policía en su cuenta en X. Entre los heridos hay al menos dos policías.
Este balance de 16 fallecidos incluye a uno de los sospechosos, que murió durante la balacera, precisó después la policía a AFP.
El tiroteo se produjo cuando los atacantes abrieron fuego en las inmediaciones del lugar donde estaba por comenzar la conmemoración, en el extremo norte de la playa. De acuerdo con los organizadores, unas 2.000 personas se habían congregado para el evento.
El comisario de Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, declaró oficialmente el hecho como un ataque terrorista y afirmó que se trató de una agresión deliberada contra una celebración religiosa. El primer ministro estatal, Chris Minns, respaldó esa calificación.
Por su parte, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó el ataque como “un momento oscuro para Australia” y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias. “El trauma y la pérdida que enfrentan las familias es inimaginable”, afirmó, al anunciar el inicio de una investigación antiterrorista con apoyo de agencias federales.
El director de la Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad (ASIO), Mike Burgess, confirmó que uno de los atacantes era conocido por los servicios de seguridad, aunque no figuraba como una amenaza inmediata. Pidió cautela ante versiones no oficiales sobre la identidad y motivaciones del agresor.

Las condenas internacionales no tardaron en llegar. El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó el hecho como un “vil ataque terrorista antisemita”, mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu habló de un “asesinato a sangre fría” y denunció un aumento del antisemitismo a nivel global.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su condena al “atroz y mortal ataque” y envió un mensaje de solidaridad a la comunidad judía en el inicio de Janucá. Estados Unidos, la Unión Europea y varios líderes europeos también repudiaron el atentado.
Desde Australia, el Consejo de Imanes condenó el ataque en nombre de la comunidad musulmana y subrayó que “la violencia y el extremismo no tienen cabida en la sociedad”.
Las autoridades mantienen el área acordonada mientras continúan las investigaciones para esclarecer completamente las circunstancias y motivaciones del ataque.

